miércoles, mayo 28, 2014

Oración apresurada por la vieja de los gatos


(La Sierra Digital. Valdemorillo. Madrid, de nuestro corresponsal)

Lorna Cor, de 65 años, fue encontrada ayer muerta en su casa de la urbanización Lunaluna, en Valdemorillo. La señora Cor llevaba más de 72 horas muerta, según fuentes de la Guardia Civil, y el cadáver mostraba evidentes signos de mortificación y tortura antemortem, así como de profanación violenta postmortem. A la espera de la autopsia definitiva, lo que sí pudieron afirmar las mismas fuentes, es que la muerte sucedió en las más extrañas circunstancias. La señora Cor no tenía familiares en la comarca, y sus vecinos afirman que no tenía amigos conocidos y que llevaba años sin recibir a nadie en su casa. A nadie que no fueran los gatos callejeros que recogía incansablemente  y que, a lo largo de los años había reunido en su casa en número superior a la treintena.


(15 años antes)
Lorna Cor que andas sin saber a dónde vas,
sin ningún género de duda, sin trampa, sin cristal,
sabes cómo y por dónde susurrar para volver loco a un hombre.
Lorna a los 50 años, aún sexual y atractiva,
singular y  magnética, excéntrica y  decepcionante a ratos,
tu voz es húmeda como clítoris, tu sexo, verbalmente relevante
tu boca tiene un rictus de disgusto 
y tus pechos me están llamando a voces, no sé cómo no me he muerto.


Lorna, eterna Lorna, consciente sólo a medias 
del efecto que produces en los hombres que están de vuelta,
escuchando música y las burlas de los ignorantes,
paseando a tu perro enorme por el campo semiinfinito,
paseando de espaldas al mundo, de cara al futuro, al margen de los niños.

Recuerda la salida del colegio con carreras y adolescentes de sudor y pelusilla,
las bromas que te gastaban en grupo, insistentes,  estúpidas al teléfono
buscando un suspiro, el tuyo, munición almacenada
de las poluciones nocturnas de los granujillas en celo.

Y una vez en la que la noche y tú estábais llenas de estrellas,
cinco quintos de borrachera se llegan a tu rancho sin puertas ni murallas,
escondido un petardo en un trozo de carne curda y jugosa,
encendido, espera corta, ansia inocente y canina
y tu enorme y cariñoso perro se ha quedado sin cabeza.

Lorna de rodillas, sangrante su perro en su regazo,
mirando al cielo en un mar de lágrimas lloradas por nadie,
"maldita sea la ignorancia de los bestias, malditos hombres despreciables"
Lorna no entiende la cordura, Lorna es un brillo de otro mundo.




(15 años después)

 Lorna Cor, que escuchas tu música culta cada vez más alta
que no les das caramelos a los niños en Halloween,
que no te emborrachas ni en las fiestas patronales,
que no tienes amigos, ni siquiera de los malos.

Lorna Cor sin un euro en el bolsillo, sin una pizca de indignidad,
Lorna sin teléfono, sin miedo, sin sexo, sin destino,
Lorna Cor, toda ella un punto flaco, toda puro intestino
la mujer que nunca llora, la que nunca va en chándal.

Lorna Cor, ermitaña, pero hermosa, sin sujetador y axilas pobladas,
blanco de adolescentes a los que ignoras olímpicamente.
sin un perro al que pasear o al que volar la cabeza...
... Lorna Cor, alimentando a tus gatos sin nombre,
sin saber ni cómo ni cuándo te matarán.





(La Sierra Digital. Valdemorillo. Madrid, de nuestro corresponsal)
Los hechos crudos
Cuatro jóvenes de Valdemorillo, cuyas edades se encuentran entre los 26 y los 29 años, fueron detenidos ayer como sospechosos de ser los autores materiales de la muerte de Lorna Cor, conocida en Valdemorillo como "la vieja de los gatos". Fuentes de la Guardia Civil que prefieren mantenerse en el anonimato, han comentado off the record a este periodista que los adolescentes "cantaron la traviata" en cuanto los agentes les presionaron un poco. Al parecer, después de una noche de francachela en la que el alcohol y el cannabis tuvieron algo más que una presencia discreta, los 4 jóvenes se encontban en el disco-bar Ulyses de Valdemorillo y cuando cerró el bar decidieron "recordar viejos tiempos" y se dirigieron a atormentar a Lorna Cor, considerada desde hace años una vieja excéntrica y echada a perder, que vive al margen de la comunidad. Como cuando eran unos chavales y al salir de clase iban a tomar el pelo a la señorita Cor, se dirigieron a la vivienda de de ésta a las 4 de la madrugada. De camino a su casa, pasaron junto a la pescadería del pueblo y después de mirar en los contedores de basura, se llevaron restos de pescados varios con ellos "para darle más gracia al tema", según palabras de los mozos detenidos.
Antes de entrar en la casa, usaron los restos del pesacado semipodrido para "distraer a los gatos" y se divirtieron de lo lindo viendo cómo se volvían locos con el pescado. Con el camino despejado, entraron en la casa y, para su sorpresa, encontraron a Lorna Cor sentada ante el ordenador.
"No estaba asustada ni nada... o por lo menos, no lo demostraba, se hizo la chula e intentó ridiculizarnos" dijo uno de los jóvenes. "Nos trató como si siguiéramos en el colegio"
Al parecer, la señorita Cor mantenía la capacidad de poner nerviosos a los muchachos y a sus 65 años seguía reinando en los sueños masturbatorios de muchos jóvenes del pueblo. Lo desdichado de este asunto para ella es que cuatro mozos de pueblo borrachos como cubas, no son tan inocentes como los adolescentes que salen del colegio.
El joven que responde a las iniciales de FGB fue el que abrió el fuego acercándose a la mujer mientras hablaba y tumbándola de un fortísimo y seco puñetazo que le rompió un pómulo. Subieron a Lorna encima de la mesa de comedor, quizá insconciente, y la violaron por turnos, penetrándola vaginal y analmente. Restos de semen de los cuatro fueron encontrados en el maltrecho cadáver de Lorna Cor que, en algún momento mientras la penetraban contra su voluntad, dejó de respirar y murió.
Al finalizar, introdujeron en su boca, orificios nasales, oídos, vagina, ano y en sendas incisiones practicadas en los pechos, restos del pescado cogido de la basura de la pescadería y grabaron en videos en sus teléfonos cómo los gatos destrozaban el cuerpo de Lorna Cor para acceder a los, para ellos, exquisitos manjares del mar.
En su defensa, argumentaron "que no los compartimos en el facebook ni nada..."
Los cuatro jóvenes han sido puestos a disposición judicial y se ha decretado para los cuatro prisión incondicional sin fianza, a la espera de juicio.

Lorna Cor, la vieja de los gatos, ya no aguantará más bromas. Ni acumulará más gatos. Rezad por Lorna Cor. Ora pro Lornobis.






2 comentarios:

Mal dijo...

Joder, deberías advertir que puede dañar la sensibilidad del lector...

Me quedo con lo de 15 años antes, aunque me lo quedo poco porque es tuyo.

Wolffo dijo...

Ops... sintiéndolo mucho, Mal.

Es sólo un ejercicio. No me lo tengas en cuenta. No demasiado.