lunes, febrero 25, 2019

Divino Tesoro


Una canción nueva.
Hubo un tiempo en que esto me emocionaba. Y bueno, aún me emociona, pero ya no me pone nervioso pensar que las 6 o 7 personas que lo escucharán se olvidarán de ella pasado mañana. Me basta con que alguien lleve el ritmo con el pie, sacuda la cabeza un poquillo. Se llama Divino Tesoro, y va de... eso, claro.
Por si tú sigues viniendo, dime, como solías, si te ha gustado. La juventud es también un poco tú, ya sabes, es un poco ese otro tiempo, cuando te estremecías si te rozaba, cuando el mundo era de otro color.
Las líricas, para el que le guste canturrear mientras escucha, debajo del reproductor


Despertar, resistir,
aprender a no sentir
no pensar, no recordar, no ser ya nada

Sin buscarla, la encontré,
  y más tarde la perdí
una mula terca y muy, muy despiadada;
se aleja más y más de mí
y yo no puedo ya ignorarla 

Sé que ya, no volverá
y que nunca será igual
somos duendes en la ciudad de las hadas.

El calor, el sabor,
el deseo y el amor
no se irán, ni ella se irá de su galaxia
sin dar señales ni escuchar ya más mi blues
sin inmutarse, no me mira ya su luz.

Sin más, se ha marchado
sin dar una sola razón
en un instante, 30 años
y el divino tesoro ahora es mi cruz
no es fácil vivir sin su luz

Despertar, resistir,
aprender a no sentir
no pensar, no recordar, ya no eres mi hada.

Luché por ti, y gané
y más tarde te perdí
sin saber muy bien por qué me castigabas;
te alejas más y más de mí
mentirte es engañarme... es nada
en tu espalda nace el mundo
y el miedo a ya no verla me atrapó
no sé vivir sin tu amor