miércoles, noviembre 22, 2017

He vuelto. Volved.

Han pasado 7 laaargos años.
Desde que a finales de octubre de 2010 mi amigo Buch me dijo que podía intentar hacer carrera en
CEPSA, y empecé a trabajar en una gasolinera, sin saber exactamente dónde me metía, han pasado 7 larguísimos años. Y, de verdad, me han parecido 70.

Primero 5 años como empleado raso, como trabajador manual no cualificado, como obrero, sin querer sonar populista, y después otros dos años gestionando una gasolinera (también de CEPSA) como cofista (ver La nueva vida), han sido suficientes para mí. Suficientes, no... demasiados.

Mi experiencia en CEPSA no ha sido buena, ni mucho menos, y he acabado hasta el gorro de una empresa que, ni como empleadora, ni como partner, disculpen el palabro, estuvo jamás a la altura de lo que uno espera de una gran empresa.

En esa empresa, además casi perdí por completo la autoestima, la salud, la línea, las ganas de ver a mis amigos y familiares (me daba vergüenza, ¿podéis creerlo...?) y la cordura; también se erosionaron gravemente mis ganas de escribir y de hacer música, de editar audios y videos y, afortunadamente, la creatividad y las ideas, simplemente, se quedaron aletargadas, esperando un mejor momento.

Al parecer, ese momento ha llegado.
Desde el pasado 6 de noviembre he vuelto al mundo de la comunicación, la publicidad y el marketing. Me siento, aún hoy, un poco entumecido y abrumado por todas las cosas que tengo que retomar, las que tengo que actualizar y las cosas nuevas que he de aprender. Afortunadamente, el mundo no se para. Sigue rodando y siempre hay que seguir aprendiendo.
Aunque mi carrera se ha desarrollado en un campo algo más amplio, en realidad mi profesión es la de creativo publicitario. Empecé en creatividad como copy, como redactor, y terminé siendo un hombre de ideas en el sentido más amplio, haciendo muchas más cosas, pero mi campo fue siempre la creatividad. En mi nuevo puesto de trabajo, como consultor, o responsable del área de marketing y comunicación de mi nueva empresa, Avanza2, he de asumir otras tareas de comunicación, estrategia, marketing... pero me siento bien. También estoy teniendo la oportunidad de aprender a marchas forzadas, de explorar nuevas habilidades y técnicas y de... volver a ser yo. De volver.

Volved, pues, a mí, las ideas; las ganas de inventar platos y recetas nuevas, de escribir, de hacer canciones, de editar videoclips, de hacer el amor y la guerra, de quedar con mis amigos, de dar el coñazo a mis compañeros de la banda...
Volved a mí, ideas, y yo os prometo usaros bien. Daros buenos campos de juego y pistas de despegue para que voléis (no demasiado, tampoco hay que exagerar) hacia mundos desconocidos, pero apetecibles.
Volved, amigos, que yo ya he vuelto.
Y... volved, volved, volved.




Mirad. Este videoclip lo edité al poco de empezar a trabajar en la gasolinera. Cuando empecé con los turnos de noche, casi me suicido del aburrimiento, así que... hice una canción.



Eso es lo que me pasaba antes. Cuando me pasaba algo, cuando tenía alguna experiencia, eso se convertía en mi cabeza en un relato, una canción, un plato... un algo provechoso, un algo con entidad, con sustancia. Pocos años después, cuando parecía que jamás saldría de las gasolineras, cuando me pasaba algo... me deprimía. Y esa sensación, esa capacidad (convertir las experiencias en creaciones sustanciosas) es lo que tiene que volver.

He vuelto. ¡Volved!