Sin mediar palabra, ni miradas, ni risas, sin darme tiempo de desplegar mis encantos. Se va sin más, se ha pirado sin menos.
He visto sus manos, sus labios, sus gafas de incógnito y claro, no me pasaron desapercibidos sus muslos, de tipo muslamen, breve columnata que promete un culo bien sostenido, como un Do bien rasgueado, a pesar de su contundencia.
Me hubiera gustado hablar con ella, el inevitable selfie, arrimarme de cualquier modo (torpe, incluso), pero ella va de otro palo, en plan no caer en mis brazos, no sé si me explico.
Así que al irse, zas, le fotografío el mutis, porque me han dicho que René Zellweger se ha operado.
No entiendo la polémica: la miro y la veo exactamente igual. No ha cambiado tanto. No ha cambiado nada, en realidad.
Nada importante.
Y se va.
2 comentarios:
¿Qé decir? ¿Que buen mutis?
Ni siquiera, Mal, ni siquiera eso
Ops.
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