jueves, diciembre 22, 2016

Discreto y evocador Retablo Navideño (The made of Christmas)

Jesús, al cumplir los 38,seguía sin trabajo. La gente le daba por muerto y resucitado, y elevado a las alturas, pero el tío, a los 35, seguía sin trabajo y viviendo del cuento. Uno de tantos.
José, el padre, conocido en Judea como El Virutas, tampoco es que tuviera una actividad empresarial o profesional brillante; lo cierto es que su carpintería, abierta con ínfulas de "negocio artesano" y "de proximidad" en tiempos de grandes superficies (de estupidez) era una birria de tienducha, un taller tardón y chapucero y una empresa, al fin, prescindible del todo.
María,la madre, sostenía el núcleo familiar con más voluntad que acierto, y tejía bufandas, calcetines, manoplas y jerseys (antes de que se llamaran así) para todo aquel que quisiera pagar sus abusivos precios, sobre todo si los comparamos con el material que vende Amang Tziort Egga, el dueño del hiper chino local, que vende el mismo material que María (además de 2.000 referencias más) a mitad de precio y ofreciendo el doble de calidad. La gente compra las labores de María porque saben que si no lo hicieran, el mendrugo de su marido y el vago de su hijo no tendrían un plato de garbanzos que echarse a la boca.
Aquel solsticio, y los días venideros, del año 38 era un tanto especial. La gente había empezado a celebrar esos días raros con cenas de empresa, pedos sincronizados (hablo de alcohol no de ventosidades) y casi obligatorios, reuniones familiares con pelea de cuñados, regalos de amigo invisible, ñoñería espontánea, vacaciones escolares y marisco a todo trapo y se reunieron algunas delas más importantes cabezas de huevo de la época y se preguntaron cómo podían llamar a esos días tan raros
Uno dijo que le llamaran la semana fantástica y que se hicieran ofertas y rebajas (fue golpeado por sus semejantes)
Otro propuso que se llamara Antibu Propheno, porque siempre se le inflamaban los testículos
Uno que era bastante idiota y siempre tenía que dar la nota llamando a las cosas en inglés dijo que les llamaran a esos díaslos Play Off, y fue escupido por las multitudes hirustas y por las otras más cultivadas, también.
José, que a pesar de ser un empresario sin éxito y trascendencia, era miembro del prestigioso Consejo Nefando De Cabezas de Huevo (por su hijo, este era como el padre de Messi), propuso que se llamara Navidad, pero nadie le hizo caso. Nunca se lo hacían.
Otro dijo que llamaran solsticio de invierno al solsticio de invierno, con el argumento, irrefutable, incontestable, de que era eso lo que era en realidad, pero a todo el mundo le pareció una idea populista y facilona.
Un idiota llamado Obvio Señor, al que, sin embargo, todo el mundo tenía en consideración  (le consideraban un poeta urbano, como pasa hoy con el memo de Joaquín Sabina, lo mismito) dijo que le llamaran Navidad y como era un idiota respetado, a todo el mundo le pareció una idea estupenda
Oh, Navidad, navidad, repetían, blanca y dulce navidad, feliz navidad, próspero año y felicidad, y awanawisyu amerrycrisma, y José, que era bajito y poco agraciado, saltaba y levantaba los brazos reclamando la paternidad del nomen, que se mesácurrío a míii, gritaba, y todo el mundo le daba palmaditas y benigiles (1) y se cagaban en su madre, quepesaodiosssmio, pero iban a felicitar a Obvio Señor y a hacer genuflexiones y beber cava, aunque entonces no le llamaban así, sino Champanfúl, vete tú a saber porqué, y así fue que la Navidad se llamó Navidad, ese mismo añó y todos coincidieron en que ya la historia se encargaríacon su sesuda ceñudez, de dotar de significado a estos días tan señalaítos.
María preparó croquetas, célebres en toda la cristiandad, y en la morería también (los chinos no contaban, entonces, estaban inventando cosas como el papel, la seda o las tiendas de todo a un pavo) y la mujer de Obvio Señor, de nombre Golfilla Dama, prepaó unas japutas y unos tomates al natural (vamos que no hizo nada y luego decía... es que es como más rico está... así, sin hacer nada), José aportaba a la fiesta unas tablas para cortar pan (su destreza no llegaba a más) y otras personas prepararon manjares y cosas asquerosas,que de todo había. Obvio Señor se encargaba, como todos los pelmazos del mundo, de llevar los vinos, que hay que ver qué pesao está el mundo con los vinos y ese rollo sabihondo de la enología... seguro que si hoy invitas a comer a Joaquín Sabina,se presenta con un vino y una historia pedante. Fijo. Jésus, parado ya de larga duración, se compró un dulcimer marca Fender (¡ay...!) y dijo que cantaría madrigales alusivos al invierno, aunque aún no se habían inventado.


Cuando estaban ya todos pedo y llevaban más días de juerga que una boda gitana, vieron aparecerpor el horizonte a BB King (el rey del blues), Elvis Presley (el rey del rock and roll) y a Ramoncín (el rey del pollo frito), vacilando entre las dunas en sendas Bultaco Dromedair, unos pepinacos de 125cc que lo flipas, y lo gracioso es que BB king es negro, pero hicieron vestirse y maquillarse de negro a Ramoncín, porque todo el mundo ha encontrado siempre divertidísimo reírse de los listillos.

- ¿Dónde stá el bebe? - dijo Elvis poniendo posturitas
- ¿Qué bebe...?
- Venimos a honrar al niño Jesús
- Bueno, no es exactamente un bebé, tiene 38 castañas...
- Pero sigue viviendo en casa de sus viejos, ¿no?
- Eso sí - reconocieron las masas
- Pues eso, un tío con talento ...

Y BB le regaló una 335 Lucille negra y reluciente; Elvis una J200 natural, rubia y voluptuosa y Ramoncín, mirra.

- ¿Qué coño es eso??? . dijo Jesús rasgando los telones del cielo
- Vale... toma esto también - dijo Ramoncín, y le regaló un cubo de pollo frito extra crispy que te cagas.
- Eso sí... - dijo Jesús, y dando las gracias, lo repartió entre los asistentes al ágape diciendo: tomad y comed todos de él, porque esto me ha costado lo suyo conseguirlo, pero dejadme una alita y un trozo de pechuga, al menos, que son mis favoritos.

Y la gente supo que debería comer pollo frito en Navidad, pero pronto se le olvidó y empezó a cometer errores llamados caviar y endivias, y colosales afrentas como el queso e innecesarias mindundeces como los guisantes y el pollo frito fue quedando en el olvido y en Valdemorillo no hay KFC, señores, ¿no es un escándalo? ¡¡En toda la maldita sierra de Madrid no hay KFC!! ¡Válgame...!

Y Feliz Navidad a todo el mundo, pero más feliz a los que siguen, inasequibles al desaliento, acudiendo a leer, a buscar un poco de cordura a Las Peroratas de Wolffo, un rinconcito de dignidad en un mundo tan melifluo...

¡¡Feliz Navidad!!











(1) Benigiles. Las collejitas que daba Benny Hill en su obra maestra del siglo XX, El Show de Benny Hill

4 comentarios:

Carmina dijo...

No sé, no sé, creo que no es la mejor de tus entradas, Además, no sé por qué esperaba una continuación de la anterior (será porque en el título le pusiste un 1, como si hubiera un 2 esperando en la recámara), Pero da igual yo aplaudo hasta que se me caigan las manos, que quiero seguir formando parte del club los inasequibles al desaliento, Espero a la siguiente entrada donde, ya recuperado del cava y los langostinos, volverás a estar tan genial como siempre, Wolffillo de mis pecados.

Wolffo dijo...

Coño... vaya corte. Creí que había estadpo bien... amí me gusta,pero supongo que no se puede pretender estar bien siempre... bueno,miento, se puede pretender (yo lo pretendo, de hecho) pero no se puede conseguir siempre.

Detodos modos, te agradezco el toque de atención, y procuraré estar más alerta cuando la mediocridad me ronde.

Un beso grande, Carmina, feliz Navidad y un 17 lleno de cosas buenas (y algunas de esas que, siendo buenas, la gente llama malas)

Mal dijo...

Yo discrepo: me ha parecido excelentemente escrito y divertido y disparatado. Es decir, en tu línea. Puede ser,y no lo niego, que yo sea un poco pelota y complaciente, pero me complace este escrito tanto como casi todos los demás.

Y por cierto, Feliz Año Nuevo.
Muchos besacos.

Wolffo dijo...

Yo discrepo de ti, Mal, no creo que estés siendo pelota, creo que sencillamente, como mujer del siglo XXI y un poco también del XX,estás subyugada por el talento literario y la potencia artística de mis letras,que son -por así decirlo- la sublimación puramente química del arte literario, como reconocen sin ambages diferentes estudios de las universidades de Fotherington-Sussex y Alabama, por citar dos ejemplos de universidades quetecagas.
Seamos justos. Seamos sinceros. Seamos socios.