martes, enero 05, 2016

Naranjas

Tardo mucho en pelar una naranja.

Tardo en elegirlas, una por una, en el súper.

Y tardo en comprarlas. Quiero decir que las compro tarde, ya bien entrada la temporada... y cuando estoy seguro de que ya están como a mí me gustan... entonces pienso en comprarlas. Voy  un par de días al super y paso por delante del puesto e las naranjas a granel para que no se me vengan arriba. Luego ya voy y compro dos o tres. Repito esta secuencia dos veces y ya se puede decir que compro naranjas.

Me gusta cuando te pregunto que si te apetece un zumo de naranja y tú me dices que prefieres que te haga el amor, de esa manera que sólo yo lo hago, y yo me pongo a ello, con el cuchillo y el exprimidor de palanca, pensando que te estoy haciendo un zumo y zasca, resulta que te estoy echando un quiqui.

¡Hmm...! dices tú, ¡qué bien lo haces! y yo no sé si te refieres al zumo o al meneíllo, pero me atribuyo ambos sin problemas, soy bueno en eso, y tu bebes y yo te voy a contar una anécdota interesante sobre un estudio que están haciendo sobre lo blanco de la naranja, que mi madre decía que tenía vitaminas y veo, de repente, que te quedaste dormida, como aquella vez que, mirándote, te dije:

- Me va a dar un ataque
- ¿Ah, sí... de qué?
- De mi síndrome...
- ¿...? - con una sonrisa
- Ya sabes, de ver tanta belleza, en plan Muerte en Venecia, ya sabes...
- No, no sé...
- Es que no me acuerdo de cómo se llamaba el síndrome... pero hay una historia que uno se muere de ver tanta belleza... es super chulo
- Vaya... no sé de qué me hablas
- Pues... yo qué sé... te estoy diciendo, de una manera original y chula que eres muy guapa...
- ¿En serio...? - y casi te mueres de la risa.

Fracasé cuando traté de cortejarte
- ¿Me estabas cortejando...?
 
... por favor, te lo he dicho mil veces, no te entrometas en mis posts. Es de mal gusto. No deberías hacerlo, este es mi espacio, no el tuyo, no el nuestro.

Te decía que trataba de flirtear contigo y bueno, reconozco que no me salió muy bien. Incluso traté
de de arreglarlo con un guasap, pero como sucede cuando intentas arreglar esas cosas, acabas cagándola.
El guasap era pedantorro como poco,  y casi en seguida me arrepentí de haberlo enviado. Bueno... miento, me arrepentí al día siguiente, cuando abrí el guasap para ver si me habías contestado. No lo habías hecho.

- ¿Y qué quieres que conteste a eso?

¡Que no te inmiscuyas! No habías contestado, y tampoco me extrañó en cuanto releí la cosa. Era muy pedante.

- Pero me dabas una información curiosa, eso está bien... pero no sabía qué contestar... una chica bien educada no contesta a estas cosas... pero no me molestaste...

¿Ah, no...? vaya sorpresa. A veces me sorprendes agradablemente...

- ... sólo me aburriste.

Serás cabrona... ¡que no te metas en mis posts! Bueno, el caso es que un cumplido explicado un día después no tiene gracia. Ahí es donde iba, y quizá ahí es donde entran los zumos y las naranjas. Del mismo modo que  un zumo exprimido el día antes pierde todas las vitaminas, eso dicen, y un piropo explicado 24 horas después pierde todo su poder escurrebragas.

Y así me va... yo te persigo. y tú... naranjas.


Y no sé si quiero tu zumo o tu piel. Para un bizcocho o para beberte.  Y no sé porqué me tienes así de pillado. Y no sé si algún día, alguna vez, voy a dejar de desear morderte y llenarme de tu jugo y acabar con todo de una vez.

Y quería contar al principio,antes de que te metieras en mi post, como siempre, que tardé en traerme la primera naranja al trabajo. Que tardé mucho en pelarla y quitarle todo lo blanco. Y que al ir a comerla, se me cayó al suelo. 

Y que a veces todo es un asco. Hasta las naranjas.




4 comentarios:

Carmina dijo...

Es verdad. A mí me pasó lo del síndrome una vez. Fue en Agra, recorriendo el Taj Mahal a la luz de la luna llena, cuando ya estaba cerrado al público. En silencio, en soledad. uve que tumbarme en la hierba y cerrar los ojos hasta que se me pasó la fatiguita

Wolffo dijo...

A mí lo que me ha pasado, a veces, es que me pongo a llorar cantando según qué canciones.
Pero... lo de la fatiguita... eso mola mucho Kotts.

Mal dijo...

A mí lo de las canciones también me ha pasado!Lo de las naranjas, no.
Muy diver este post.

Wolffo dijo...

Ay,Mal... pues lo de las naranjas es parecido. En serio. Bueno, no... en realidad no se parece en nada. Pero creo quw tú me entiendes...