martes, septiembre 20, 2005

Prefiero un misto

Ella no se detiene cuando llega al aeropuerto.

Anda como si tuviera el viento en contra, pero no ha salido de la terminal. Lleva gafas ahumadas que le tapan media cara, el cuello de su blazer (blazer, ¡qué palabra! ¿qué prenda será exactamente?) subido y pinchándose con la barbilla en el esternón, no sé muy bien con qué objeto.

Se acerca a las puertas corredizas de cristal con paso decidido. Anda que si no se abren, menudo papelón… Lo cierto es que parece una famosa huyendo de los paparazzi, salvo por el detalle de que no hay paparazzi. Sigue avanzando y las puertas… se abren, menos mal, que si no, ridícula llegada al aeropuerto de Madrid-Barajas.

Se sube a mi taxis. Mi madre me dice que no se dice taxis, si hablas de uno solo, que se dice taxi y que se pronuncia tacsi, no tasis. Como yo le digo: ¡Qué sabrás tú, madre, de la vida, con lo vieja que eres…!

- Al palas – dice.

Tengo un Toledo trucao que no veas cómo corre. Bien, ella, la que se cree bella, la que se ve como una estrella, está detrás, y yo miro por el retrovisor cómo se quita las gafas de sol y queda con los ojos abiertos y los muslos cruzados. Menos mal. No sé qué hubiera pasado si abre los muslos y cruza los ojos.
- Debe doler lo de cruzar los ojos- digo en voz alta, no sé muy bien porqué. Los tasistas somos así, miramos por el retro y decimos cosas. Y no esperamos que nos contesten, no hay porqué contestar. “¡Siga a ese coche!” es la frase que me gustaría que ella hubiera dicho, pero no, lo que me dice es:

- ¿Perdón…? – dice ella sin que yo sepa muy bien porqué se disculpa y porqué lo hace en tono interrogativo

Lo de abrir los muslos debe estar genial. Para mí, ahora hablo de mí. Hablo de mí, pero refiriéndome a genial para mí, pero siendo ella la que abre los muslos, claro, yo, como buen macho español, estoy continuamente con los muslos abiertos pa que lo que me cuelga no se agobie. Bien dotao que está uno. Como decía esa bella canción:

“En todas las tiendas, me decían, ¡Vete!,

no hay pantalones para tanto paquete”

Es un buen pensamiento, así que decido compartirlo con mi cliente, no soy egoísta, cuando me pasa algo bueno, lo comparto con mis semejantes

- ¿Sabe? – le digo sin dejar de mirar hacia delante, pero echando furtivas miraditas al retro – yo es que tengo unos testículos bastante principales – no he dicho “cojones grandes” en atención a sus muslos cruzados.

- ¿Ah, sí…? No me diga… - dice ella.

- Vale, pues no le digo- concluyo.

Ha sido una conversación interesante, aunque a ella no parece entusiasmarle hablar de mis genitales, así que pongo cara de ofendido y me limito a conducir. Al rato me doy cuenta de que ella está detrás de mí, así que no puede ver mi cara de ofendido. De modo que me quito esa cara de idiota que estaba poniendo y empiezo a conducir con pescuezo de ofendido, porque ella la cara no, pero el pescuezo tiene que verlo, no me jodas.

- Cariño… - dice ella, muy bajito, como si le diera miedo de que la oyeran en la central de radiotasis…- no te enfades, yo sólo tengo ganas de abrazarte… - ¡glups! me está poniendo malo – … todo, todo, quítatelo todo menos el reloj…

- Bueno, tendrá que esperar que aparque… - digo yo mirando por el retrovisor. Y es entonces, sólo entonces, cuando caigo en la cuenta de que no habla conmigo, que está hablando por teléfono.

Depresión.
Soy gilipollas.

La dejo en el Palas, y me meto, por la calle de detrás, según se coge a mano derecha, pero sin pasarse, en Bruno’s, un local precioso, con chicas y todo. Me derrumbo en mi mesa, junto al ventanal, el sitio que Bruno sabe que es mi sitio y hablo sin mirar.

- Hola Bruno, un fanta…

Y Bruno, barman experto, curtido, que sabe lo que debe decirle a un hombre destrozado, se acoda en la barra y me dice:

- ¿Con yelos y pajita?

Yo le miro a los ojos, y viendo su mirada limpia, cansada, sincera, asiento con vehemencia. Me pone mi trago con yelos y pajita y me pregunta melancólicamente:

- ¿Pa comer quiés almondiguillas?

Era un momento crucial en nuestras vidas. El ambiente, era perfecto. El pianista, ajeno a todo, borracho, calvo, estropeaba la escena con una infecta y artrítica interpretación de lo peor de Mecano. La bailarina obesa se cortaba las uñas de los pies al otro lado de la barra, distribuyendo fragmentos voladores de uña por entre las distintas bandejas de frutos secos. El camarero bizco, se sacaba un moco mirando al infinito. Toda la escena invitaba a vomitar. Y yo, enjuto, vibrante, resumiendo en una frase mi conocimiento del mundo, le respondo, sin vacilar:

- Prefiero un misto.

The End

33 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de sentir pena por ese taxista machote que no le sale el plan con la tía'wena... creo que es culpa de no haber desayunado... voy a por mi café... Eso de sentir pena por un machote no tiene que ser bueno para la salud.

Besos de una maia.

Mons dijo...

jaaaaaaaaaaaajajajaa me ha encantado este texto, me he reido mucho niño! jajajajaja me gusta eso de "pescuezo ofendido" ¿cómo se hace? lo estiras y estiras, y lo mantienes un pelín girado?
Wolffo, me encanta, gracias por estas risas de por la mañana, hacen que un martes por completo anodino y feo tenga su dosis de carcajada, y eso no tiene precio.
Besos wapo!

Anónimo dijo...

Sí, querido tacsista, lo de cruzar los ojos duele mucho, si lo sabré yo...

Cómete el misto y llévame a casa

Wolffo dijo...

Wen,
jajaja, desayuna, maia, que no es bueno meterse estos chutes con el estómago vacío. Un besote fuerte.

Mons,
te vas a ganr un achuchón de esos estratosférico como sigas por ese camino... y luego vienen los disgustos. Besos, de momento, comedidos.

Sabelilla,
maaaarchandooo ese mistooo. Y subirás a mi taxi y, mirando por el retro, te diré galantemente, levantando el sangüi con la boca llena y escapándose las miajillas masticadas: ¿guhhhta...? Y tú dirás no gracias y cuando lleguemos a ese lugar que tú y yo sabemos que podemos llamar casa (¿¿¿???), me dirás indolente por aquí, donde pueda y yo bajaré la bandera y tú saldrás de mi taxi y el mundo habrá ganado un cínico más. Y besos, claro.

Anónimo dijo...

caro wolffo, me despisto un rato y ya me tienes 3 relatos que me han llevado todo mi desayuno cafe y tostada...

caro wolffo no siento pena del tasista una ha tenido que salir cuasi huyendo de mas de uno... aunque tengo que decir que todo juego me divierte....

claro que si me subiera en un tasis en barajas pa ir al palas... y dijera a alguien eso de quitatelo todo menos el reloj delante de otro... casi que como que le invitaba a subir no??? que poca consideracion!

PD: Gracias

Anónimo dijo...

Genial :D te quedó muy bien, con el toque de intriga justo... de lo mejor, el ambiente que recreas del bar.

Saluditos!

Anónimo dijo...

Ays! Esos taxistas castizos, y esos camareros de los de antes. Jopetas, que no se acabe lo bueno...!
Besos
Sigrid

Anónimo dijo...

“En todas las tiendas, me decían, ¡Vete!,
no hay pantalones para tanto paquete”

No te imaginas la de veces que he cantado esa canción en los campamentos xDDDDDDDDDDD mientras ibamos de marcha (que no de fiesta) o construiamos alguna cabañita de madera. Que recuerdos ... y eso que los años campamenteros me quedan más bien cerquita.

El relato genial xDDD para mi, la mejor parte indiscutiblemente la terrible equivocación del taxista, 'gilipollas' y su posterior depresión xDDD

Muchos besitos! ;*!

Wolffo dijo...

MariGildi's,
las cheese women tendríais que ser más consideradas con el gremio taxista, que sufre bucho, bucho, cuando un bomboncillo sube al tasis... Gracias a ti, bonita, un besote.

Synnove,
es que es mi bar, me resultaba fácil recrearlo, muchos fantas y muchas uñas de bailarina obesa entre los panchitos llevo en mi vida... Ay, qué perra vida. Bexos, wapa.

Sigrid,
jopetas, jajajaja, eso que no se acabe. ¿no te has pensado en abrir a comentarios tu blog? Hoy he leído un post bueno sobre el metro, pero lo de comentar es difícil.... venga, dame una alegría.

Oh-Kapi,
tiénela, tiénela, un gran falo a contraluz que viola sin más ceremonias la soledad de un bar a mediatarde.
Por ejemplo. Un abrazo, verde (it has to be green!) okapi.

Niniadulze,
es que es como lo que tengo entre las pien'nas, que a todoas las tías las pone muy tien'nas... jeje, siniestro total forever! Un bexo, nena.

Anónimo dijo...

por cierto no se si pickles te mando la foto de sus 5 pero yo tengo 4 :P

y por cierto lo del bombon lo de cheese y todas esas cosas las dices tu..lo sepas....no te lleves una decpecion luego...el qu avisa...

Anónimo dijo...

Sin duda, dura es la vida del tasista. Cuantos muslos cruzados y, digamoslo, deseables deben ver cada día, cada hora, cada cliente.

Para, al final, acabar siendo un onanista del misto ¿con o sin huevo?

Anónimo dijo...

Pobre tasista, que vida más perra.
Y menos mal que ya he comido, porque la bailarina obesa que se cortaba las uñas de los pies distribuyendo fragmentos voladores de uña por entre las distintas bandejas de frutos secos, me ha revuelto un poco las tripas. Ays.

Besos y gracias por hacermedereí!

Wolffo dijo...

MariGildi's
todas, absolutamente todas las mujeres, excepto tú, me han mandado fotos completamente desnudas para demostrarme que, o bien no tenían tatuajes, o bien que sí los tenían. Así que menos hablar y más enviar fotos. A cambio, te digo en exclusiva mundial que el próximo sábado, en un pueblo que se llama Herencia, próximo a Villafranca de los Caballeros, entre Alcázar de San Juan y Puerto Lápice, se celebra una cosa que llaman "La Fiesta del Vermouth" y para tan magno evento, han tenido a bien invitarme para que amenice el papeo con mis trinos. Estaré allí entre 1 y 4 de la tarde. Pobres herederos... Bueno, que besos pa ti, fermosa (y queso y bombón).

unfosforo,
saludos triples, un placer; por supuesto, dado su estado de ánimo, sin huevo. En realidad, aunque todos hemos asumido que se trataba de un sangüi de jamón y queso, ¿te has parado a pensar que podía tratarse de un perrito con tomate y mostaza? Dejo en la pregunta ahí, en el aire... Un abrazo y bienvenido.

MariBinchi's,
es que eres una mujer sensible en extremo, miamol, aunque, si lo piensas, las uñas de bailarina deben ser especialmente duras y malformadas y sí... es un poquito para dar arcadas sin parar. Y gracias a ti por hacerme de contestarte. Un beso enorme.

Anónimo dijo...

¿Te has parado a pensar, si Bogart hubiera conducido un tasis, de qué hubiera sido su misto?

Probablemente solo de queso. ¿No?

Un abrazo.

Grial dijo...

No lo puedo creer, cómo puede ser que aún queden personas incapaces de tomar conciencia de la importancia de la conversación sobre testículos principales, no es un tema del que puedan hablar muchas personas,con conocimiento de causa...
No me extraña tu decepción, suerte de Bruno.
Un beso solidario :P

Wolffo dijo...

unfosforo,
odio reconocerlo pero, me he perdido. ¿por qué sólo de queso? se explique, caballero. Un abrazo.

MariGrili's,
es cierto, mujer, es cierto, aún queda gente asín. Porque, además, testículos principales es sólo un enunciado, pero puedo profundizar y contar miles de cosas, anécdotas divertidas, aterradoras de mis testículos. Quizá alguien, algún día me dé la oportunidad. Gracias por tu solidaridad, Grialilla, beso tus pies.

Guiss dijo...

En eso se distingue una mujer segura de sí misma: en que no vacila en absoluto al aproximarse a unas puertas de cristal de apertura automática. Claro que a veces en lugar de segura lo que puede ser es miope, pero eso es otro asunto. Sin embargo, ésta era segura de sí, porque reaccionó bastante fríamente a la autopromoción del taxista, que por cierto, los tendría grandes de por sí y terminaría con ellos aún peor tras la carrera.
Haz caso a tu madre, aunque te cueste, y di taksi, como si la equis fuese una letra diferente de la ese (que lo es)
A mí también me parece fálica la ventana, como al okapiverde, (aunque eso no garantiza que el okapi no tenga la mente enferma porque he estado un rato pensando que la mancha sobre la falda de los muslitos deseables era otra cosa, hasta que finalmente me he puesto las gafas y he visto que correspondía a los libidinosos ojos del rijoso taxista), pero entiendo que es un detalle de ambientación, el marco ideal para el camarero capaz de ofrecer una pajita al cliente justo en el momento oportuno, con la fanta y el hielo.
Veo por otro lado que sigues con esa fijación por los pies, si no es que huelen, es que lucen uñas como mejillones, ayssssss. Quitando este pequeño detalle, me he reído un montón y me han encantado los cruces de miradas que duelen y el pescuezo de ofendido. Muuuuuuchos besos principales :P

scape95 dijo...

Jajjaaaaaa, menos mal que hoy no te he leido desde el curro, que si no me echan!!!!!

Wolffo dijo...

Guiss,
qué pasada de comentario, colega, cómo me gusta esto... en primer lugar, tienes razón, pero no toda la razón: ella era una mujer segura de sí misma, pero miope también, y astigmática, además de filatélica, que me lo dijo. Si te pones así, miamol, haré caso a mi madre, como si fueran letras distiontas... brrrr... y la explicación del porqué del marco y la pajita... te la compro toa, pareces mi razón (ya sabes, en la eterna dicotomía entre la razón y el corazón, nunca consigo dominar a la primera, y como el segundo va por libre... un desastre. Que adoro estos comentarios postianos, guisantilla y que te comía a besos si te tuviera a tiro.

Scape,
pues a ver qué va a pasar... tendrías que leerlos en la ofi, que están escritos para eso, y si no, pos no es lo mismo. A ti no te comía a besos, que lo sepas, pero sí te daba unos viriles palmoteos en las espaldas. Sea.

Wolffo dijo...

¿distiontas?

Anónimo dijo...

en esta ocasión tendría que haber cenado antes de leer..... pero me he reído hasta con los comentarios! entonces lo demás es secundario no?
Un saludo Wolffo, en ésta tu nueva etapa estás que te sales ;))

Wolffo dijo...

Azzura,
que no, que no, que yo soy muy comedido y no me salgo nunca. Lo que no entiendo es porqué dices que tenías que haber cenado antes; ¿acaso la escena de las uñas te ha abierto el apetito? Saludos enormes pa ti, y muuuuchas gracias

Anónimo dijo...

uy uy uy uy que mejor previo para la supermegadad blogueraaaaa alli llevare al motero !!!!!! lo sepas!!!!!!

ya puedes ir dandome mas datos!

Wolffo dijo...

Gildix,
no tengo más datos, my dear.

Unknown dijo...

Wolffo, date prisa, que aún queda por colonizar Blogia :P
Yo no prefiero un misto, yo me decanto por un fondo claro mate con letras oscuras mates.

Anónimo dijo...

A ver si a la segunda me deja ponerte un comentario, porque ayer lo escribí y nada. Crucemos los dedos.

Ayer venía a comentar que en el fondo me siento un tacsista sin las pel... del de la historia. No te asustes, solo que alabo la determinación del buen hombre a la hora de decir lo machote que se sentía y lo insinuante de la chica de ojos abiertos. Ese tacsista es un tio con las ideas bien claras y me cae bien.

A cuidarse!!

Wolffo dijo...

Gallipato,
tú dame un par de días y planto un huevo en blogia fijo. Lo otro, he de admitirlo con las orejas gachas, no lo he pillado. Snif... Abrazo, no obstante.

AviaDro
es que los tacsistas huevones, a pesar de su mala fama, son buena gente, dí que sí, AviaDro, a veces primitivos, pero buena gente. Un abrazo, amigo.

Anónimo dijo...

Pues no tengo ni idea yo tampoco, también odio reconocerlo, pero es lo que más me pegaba con ese ambiente.

No hay novela negra que se precie de serlo sin un fanta con pajita y un misto de queso.

Tenga usted buen día.

Wolffo dijo...

jajajajajaja...!!! siendo así, no tengo m´´as remedio que felicitarle por su morro y buena disposición para aportar valor a los artículos con ese sabor inconfundible.

jajajaja, muy magnífico.

Tenga usted el día más mejor, hombre.

Big dijo...

jajajajaa seguro que este conductor de tasis es de los que paraba el video en la famosa cruzada de piernas de Sharon Stone ... y rewind, rewind, rewind :P Brutal el cuento, brutal ;) xxxxxxxxxxxxxx

Anónimo dijo...

Mira que son palizas los taxistas! cuando vivía en Barcelona y cogía tantos taxis pensé hacerme una pegatina que pusiera "Prohibido hablar con la pasajera"

kisses!

Wolffo dijo...

Biggie,
hay que entender a los taxistas... lo de la Charito Piedra era mu fuerte. Por cierto es lo único que he visto de esa peli; las dos veces que empecé a verla me quedé dormido, sin duda fallo mío, pero no he conseguido acabarla. Besos a cienes.

Bruji,
jajajaja, eso está bien, en plan, no sea usted pelmazo, oiga, y déjeme en paz, no me dé conversación, que no me hace ninguna falta. Limítese a llevarme y a cobrarme la cantidad desproporcionada que me va a cobrar. O sea, buen rollito. Mil besos, wapa.

Anónimo dijo...

Wolfo no sé como lo haces pero siempre me haces reir y hoy me ha venido este post tan bien como dos aspirinas por lo menos.

Un abrazo y la proxima vex mira bien a quien metes en tu taxis