sábado, diciembre 31, 2011

2012: ¿es posible ser más lerdos? ¡Intentémoslo!

Se termina 2011 y ha sido... uff, tremendo, ¿no? No sé a vosotros, pero a mí se me ha hecho larguíiiisimo. Y muy duro. Sé que estoy pesado con el asunto, pero lo del curro, a pesar de bendecir la nómina que me llega puntualmente el día 28 de cada mes, casi me mata. Lo cierto es que al final, parece verse una lucecita al final del túnel y confío, sincera y esperanzadamente, en que 2012 sea un año bastante mejor que este último.
Escribo esto mientras los periódicos están llenos de admiraciones y sorpresa por los "tijeretazos" y "recortes" y todo eso y eso me hace preguntarme, una vez más, en qué país de idiotas vivimos. Cada vez que se pone un asunto de actualidad, no sé cómo sucede, pero los españoles hacen una especie de tour de force para ver si toman la postura más necia y se esfuerzan en hacer el análisis más cretino de la cuestión, no sé cómo lo hacemos, pero somos bobos de remate.
Personalmente, me siento cada vez más lejos de esas corrientes opinativas que nos asolan de cuando en cuando. O mejor, una imagen más exacta de mi sensación, es como estar en el ojo del huracán, rodeado de un vendaval que no me da, pero me aterra.
Confío en que 2012 sea mucho, muchísimo mejor.
Os dejo una selección de 11 cancioncitas que por una u otra razón, han estado presentes en mi 2011. Espero sus gusten.
¡Feliz año nuevo!



lunes, diciembre 26, 2011

El amor en tiempos de crisis.

Es este un año raro. Rarito. He vuelto a ensayar con los nuevos Ciclones, pero no hemos tocado ni una sola vez, y es un año, desde luego, marcado, para mí, por mi situación laboral que, ya lo sabe todo el mundo, me está volviendo loco. Literalmente, no es una forma de hablar.
Musicalmente, he escrito un puñado de canciones que no están mal, pero todas ellas tienen una cosa oscura que, supongo, es mi marca de fábrica en estos tiempos.
Esta canción que enseño hoy es una canción que seguramente nunca tocaremos los Ciclones, que seguramente no tendrá un gran recorrido. Una canción que es como es el momento que vivo, suelo que hay que pisar, escalón en el que hay que apoyarse para seguir adelante. Al menos, hoy, yo la veo así.
Es una canción sobre la imperfección del amor real. No sobre el amor ideal, ni el platónico... sino el de todos los días. El amor que resiste ver a tu pareja cortándose las uñas de los pies, o el que te soporta a ti con un dedo en la nariz, mirándote en calzoncillos al espejo con los calcetines caídos. El amor nada idílico, sino entreverado de humanidad, tan pura y miserable.
Le he mandado la canción al bajista de los Ciclones, Jota, y me ha hecho unas sugerencias de mezcla que voy a seguir, pero dejo aquí la primera maqueta. Me ha dicho que le mandara la canción sin bajo, para que él le pegue una vuelta, y lo haré. A lo mejor, en un par de semanas hay una versión mejorada de este tema. Pero esa será otra historia y habrá de ser contada en otra ocasión.
Aquí os dejo "Si no hay dios", a ver si os gusta.


 

Si no hay dios
Detrás de cada media verdad
Hay una mentira completa
Y junto a cada medio amor
Crece el engaño perpetuo

Bajo el sol que te robé
La hierba se ha quedado quieta
Sobre el mar no hay nada que hacer
Vuelve y déjame que vuelva…

… a ser el que fui una vez
El hombre que te hacía amar la tierra
Si yo nunca fui  juez,
¿de dónde saqué esta sentencia?
Si no hay dios,
¿es que somos marionetas?
¿quién nos maneja?
Somos dos
Y siempre dejo abierta la puerta
Vuelve a entrar, vuelve a entrar
O salgo yo

La voz que me sale al cantar
Me nace desde tus adentros
La nuez me tiembla de pensar
Que te cansas de mis versos

hay mucho trecho por andar
y solo lo haré a tu lado
hacernos viejos sin pensar
hacernos el amor a plazos

hacer que vivas por mí
y vivir por ti es lo que quiero
hacerte siempre reír
o sonreír si ya no acierto

lunes, diciembre 12, 2011

Wolffus- Momentum ensayii - ensayando El momento después



Eso, yo misma ensayando El momento después, para la presentación del disco el día 20 en Galileo Galilei. El típico video sin interés alguno, como si dijéramos.

viernes, diciembre 09, 2011

15M - La "M" era de Movistar

La campaña de "La gente ha hablado" de Movistar resulta ofensiva. No es que no tengan derecho a  anunciar sus productos como les dé la real gana, es que su presunción de que el personal es imbécil es tan burda, que dan ganas de llorar. A lo mejor, lo que pasa, es que los imbéciles, y si no imbéciles, desde luego fatuos, muy fatuos, están en el departamento de marketing o en la agencia de publicidad responsable de esta desfachatez.
Es tan alucinante que una empresa tan genuinamente "capitalista" (conste que no tiene connotaciones negativas para mí) y "multinacional" quiera presentarse ante la gente como una compañía "enrollada" que elabora sus estrategias a partir de lo que quiere la gente, que a uno se le quitan las ganas, como mínimo, de ser cliente (yo no lo soy desde hace más de un año).
Estoy seguro de que las reuniones que tienen en Movistar para fijar los precios y ver qué está pasando, porqué lideran el dudoso ranking de perder clientes, se parecen muy mucho a las asambleas de idiotas desaliñados de diseño que nos enseñan en sus asquerosos y entrañables anuncios. No es de extrañar, por lo tanto, que hayan surgido versiones dobladas de sus anuncios que hablan por sí solas:


En fin... a mí me parece bien que las empresas tengan beneficios, que se extiendan por todo el mundo y que su política de contrataciones y despidos, si está conforme a las leyes de cada país y no atenta contra los derechos de las personas, las marquen ellos mismos. No quiero ni que les hagan pagar más impuestos ni que cuelguen de las pelotas a los directivos. No quiero que les confisquen sus beneficios para repartirlos entre los parados. No estoy en ese rollo: lo que quiero es que no nos tomen por imbéciles, ni a los que piensan como yo, ni a los que (son muchísimos más, supongo) piensan lo contrario que yo.

Por eso resulta ofensiva, para todo el mundo, esta campaña. Es tan poco creíble, tan condescendiente, tan falsaria y mentirosa, tan burdamente manipuladora con su sesiblería social, y tan, tan oportunista, que dan ganas de vomitar.

Al fin, esta campaña une dos de mis fobias de los últimos meses: la falta de sesera de la gente y el 15M. A ver si va a resultar que, después de tanto rollo, llegamos a la conclusión de que la "m" del 15M, era la "m" de Movistar

miércoles, diciembre 07, 2011

Poner en valor

Emily Procter, no muy pizpireta aquí, que digamos
Odio la expresión "poner en valor". La odio, como decía la forense rubia de CSI Miami, conocida en casa como Pizpireta, "con todo el ímpetu de mi ser". No sé de qué idioma se ha (mal) traducido la frasecita, pero el resultado, aunque ha hecho fortuna, y bien, es realmente desafortunado.
Todo el mundo quiere "poner en valor" alguna cosa. Y yo, que sé lo que quieren decir cuando usan esa horrísona expresión, no entiendo porqué no lo dicen de otra manera, porque "poner en valor", caramba, no significa nada. Como todo lo que suena cool, es una frasecita que consideran todo un hallazgo periodistas y políticos, como si fuera una versión dospuntocero de "valor añadido". Efectivamente, todo lo que hace un par de años "aportaba valor añadido" (como si pudiera aportarse valor sustraído) ahora lo que hace es "poner en valor" tal o cual memez.
Normalmente, los que "ponen en valor" , aseguran que lo hacen "como no podía ser de otra manera" (y casi siempre puede ser de mil maneras adicionales), crean mitos diariamente, se quejan de los ataques de los mercados (o los especuladores) , reinventan tontás y, en general, me tocan muchísimo los cojones.
Es que no lo aguanto, en serio.
Y, con un salto mortal con triple tirabuzón, os presento una canción que me encantó en su día (enero de 2010, hace casi dos años, aquí podéis leer su historia) y que cuando tropiezo con ella pienso: ¿Cómo puedo ser tan bueno y el mundo, al mismo tiempo, permanecer tan ignorante de mí? Y, apesadumbrado y melancólico, me contesto: será que nada, ni nadie, me quiere poner en valor. Por cascarrabias.




Me falta un elemento para completar
la fórmula del viento que sopla detrás
siento que su aliento ya me empujará
descubro el yacimiento del que surge el mar
de tu risa,
me quiero ahogar
entre carcajadas
imprevistas, nado al compás
de tu vaivén y tus caricias

... y luego cuando todo parece acabar
surge la sorpresa que alarga el final
ahora soy yo la presa que quieres cobrar
me escurro entre tus dedos y ese instante
no acabará
quiero escapar
-eterno el tiempo detenido en tu mirar-
no dejarás
Que estemos juntos solos
Ni una vez más

Salto, y tú no estás,
Duermo y me velarás
Canto, y tú me oirás
Callo, y el silencio me viene
Detrás
Quieres dormir
Y el eco de mi voz te despierta
Y quieres huir
¿adónde irás?
Si yo no te persigo...
Vivo dentro de ti


martes, diciembre 06, 2011

El momento después - Wolffo

El día 20, a las 20:00, se presenta, en la sala Galileo Galilei el disco "Escuche usted a sus vecinos". Escuche Usted a sus Vecinos es una sección del programa "Herrera en la Onda" (Carlos Herrera, Onda Cero) conducida por Juan Valderrama (hijo de Juanito Valderrama), en el que se ponen canciones que la gente ha grabado en casa, o incluso canta al contestador.
Es un disco con un puntito freakkie, en el que van a aparecer algunas de las maquetas que han sonado en el programa. Y el puntito friki se acentúa cuando incluyen en el disco una canción mía, "El momento después". Podéis escuchar el preview, y darle al "me gusta" (dadle al me gusta, coño, y al favorito, que me quedo atrás), compartir y todo eso aquí: Wolffo - El momento después El momento después - Wolffo

Dándole un poquito a la promo... El momento después - Wolffo by Escuche a sus Vecinos Ea.

sábado, diciembre 03, 2011

A la tercera, ¿irá la vencida?

Hace tres años y pico, desperté, una noche, en mitad de la madrugada con un insomnio intranquilizador. Salí de mi habitación y vi que por el ventanal del saloncito de casa entraba muchísima luz, tanta que pensé que me había dejado las luces de fuera encendidas. Pero no... resultó ser la luna llena que, esa noche en particular, emitía, o reverberaba una luz no diré que cegadora, pero sí extrañamente intensa.
Se unía eso a mi circunstancia vital de entonces y a la alarma que en mí creó la noticia de la desaparición de cierta escritora (noticia falsa, luego comprobé); con tales mimbres, mi cerebro -casi siempre- desquiciado creó este juguete musical que no para de atormentarme desde entonces.
Me atormenta porque no encuentro la forma de transmitir toda la belleza que, estoy convencido, lleva dentro.
Este es el tercer intento que hago de que suene bien esta canción.
Está tocada con guitarras acústicas y bajo y una batería cuidadosa y extrañamente programada por mí.
La canción a mí me encanta y creo que es digna de mejores destinos que esta cutre-grabación casera.
A ver si ahora le gusta a alguien.



Y si fuera la Luna la que no me deja dormir,
y si sus destellos dejaran su sello aquí;
y si sobre mi cuello cayeran tus cabellos al fin...
Y si fuera la Luna la que no me deja dormir,

Noche adelante, miedo constante
no poder amarte, y tampoco extrañarte
la Luna, si viene, no me deja dormir

Y si fuera tu risa la que no me deja reír,
y si fueran los sueños los que se han hecho dueños de mí
y si me empeño en amarte y desdeño lo bueno de ti
y si fuera tu risa la que no me deja reír

Los ojos abiertos, mi mundo, despierto,
a los magos, alerto; y requiero a los muertos
la Luna, no puede, ya sabes, dejarme dormir

Luna lunera, tu luz vagabunda
se extiende, profunda, por mi alma entera
la Luna, ya sabes, me ha vuelto loco por ti

Y si fueran tus letras las que no pudiera leer
y si al irse tus rimas mi estima se diluyera en el té
si me faltan tus cuentos, no encuentro el momento de ser
el hombre que bebe tus letras, ¿Y si no las puedo beber…?

Ya noto tu aliento, porque es mi alimento,
tu brisa es mi viento, me muero tan lento
Si no puedo leerte, no sé qué más puedo hacer

miércoles, noviembre 30, 2011

Las redes banales

Hay una cosa que me fastidia mogollón: el nocaguismo con las llamadas "redes sociales". El nocaguismo (o sea, estar que no cagan) afecta, principalmente, a los medios de comunicación. Cuando, a diario, leo los viejos y desfasados periódicos de papel, que me ensucian los dedos de tinta, no veo más que referencias a los tuits, los trendingtopics y los hagstash que me ensucian las entendederas. Escucho mis programas de radio favoritos, y los que no son favoritos, pero que me acompañan mientras hago otras cosas (1), y no hacen más que decir "Mariloli, porfa, a ver qué se dice en el Twitter" y MariLoli, o Adrián o Mengano el del Raboenano, leen una serie de idioteces que se le ocurre al personal y de las que, perfectamente, podríamos prescindir. Se supone que leemos un periódico, oímos un programa de radio o vemos una transmisión televisiva para que nos informen o entretengan profesionales que se dedican a eso, no para escuchar o leer las chorradas que se le ocurren a quienes no tienen otro objetivo que "a ver si me sacan".
En las redes sociales (¿por qué se las lama así?) predomina, por encima de todo, la estupidez. En la vasta extensión que es la ignorancia, que llega hasta mucho más allá de donde alcanza la vista, encajan perfectamente los 140 caracteres de twitter o la versatilidad publicadora y propagadora de facebook. La idiotez prende rápidamente en esta tierra yerma de ideas, se contagia y se comparte con comodidad y todos nos sentimos mucho mejor socializando la incultura, la ordinariez, el papanatismo y la devastadora falta de sentido crítico que nos asola.
"Si no te gusta que un hombre de más de 100 kilos se folle a un niño que no pasa de 12, pega esto en tu muro". "Cada 10 segundos muere un niño en África por falta de agua o alimentos: si esto te indigna, pega esto en tu muro y compártelo". Y ¡zas, zas! todo el mundo indignao y a pegar y a compartir y retuitear y todo eso. La conciencia tranquila, la tripa llena... y el cerebro vacío.
La epidemia de tontuna que vive el mundo, y a la que España se apunta con entusiasmo, queda reflejada en el eco y reverberación que obtienen, sin demasiada justificación, movimientos tan intelectualmente flojuchos como los de los indignados. Hagamos una frase bonita, o ingeniosa, algo de modernez progresista, un chorreón de sentimentalismo, busquemos un chivo expiatorio que no se pueda defender y ya tenemos montado un "movimiento". algo del tipo "Lo importante son las personas, no los mercados"
En twitter, fijo, que odian a "los mercados".

Vaya, que no le veo la gracia todo esto. Y no sé cómo hilar este tema, pero bueno, por decir algo sin sentido, pero hilado, como un link demencial y tuitero, diré que... en fin, dado que yo mismo tengo una cuenta bastante activa en Facebook, bueno, pues que me encuentro, con este post autodestructivo, entre la espada y la pared: Between the devil and the deep blue sea, como si dijéramos. Creo que para cerrar el círculo, voy a publicar, sin que sirva de precedente, un link en mi cuenta.




¡Ja! ¿A que mola? A mí me encantan estas canciones. Está grabada en un peíllo, con la guitarra acústica haciendo de percusión, junto a una panderetilla de feria, bajo y guitarra eléctrica (la Epi Dot, con sus nuevas Seymour Duncan, un tiro).


(1) O sea, mientras vivo, porque ya lo decía John Lennon en su inolvidable "Beautiful boy": la vida es eso que te ocurre mientras estás planeando otras cosas.

jueves, noviembre 24, 2011

Razones de esto

NOS QUEDA EL CORAZÓN, BY WOLFFO




A tu naturaleza esquiva opongo yo mi contumacia y así será hasta que terminen los tiempos. Puede que no llegue a nadie y eso no es lo esencial hoy: hoy quiero doblegar mi pereza crónica y escribir como solía, a veces brillante y a veces pedante, pero escribir y que el ejercicio de ordenación de letras y palabras me sirva de algo.
Me vuelvo loco. Agradecido debo estar, por cómo anda la cosa, pero estoy al borde de la desesperación al ver los plazos alargados como sombras del atardecer, al ver que los días en rojo empiezan antes cada mes y no puedo ni darle a los míos lo mínimo.
Sueño con las melodías locas de mis dedos engarzando notas y mi garganta alentando la revuelta en escenarios improbables. Sueño y quiero seguir haciéndolo pues, curioso o no, el tiempo de inconsciencia es un tiempo de alivio.
Todo esto tendría que cambiar, joder, tendría que cambiar

lunes, noviembre 21, 2011

Comerme los kilómetros

Entonces me subo a la moto (mi moto no es, ni de lejos, la mejor moto. Es vieja desde que para mí era nueva, cuando la compré. Petardea, se ahoga a pocas vueltas, tiene la pintura comida y los cromados dañados, y el asiento tiene alguna zona con la espuma al aire. Los puños están gastados y en los retrovisores, todo lo que dejo atrás baila como enloquecido. Me cuesta arrancarla, pero cuando, al fin, coge temperatura y le tiras un poquito de la oreja y notas la fuerza de esos viejos 64CV entre tus piernas, te parece que te vas a follar al mundo); miré hacia arriba y vi parcelas de cielo dudoso entre las nubes grises del invierno que está por llegar. Ya no fumo, pero es el momento perfecto para un golpe de suerte: sacar el paquete de Lucky (it's toasted) blando del bolsillo de la camisa blanca, a través del cual el círculo rojo parece una diana para que me dispares -y no falles- al corazón y dar unas caladas tranquilas, asimilando los kilómetros que están por venir hasta llegar a ti otra vez, casi 20 años después. Subo la cremallera de mi cazadora, me calzo el casco, me pongo las gafas de pasta negra, me ajusto los guantes y vuelo hacia ti.
A los lados de la carretera, los árboles, a quienes debería molestar el humo gris que despide mi vieja moto, parecen sin embargo indiferentes y altivos, pasando del tema. Las farolas a lo lejos, sin embargo, son como el público de las etapas de montaña del Tour. inclinado e invasivo, pero franqueándote el paso en el momento de la verdad.
Somos más viejos, más sabios, más persona de lo que éramos entonces. Pero si entonces éramos algo, tú y yo, no sé qué seremos ahora. Las canciones no suenan igual con el paso del tiempo.
Nos separan kilómetros de vida, de experiencias y de amor y dolor. El frío ni lo siento mientras me acerco a ti, pero, ¿qué pasará cuándo vuelva?

El tiempo pasa para todo, para todos. Nada, afortunada o desgraciadamente, es como ayer.¿Es preciso? Yo creo que no, en serio


.
.

Pasa el tiempo, ¿eh, reina del silencio?

jueves, noviembre 17, 2011

Fantasma 1: lo que me sujeta al mundo.



Devil in her heart... vaya título. Vaya canción: déjola aquí grabada con un poquito de guitarra acústica y mucho corazón endiablado en las voces, reproduciendo el juego de voces de los Beatles, mis dioses sin ambages.


Magnánimo, acudo a ti, fuente de sed y salud, para conjurar mis miedos. Magnánimo en mi altanería, consintiéndote el placer del consuelo, concediéndote el potencial de la magia sanadora, de la cura simbólica, de mis males ignorados.
Pareces feliz de ser mi tabla de salvación pero, si me lo permites, eso es decir mucho: me distrae tu compañía liviana y has de saber que te sueño mucho más interesante de lo que normalmente resultas ser. En mis sueños priorísticos estás en plenitud de osadía, franqueza y dulzura;  te imagino tomando la iniciativa, pero curiosamente, esa iniciativa era justo la que me apetecía a mí, es como si te adelantaras a mis deseos. También tu ingenio es sumamente atractivo, y me admiras desmedidamente y siempre piensas que mis ideas son brillantes y justo las que tú necesitabas oír en esos momentos.
La realidad es beoda. Alcohólicas tardes a tu lado, reprochando al mundo ser redondo, reprendiendo al aire por ser demasiado etéreo, reconviniendo al tiempo que avance y todo lo demás. Torpes acercamientos que no consigo pautar, pues no comprendo la naturaleza de tus consentimientos y tus rechaces. No quiero oír tus sentencias abruptas, tus palabras soeces, tus juicios desnortados, tus majaderías sin pies ni cabeza, tus deducciones etílicas ni tus conclusiones perfectamente idiotas.
Quiero oírte decir cosas bellas, como cuando olvidas el rencor y que el mundo se empeña en oponerse a ti, y tú le haces frente como la hormiga que, en el cine, se sienta delante del elefante y le dice “pues ahora te jodes tú”. Quiero oírte reír. Quiero que seas terciopelo beige y caricias en los pies mientras duermes.
Quiero que seas lo que me une a la tierra, lo que levanta mi ánimo; y si, divina providencia, eres así, aun siendo pajarillo sintáctico, o delfín de mares profundos, serás, oh, paradoja, raíz vertical y entreverada, lo que me sujeta al mundo.
Sé.

viernes, noviembre 11, 2011

Una miradita, nada más.




La plaza donde se reunían los amigos y un montón de desconocidos hace años, es hogaño un olvidado rincón de la ciudad al que nadie se asoma, ni por equivocación. Hay ciertas normas, generales, y algunas otras privadas, que no todo el mundo estaba dispuesto a seguir, por lo que la plaza, sencillamente, dejó de ser ese lugar, y pasó al olvido a un ritmo mil veces superior al que tuvo que seguir para convertirse en el lugar de referencia.
El caso es que, no voy a decir lo que los demás sentísteis, porque vosotros sabréis, pero os aseguro que al volver a asomarme el otro día, cayendo por casualidad en ella al doblar una esquina, me dio un vuelco el corazón.  No toda, no, pero sí que se reprodujo gran parte de aquella magia que me atrapó. Las páginas seguían en blanco, esperando a ser escritas. La emoción seguía ordenadita en estanterías apoyadas en los árboles y farolas de la plaza. Incluso, si te fijas, la plaza sigue llena de gente, pero han aprendido la lección, por eso no los ves a primera vista.
Y, dependiendo de las intenciones que traigas, podrás verlos  o no. Si vienes a exhibirte, sé de buena tinta que no sólo no te mirarán, pues detestan los listillos, sino que ni siquiera tú podrás verlos. Mírame. ¿Me ves? Con mi copa y mi pitillo te sonrío, pero si eres tan necio como para abrir tu gabardina delante de mí, me daré la vuelta y ya no me verás más. Así van a funcionar las cosas ahora aquí. Venimos a vernos. A estar juntos, no a hacernos ver. Seremos vistos como consecuencia de haber venido a mirar, pero si vienes a enseñarte, ni nos ves, ni serás visto.
Pasa, saluda, si quieres, y hazte un sitio. Encantado de tenerte aquí.

viernes, noviembre 04, 2011

Pegajosa Lou

Aprovechando que no hay nadie por aquí, subo este tema que, espero, empecemos ensayar pronto Los Ciclones. Se llama Pegajosa Lou y no habla de nadie, ni nada por el estilo. O sea, Lou no es nadie que yo conozca, es una especie de prototipo. Y es un prototipo la reacción masculina: hago ver que no me interesa, que la odio, que aunque está superbuena y todos la desean, a mí no me interesa... pero en realidad, lo que pasa es que me vuelve loco y no me hace caso.



Y la letra, que dice así:

Pegajosa Lou
Lou solita en casa, Lou nunca se pasa
Lou no dice nada, Lou no está asustada
Lou no piensa en nadie,
Lou nunca te va a salvar

Lou cabeza loca, corazón de roca
Lou puesta de coca, amante de una broca
Lou cierra la boca
Que te van a descubrir

Canta, ríe, come sopa, ve una pared y se choca
Pegajosa Lou, miente cuando dice que no sabe bailar
Pegajosa Lou, miente cuando siente, no siente ná

Lou se pinta el ojo, Lou patito cojo
Lou no tiene tripa, Lou lo pasa pipa
Lou no tiene seso, Lou preciosa y nada más

Lou, ¿quién ha venido?, Lou, si ya te has ido
Lou con disimulo, Lou, tonta del culo
Lou no tiene ganas
Lou ya no quiere seguir

Sal de cañas, tira millas, mira bien por si la pillas
Pegajosa Lou, miente cuando dice que no sabe bailar
Pegajosa Lou, miente más que habla, déjala estar

Sin razón aparente, te alejas de la gente
Te encuentras sola una vez más
Y dicen los de siempre, muy sorprendentemente,
Que sola no te dejarán, ah…
Lou que les has dado, les tienes atontados
Lou llena de joyas, les comes la olla
Lou no tiene sexo, no te vayas a creer

Lou patas arriba, Lou nunca te estiras
Lou, sin una tuerca, Lou, eres muy puerca
Lou, linda cretina, cuándo vas a despertar

No hagas caso a ningún otro, Yo seré tu nuevo potro
Pegajosa Lou, miento cuando digo que me das igual
Amorosa Lou, déjame mimarte, déjame entrar
Déjame cuidarte, déjame entrar
Quiero desnudarte… déjame entrar,
Deja, Lou.