domingo, marzo 19, 2006

Miedo


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M-Clan me parece que podía haber sido el gran grupo de rock español. Y francamente, no sé porqué no lo ha sido. Quizá 15 o 20 años antes, no lo sé... El caso es que dentro del desolador panorama del rock español, un grupo tan auténtico, tan banda, tan rockeros sin pose, es muy de agradecer. Tienen muchas grandes canciones pero, para mí, esta, que se la debo a mi cuñado Quique, es la mejor de todas. En su versión original es soberbia y yo, con dos bemoles, la versioneo y la cuelgo para que, definitivamente, mis detractores se suiciden al escucharla. Si me lo permitís, se la dedico a mi sobrino Chejo, que sé que le encanta este tema.

Temo el día en que deje de tener miedo. El miedo es una constante en mi vida, me ha acompañado desde pequeñito y, seguramente, me ha hecho ser como soy.

De pequeñito tenía dos miedos recurrentes. El primero, agarrotador, era el miedo a la madrastra de Blancanieves. Su imagen de estricta gobernanta me perseguía en sueños, escaleras del castillo arriba, hasta que me acorralaba en un balcón en lo alto de la torre y tenía dos opciones: saltar al vacío o entregarme a la libidinosa madrastra. No tengo cicatrices, ni columna doblada ni nada de eso, así que supongo que me enrollé con la madrastra unas cuantas veces.

El otro miedo recurrente que me perseguía asaz terroríficamente era la imagen de Fraga en Palomares. Ese bestial meyba, esas tetas caídas (bajo de pecho, como decía Obélix), esa presencia aterradora… Uf, nunca iré a bañarme a Palomares, pero no por miedo a las radiaciones, sino porque allí donde Fraga ha metido sus huevazos, no me veréis retozando a mí.

Crecí un poco.

Luego me dieron miedo, mucho miedo, Alfredo Amestoy, Kiko Ledgard y Mayra Gómez Kemp. Los tres, desnudos, me perseguían por los pasillos de mi colegio y me acorralaban en la clase de 3ºA – la única sin ventanas de todo el colegio – y me obligaban a tomar un bocadillo de mantequilla con jamón de york y un batido de fresa. Amestoy portaba el bocadillo y lo acercaba amenazador a mi cara mientras lo apretaba y un rulillo de mantequilla desbordaba. Mayra, en segundo plano se limitaba a sonreír y a cantar “que vivan los novios, los novios con marchaaaa…. con marcha nupciaaaal” (un canto premonitorio) mientras Kiko me ofrecía con mano parkinsoniana el batido de fresa que desbordaba por el temblor. Terrorífico, podéis creerme.

Crecí otro poco.

Salía de casa adolescente y terco, con un plumero rebelde de pelos rubioscuros en la cabeza; descubrí lo guapa que era mi madre, y ahora que ya era más alto que ella, le pasaba orgulloso el brazo por sus hombros redonditos y cansados y caminaba con ella así por la calle, como diciendo a mis amigos, vale, vale, pero ¿habéis visto qué madre más guapa tengo? Rubia, bajita, rellenita, con unas piernas asombrosamente bellas y guapa, muy guapa, con una belleza alegre y cansada. Ella era mi miedo. Miedo de perderla. Miedo de que algo le pasara a esa mujer formidable que alumbraba mis noches y velaba mis días. En aquellos días de inmortalidad, aferrado a mis amigos, mi miedo era la soledad, el rechazo. Mi adolescencia terminó un 2 de agosto, cuando recibí una llamada de mi hermano pequeño. Mis padres y tres de mis hermanos habían salido (coche cargado, madrugada de prisas y risas, bocadillos y bolsas de chuches para el viaje) para nuestro habitual mes de vacaciones en el sur; yo cogería el tren esa misma noche y me reuniría con ellos a la mañana siguiente. La voz de mi pequeño hermano todavía resuena en mis oídos:

- Hemos tenido un accidente… Paloma y yo sólo tenemos heridas…. A papá se lo ha llevado la ambulancia… Mamá y Montse están ahí, tapadas… me parece que se han muerto.

Ese día pensé que ya no tendría miedo jamás.

Pero el miedo nunca ha dejado de acompañarme. Ya no tengo sueños terroríficos, ni recurrentes, ni nada de eso; ya no me da miedo la oscuridad, ni siento la mano fría del miedo en mi espalda en los largos y solitarios pasillos y calles; tampoco me dan miedo las chicas y el ridículo ya sólo me produce ternura; pero me da mucho miedo de que las cosas terminen.

De que se termine el amor que me dan mi mujer y mis hijos, el amor de mis hermanos y amigos. Tengo miedo de cada tropiezo de mis hijos, de cada esquina que doblan, de cada día que amanece.

Tengo miedo de pasar inadvertido, no soy como los buenos árbitros, me gusta que hablen de mí; tengo miedo de que se termine este mundo a veces tan cabrón, pero tan fabuloso en conjunto. Bueno, de que se termine el mundo no, sino de que se termine mi historia en este mundo.

Un miedo atroz a la muerte, a dejar de levantarme por las mañanas y sentirme vivo por el amor, la amargura y el deseo. Tal vez si fuera creyente, en algo o alguien, ese miedo desaparecería. Pero tengo la desgracia de ser un descreído, un escéptico y de gustarme más lo material que lo espiritual. Entendiendo por material, claro, una sonrisa de mis hijos, la risa de los niños o el estallido de placer de la mujer que amo.

Tengo miedo, mucho miedo a que todo eso termine.

Tengo miedo, ahora que lo pienso, a dejar de tener miedo, pues sólo venciendo la parálisis a que el miedo me invita, soy capaz de sentirme valiente.

Tengo miedo: pero sigo.

(A modo de Estrambote. Añadido a las ocho y pico de la tarde.
Esta mañana, con el ánimo bien dispuesto, me he sentado a escribir pensando en hacer un post divertido, de esos que -aunque esté mal decirlo- me hacen gracia hasta a mí. Yo no sé quién maneja los hilos, más bien me inclino a pensar que no hay ser superior apretando teclas, manejando hilos, cambiando las agujas; pero el caso es que, de repente, sin darme yo cuenta, cambió el viento: y los aires nuevos me trajeron, a traición, el recuerdo de mi madre. Perdí a mi madre y a mi hermana Montse a los 18 años; de repente, me acordé del día en que casi se derrite mi madre cuando una tarde le dije, al subir de una playa del sur y una ráfaga traviesa de viento levantó los faldones de su pareo, que parecía Marilyn, a sus cincuentaymuchos años. De repente su risa, su voz, sus lágrimas llenaron mi cabeza y un enorme desasosiego me ha acompañado todo el día. Tampoco sé porqué escribo este comentario inútil pero os juro que llevo toda la tarde pensando que debía hacerlo. A lo mejor el miedo no debe mentarse. Es un fantasma que te atrapa y te desafía cada vez que lo mencionas. A lo mejor el miedo es la esencia de la vida. Ni idea, tú)

39 comentarios:

Anónimo dijo...

XL37glu dijo...
La Administración del Manatial de la Noche virtual (y tristrastreros en general) se complace en comunicarles que, tras arduos trabajos dominicales, se amplía la oferta de recuerdos enlatados y de sensaciones perdidas.

Visita las nuevas secciones SONORAS (el baúl del manantial) tratadas con el mimo que los viejos radiotreseros saben imprimir en sus colaboraciones. La administración desconoce la vigencia de permanencia, por eso deberéis apresuraros si no queréis quedaros sin tan memorables archivos.

Hemos añadido unos enlaces para sintonizar la radiotresonline actual.

En el apartado de Imágenes hemos recreado ESTAMPITAS para el recuerdo de muchos con aquellos rostros que nos hacían sonreír sin verlos.

Así mismo, hemos aprendido a crear unas portadas más atractivas para hacer vuestra entrada más colorista, y vuestra estancia más coloreada.

También comunicamos que, tras los nuevos fichajes, hemos alcanzado picos de audiencia inusitados por estos solitarios nostálgicos. Nuevos apartados y nuevas secciones en el foro se han multiplicado con pinceladas de memoria perdida y actualizaciones de habilidades. Os invitamos a participar en estos nuevos records batidos.
Agradecer vuestra estancia con un besito de agua en vuestra mejilla de noche.
XL37glú y compañía.
http://groups.msn.com/ElManantialdelaNoche

12:25 AM

reina dijo...

Es normal tener miedo, dicen que guarda la viña, pero no prepara para lo horrible, para lo que no tiene reparación, para semejante pérdida como la que describes. Para eso solo sirve apretar los dientes e intentar seguir adelante.

¿De que sirve entonces, tener miedo? para prevenir, para preparase, para lo que sea.

Lo que no podemos permitir es que el miedo nos impida disfrutar de aquello que tememos perder. Eso nunca.

Un abrazo, pedazo de Wolffo.

Anónimo dijo...

Yo soy creyente y tengo miedo.

Los mismos miedos que tú. Que no pueda estar con los míos. Que los míos no puedan estar conmigo. Que la vida, que sólo hay una, sea corta o inútil. Llegar a un día en que el camino andado ya sea tan largo que no pueda volver atrás y pensar que me equivoqué de camino. A no ser recordado.

Eres humano amigo Wolffo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Yo soy creyente y tengo miedo.

Los mismos miedos que tú. Que no pueda estar con los míos. Que los míos no puedan estar conmigo. Que la vida, que sólo hay una, sea corta o inútil. Llegar a un día en que el camino andado ya sea tan largo que no pueda volver atrás y pensar que me equivoqué de camino. A no ser recordado.

Eres humano amigo Wolffo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Yo tengo miedo de haber perdido a mis hijo, de perdelos cada día, de intentar no pensar en ellos para aguantar seguir viviendo. Tengo miedo cuando compruebo que la memoria es una tramposa compañera y se olvida de lo que nuestro cerebro caprichoso le ordena borrar , pero , está el corazon, de donde jamas se borra nada, ni lo bueno ni lo malo. Yo odio tener miedo, pq vivo todo el día con el miedo a mis espaldas.
Y tengo miedo de que tanta gente o tan poca me haya borrado, me haya anulado y me haya hecho sentir miedo hasta de salir a la calle, de hablar, de querer.
Sólo quiero dejar de tener miedo.

Wolffo dijo...

XL37glu
joé, podías disimular un pelo la labor de cortipega.

reina
¿porq7ué sólo pedazo? confío en seguir entero, queenie. No sé para qué sirve el miedo, ni siquiera sé para qué sirve el preguntárselo. Pero que está aquí, conmigo y con la mayoría de la gente, eso es innegable. Miedo me da pensar en para qué sirve... Un beso enorme.

AviaDro
Un abrazo, compañero, un abrazo fuerte. Solo una cosa. la vida no es inútil, casi nunca lo es. Sólo la vida de los necios... pero no, ni siquiera esas vidas son inútiles. Un abrazo.

L
en mi opinión es algo que sólo depende de ti. Estás en una situación difícil, pero no pienses que tienes enemigos, porque no es así. Tu pelea no es contra ellos, sino contra ti, si me lo permites. Y créeme: no te han borrado.

Anónimo dijo...

Ahhh el miedo...¿Habrá alguien que no tenga miedo? yo lo dudo.


El miedo seguro lo tiene desde mi vecino Juan hasta Bill Gates.

Aunque no es lo mismo tenerle miedo a la gente que tenerle miedo a las anchoas deshidratadas.



Rara vez te encontrarás con anchoas deshidratadas, pero a la gente la verás en todo momento.


Bueno no sé a qué viene ese ejemplo,pero te diré que a´mí lo que más me da miedo es lo que le pueda pasar a mis seres queridos.Por ejemplo no me daría miedo que quemara la mano...me daría miedo que mi madre sufriera por verme así. Y po supuesto me daría miedo cualquier cosa que les pudiera pasar todos los que quiero.


Un abrazo Wolffo

Anónimo dijo...

Sí, bueno, es un copipega, pero soy la autora... lo siento...
Pero sospecho que eres fan (o fuiste) de tristrastres, faraco y cía. Y bueno, estamos recopilando archivos sonoros de viejos programas. Ya tenemos un buen manojo y siguen apareciendo. Y eso, queremos compartirlos. Pero también nos gustaría encontrar otros. Aunque nos conformamos con que nos lo cuenten. Además... escribes bonito... :$

Anónimo dijo...

¿Miedo?

¿No es esa sensación que se tiene cuando tienes algo que podrías perder, cuando tienes una mujer a la que quieres, cuando tienes hijos, cuando tienes familia?

No te preocupes por tenerlo, eso quiere decir que no estás solo en el mundo y que tienes cosas importantes a tu alrededor.

Yo, como tú, como todos, vivo con él pegado a la espalda.

Un abrazo de sinceridad.

PD. Parece que hay un complot para que no pueda escuchar tus canciones. No me suena el caspost ni en la oficina ni en casa...

Xabi dijo...

Wolfo, yo antes tambien tenia miedo a la muerte. Y entiendo que lo que has vivido con tu hermana y madre es demasiado triste.
Yo tambien soy creyente practicante (cristiano evangelico)y la verdad que he llegado a comprender el significado de la vida y de la muerte que me ha echo perder el miedo. Aunque es triste dejar lo que has construido en tu vida.Pero esta vida dura entre 75 o 90 años de media ¿Que pasaria si despues de la muerte nos quedara la eternidad? ¿mereceria invertir en ella no?

Xabi dijo...

Wolfo, yo antes tambien tenia miedo a la muerte. Y entiendo que lo que has vivido con tu hermana y madre es demasiado triste.
Yo tambien soy creyente practicante (cristiano evangelico)y la verdad que he llegado a comprender el significado de la vida y de la muerte que me ha echo perder el miedo. Aunque es triste dejar lo que has construido en tu vida.Pero esta vida dura entre 75 o 90 años de media ¿Que pasaria si despues de la muerte nos quedara la eternidad? ¿mereceria invertir en ella no?

Anónimo dijo...

Un beso y una mano por si la necesitas.

Ale dijo...

aysss!! lo siento pero no tengo palabras, se me enturbia la vista y creo que estoy llorando. Besos empáticos..otro dia te cuento lo de mi nick

Anónimo dijo...

Mis miedos actuales son como los tuyos... a que les pase algo a mis pequeñas y no estén aquí, conmigo, ayudándome a pelearme con esos miedos, para seguir adelante.

Besos de una maia.

Anónimo dijo...

Yo también recuerdo tu recuerdo.

Recuerdo ese loco mes de agosto en Santander corriendo detrás de una chica. Recuerdo haber hablado con mi madre, raro en mí, con la política de "No News, Good News". Recuerdo la cabina de San Vicente de la Barquera desde la que hice una de las llamadas de teléfono más tristes y díficiles de mi vida.

Te recuerdo y las recuerdo perfectamente, un abrazo amigo

Anónimo dijo...

Te he leido esta mañana y ahora son las 19:02 y sigo sin saber qué decirte. El miedo es un compañero al que nadie quiere conocer pero que le acompaña toda la vida.

Yo me siento afortunada: de momento, solo temo a perder el cariño de alguien, pero perderlo por completo... No se cómo sería eso. Ya te digo, soy una afortunada.

Y, sin embargo, siempre he creido que me perdía algo. Casi todos mis amigos (tú mismo, que eres mi mejor amigo) han perdido a sus padres o a uno de ellos y siempre me he sentido afortunada de tener a todos los que quiero junto a mí.
Pero siempre he envidiado esa fortaleza que da el miedo a quienes lo padecen.

Creo que sé lo que te ha llevado a este post pero no tengas miedo a tener miedo. El que no tiene miedo a nada es que no ha vivido nada.

Croac.

LuNegra dijo...

Preciosa canción, me gusta ese duo a guitarra y armónica ;-). Buen grupo con un inmejorable directo.

Miedo?...Bueno es algo que anda por ahí, dando vueltas, que a veces nos coje de la mano y nos sonríe y nos hacer sentír su presencia y nos hace ver todo aquello que tenemos y que podemos perder por un azar de la vida. Siento que tan joven hayas perdido media vida pero queda la otra media de la que tus "queridos" quieren compartir contigo y que harán lo posible por no perdersela.

Un beso enorme y verás como habrá una estrella que brillará más esta noche ;-)

Muaks ;-)

Anónimo dijo...

Realmente (me) has demostrado que eres un ser increible. No es ser pelota, pero el post me ha dejado de piedra. Eres capaz de escribir las cosas más graciosas, y de escribir las más tristes camufladas en palabras que no entristezcan a quienes las leen. Dudo que haya mucha gente que pueda hacerlo. Casi me haces llorar. En fin, que el miedo te acompañe durante mucho tiempo, y nos puedas seguir deleitando con posts así. Carpe diem.

pijomad dijo...

Muchas cosas me surgen en la cabeza al leer tu blog y al escuchar esta música que hoy me has puesto de fondo. Pero sobre todo, lo que aparece es que los miedos van cambiando, incluso alguno jamás llega a aparecer. En cambio existe uno que no logro que desaparezca, y que intento sacar cada uno de los días con pico y pala viendo el esfuerzo inutil que asoma en mi mente. Joder. Me has dejado planchado. Y si. Me rei. NI idea, tú.

Anónimo dijo...

Eres increíble, manojo de sentimientos, increíblemente humano, es difícil contestar hoy, me queman las palabras en las manos, te mando un beso y un abrazo muy muy muy sentidos.
Hoy por hoy, a lo único que tengo miedo es a perder la confianza que tenemos mi hijo y yo, tengo miedo al portazo, a romper la comunicación tan maravillosa que aún tenemos y que nos hace abrazarnos llorosos después de una discusión. Porque nos queremos, ante todo, nos queremos, y no me perdonaría jamás si fuera tan torpe de cargarme esto. Bueno, también tengo un miedo atroz a que le pase algo por la calle, un miedo horrible a que me falte, no podría vivir sin él, no se si soy un trocito suyo o él un trocito mío...
Muchos besos, Wolffo, gran hombre. Que te quiero un webo.

Anónimo dijo...

¿era tan evidente que era yo? En estos días, tu rememoras algo que yo viví a tu lado, y aunque no lo creas también marco mi vida. Ya tenía la experiencia de haber perdido a mi padre, de lo cual todavía no me he recuperado. Lo que no sabía era que lo pero estaba por llegar. Ójala esto acabe pronto. El pero miedo es el miedo a uno mismo. Y yo , me doy miedo. Ya no soy capaz de razonar, de actuar , ni siquiera de esperar.
Y la muerte sólo me parece un descanso merecido.
^Perdí la brújula , el rumbo , sólo me queda la música, el cine, el tabaco y la medicación. Y con eso no se sostiene una vida.
Me siento invisible, vencida ,castrada, frustada y bailando en un baile al que jamás quise ser invitada.
Es dificil que toda tu vida se convireta en media vida no vivida.
Que recordar sea una tortura , que recordar sea una locura, que tu vida sea sólo la mitad de un todo.
Dolor, mucho dolor , impotencia y un inmenso miedo a darse cuenta que no soy nada.NADA-Ni siquiera recuerdos agradecidos o malos momentos. No ser . No estar . Nada
Good luck

Wolffo dijo...

jopageri
es verdad, es de esas cosas, como la muerte que nos iguala a todos. Iguales ante el miedo, diferentes por nuestra recacción. Algo así, creo. Un abrazo.

XL37glú
Es que leí el mismo mensaje en el mismo momento en dos posts y en mi correo, un pelín fuerte. Ya, olvidado. Yo recuerdo tris tras tres, es verdad, pero no fan, recuerdo un par de programas memorables, eso sí, y Faraco me caía de cine. En fin, pasaré por tu casita, ok. Un beso.

UnFos
es una forma interesante de verlo, eso de que significa que no estoy solo. me gusta. En cuanto al castpost, no sé, a mí últimamente me va de cine: ¿usas FireFox? va mejor que el explorer, de verdad. Un abrazo, amigo.

Xabi
gracias por tus palabras, Xabi, pero, francamente, no sé si estoy de acuerdo contigo: me parce que la vida, los años que dure, son suficiente razón para vivirla, no necesito la trascendencia del más allá para ser un buen tipo. Merece la pena por sí misma, creo yo. Un abrazo.

white
no sé si los necesito, pero los tomo, ok? Y te los devuelvo redoblados.

alevosamirada
Vale, espero a ese otro día. Besos simpáticos.

Wen
Podríamos decir que los miedos nos hacen seguir vivos, ¿no? Besos, maia, espero que todo siga bien.

Mich
recuerdo muy bien que la primera persona a la que acudí fue tu madre, quien, supongo que como la mía para ti, era lo más parecido a una segunda mamá que, además, tenía la ventaja de que no me regañaba. Tu madre cruzó el rellano de la escalera y se metió en casa y desde allí, mientras me abrazaba y me tranquilizaba, mientras le empapaba con mis lágrimas una blusa blanca, llamó a esos sitios donde hay que llamar cuando se tiene la serenidad que a mí me faltaba. Nunca se lo agradecí lo bastante, y jamás lo olvidaré. Fue un día extraño. Un abrazote, amigo.

Rana
pues didimulas muy bien eso de no saber qué decirme. Y sí, eres muy afortunada, Ranita, pero no por nada, sino por tener a tu lado a ese peasso de maromo que te da sombra. Un beso gordo, niña.

LunaNegra
hey... cómo me conoces, sabes que me desarman las alusiones a la música. ¿Sabes lo que me hace recordar a mi madre, más que las estrellas? las puestas de sol anaranjadas. En una de esaws, mi madre me dijo un día: mira, la virgen está planchando. Muacks!!

Niniadulze
caray, qué comentario... jo, eres un solete, no sé que contestarte. Un beso muy gordo.

pijomad
¿Qué miedo es ese? Lo malo no es tenerlo, creo, sino que te atenace y no te deje actuar. Un abrazo.

Malaperzona
Cómo eres de poco mala y de buena perzona en realidad, Malilla, cómo eres... Un beso más gordo que el tuyo y también te quiero, pero yo dos webos, que soy un hombre completo ;-)

Anónimo dijo...

a ver miedoso, sé que ni pasas por mi blog ni nada, ¡como no te rio las gracias y no te pido autógrafos me has cogido ojeriza!
pues te informo que mi blog ha sido borrado del mapa, ahora estoy aquí.

http://ararat.blogsome.com

Anónimo dijo...

mi padre dice una frase habitualmente (yo, y mi padre) El Miedo es Libre.. pero es nuestro peor aliado... al margen de mi relacion con los M-Clan de la que podria hablar infinidad solo puedo decir que quien pasa miedo como dice rana no creo que sean los mas fuertes.. solo se que han pasado por muchas cosasy a veces la bendita inconsciencia es nuestro mejor aliado

besos fuertes!

Anónimo dijo...

te he leido, al principio me arrancaste una sonrisa con los miedos a la bruja madrastra de Blancanieves y a los subsecuentes, pero al continuar, me llevaste de la mano a algo tan triste, que yo misma he vivido...no en un accidente pero si, sin esperarlo, mi madre en 15 dias sin aviso...joven demasiado diria yo! un hermNO en horas, por lo mismo...derrame cerrebral...mi pareja hace 6 meses un infarto!!...que todos tenemos historia y x desgracia creemos que somos los únicos marcados...
pero continuo con el mismo miedo de siempre...a la vida, a lo que tiene a la vuelta de la esquina!!
Miedo...ese miedo que todos tenemos de perder, de sentirlo y evadirlo...pero que a diario lo tenemos...
Mas lo importante es sacar el capote y torearlo y vencerlo llegado el momento...que todos vivimos con esto!!
Ja!, ya me pique con el comentario!
El caso es que mnkanto...realmente me gusto mucho!! linda manera de escribir
saludos..

Mons dijo...

Todos tenemos miedo golferas, yo mucho, muchísimo, sobre todo cuando veo a mi hija, se me anuda el estómago solo de pensar que algo pudiera ocurrirle. ¿Sabes? cuando sale un sábado por la mañana soleado, echo más de menos a las personas que no tengo conmigo, porque me gustaría poder compartir con ellas el sol sobre mi piel y un café con tostadas en la terraza de mi casa cuya calle no tiene nombre.
No tener miedo no es valiente, el verdadero valor consiste en vencer el miedo. Y para momentos de flaqueza tienes a todas esas personas que temes perder, y mi mano querido amigo, también.
Un besazo enorme.

Anónimo dijo...

Una banda sonora preciosa para un post inolvidablemente emotivo.
Yo tengo miedo a que les pase algo a mis hijos, a mi marido, a todos mis seres queridos. Miedo a que la vida tan buena que tengo de una vuelta y se convierta en algo incontrolable. Miedo a que nos hagan daño, miedo al dolor...
¿Quién no tiene miedo? El que no teme a nada no es humano.
Y mira, yo en los momentos duros de mi vida he encontrado mucho consuelo en la fe, y sobre todo me doy cuenta de lo afortunada que soy cuando pienso en todo esos miedos hipotéticos.

Un beso muy fuerte, y gracias por este post, que creo que nos ha hecho reflexionar a todos.

David Saä V. Estornell dijo...

Me cuesta digerir hoy, por cierto, conozco muyu bien al guitarrista de M-CLAN...
un abrazo enorme, jamás te olvido.

Alfredito dijo...

¡Joder tío, me has encharcado los ojos!
Veo que no sólo tienes un lado cómico, sino que también estás dotado para el drama. Eres un monstruo (pero no como el Fari, eh).
Una vez me encontré a Kiko Ledgard en Segovia. Yo estaba de viaje de fin de curso con los niños y me fui a comer con un compañero a Casa Duque. Y allí estaba Kiko, comía solo y estaba ya mayor, y no me dio miedo, más bien una pena extraña. Y es que, si lo piensas bien, comerse un cochinillo a solas...pues qué quieres que te diga, que es muy triste (sobre todo para el cochinillo, claro).
Un abrazo (hoy emocionado)

Wolffo dijo...

Adelfus
gracias, amigo, es una forma muy elegante de decir que este post me ha quedado espeso. Yo tampoco olvido, amigo. Abrazo fuerte.

Alfie
yo estoy muy bien dotado en general, podríamos decir. Eso de irse solito a Segovia a zamparse un gorrinillo sin compañía, sin poder decir, con la boca grasienta, esto está de lujo, tío, o chati, o amigo, o jefe o lo que sea... chungo, es verdad. Un abrazo (hoy agradecido)

Azusa dijo...

Yo siempre tenía miedo a una llamada de teléfono, las peores cosas siempre me las habían comunicado así... pero cuando supe que mi madre se irá para siempre, sólo tengo miedo a fallarle, a no estar a la altura, ya no hay miedo para nada más...

Anónimo dijo...

Recuerdo bien a tu madre.Y no fueron tantos años, pero no se me olvida su rostro. Te conocía bien a ti, y, me conocía bien a mi. Me quitó el plato donde yo batía unos huevos, y me dijo: ¡¡Eso no hace así, trae eso para acá!! Recuerdo perfectamente cuando me pilló diciéndote: Tronco no estudies tanto y a ver si te ves con los amigos, y ella estaba detrás, y me miró severamente. Y cuando calmó a una alemana que estaba indignada con Antoñito porque había tirado un petardo en la pelu de Jeff Lynne.Mi madre la quería un montón.

Anónimo dijo...

:(
Saberse uno los miedos y las penas es una gran cosa. Y no es condersse de ellos y hacer como que no existen.
Besitos tiernos worfillo

Wolffo dijo...

Azusa
imagino que, siendo malo que te pasen las cosas sin prepararte, debe ser peor prepararse para afrontarlo como cosa cierta. No te envidio. Pero te mando un abrazo.

Buch
tu madre quería un montón a todo el mundo, es de esas personas que quieren y quieren y cuando crees que ya no van a querer más, hala, quieren más y más, pero es verdad que se llevaban bien. Qué gracioso eso que cuentas, yo no me acordaba. Anbrazo, amigo, pedazo de eunuco.

Manu
Me parece que sólo puede estar de acuerdo contigo. Besos tiernos y frescos, fruterilla mía.

Mons dijo...

golferas, tu rana y tú sereis siempre bienvenidos.
Muacccc

mOe:) dijo...

El miedo es nuestro y lo que hagamos con el es lo que importa :) Tu haces canciones...CachO WolffO :)

Wolffo dijo...

Mons
te tomo la palabra, niña... UN besote.

mOe:)
ostrás... si fuera verdad eso: parece el título de un disco: Las canciones del miedo. Genial, ¿no? Abrazo, amigo mío.

Mari dijo...

El valiente va hacia adelante con miedo. El cobarde se paraliza con el miedo, no lo mira, o lo niega.

Un beso al valiente Wolffo.

Wolffo dijo...

Mari--
Eso digo yo. Fíjate, a mí me han hecho falta tres hojas y tú lo soluciones en dos líneas. Tengo que aprender a sintetizar. Un beso gordo.