domingo, abril 06, 2014

¿Soy leyenda?

Para nada, para nada, aunque legendarios son mi obeso atractivo, mi grasienta y magnética sexualidad, mi inteligencia escurridiza (cuando voy a ser listo...¡zas! se me escapa) y mi hombría de bien.
Pero no quería que pasara este hito sin hablar un poco de ello.
El dato es que hoy, domingo 6 de abril, a las dos y cinco de la mañana, este blog, Las Peroratas de Wolffo, ha recibido 50.235 visitas desde que se trasladó a esta plataforma en Blogger. Antes estuvo en ya.com y tuvo un efímero paso por la plataforma de bitacoras.com.
Quería haber hecho alguna fanfarria o algo, pero se me ha pasado el totémico momento. 50.000 visitas no es ningún récord, y menos ahora, que están de moda los bloggers y, sobre todo, las blogueras, de moda y de cupcakes y de idioteces así, pero bueno, es un montón de gente, para mí aunque ahora los que nos vemos allí somos menos de cuatro gatos, tres tal vez, o quizá dos, o como poco una cifra entre uno y ninguno.
A nadie le importa ya esta bitácora, este weblog, este cuadernillo de desdichas, alegrías y canciones, pero ha llegado el punto en que es a mí a quien importa, y por eso me hace feliz mantenerlo vivo, sin apenas lectores, pero con el mismo entusiasmo escribidor. A veces. Porque otras, como últimamente, no me apetece demasiado escribir. Vamos no es que no me apetezca, es que no puedo, literalmente, literariamente, escribir.
La crisis de este blog es mi crisis, la de un hombre desubicado por completo, que se siente como el bardo Asuracenturix, ¿os acordáis? En la primera página de los libros (nadie los llamaba cómics, entonces) de Astérix, al presentar a Asuracentúrix, el bardo, decía algo tipo: "Las opiniones sobre su talento están divididas; él piensa que es genial y todos los demás piensan que es un pelmazo". Algo así me pasa a mí. Me parece que escribo genial, pero al mundo no parece importarle.
Este blog, además de permitirme explayar todo mi ser literario, sea este del tamaño y la calidad que sea, me ha permitido establecer una serie de vínculos y relaciones personales que, en ocasiones, han llegado lejos, verdaderamente, o quizá debiera decir profundo, y eso es lo mejor que este rinconcito me ha dado. He conocido personas a las que no hubiera conocido de otra forma, y algunas de esas personas son extraordinarias realmente.
También me ha pasado lo contrario. Personas a las que conocía y quiero, aparecieron de incógnito, con nombres, nicks, que ocultaban su verdadera identidad y jugaron conmigo, a veces durante años, un juego realmente divertido y que, al final, al descubrir quiénes eran, me permitieron conocer aristas sorprendentes e insospechadas de esas personas... que de otra manera no habría podido conocer.
He amado y he odiado, me he reído y he llorado, me he desnudado y he sido injusto, pero he escrito, siempre, con el corazón y la cabeza prosiguiendo su batalla sin tregua, casi siempre atento al primero, pero vigilado por la segunda sin cesar.
¿Soy leyenda? ¡qué va, hombre, qué va...! Ni siquiera soy un escritor maldito o incomprendido, soy solo un escritor que no gusta a la gente, o sea, una tristeza tremenda, lo mires como lo mires. Hubo un tiempo en el que, al menos, vivía de lo que escribía, no como ahora. Pero... bueno, quizá cambie eso, y este seguirá siendo mi rincón, el lugar al que acudo a escribir lo que me corre por las venas, mis amores y desamores, mis filias y mis fobias, mis hitos y mis largas horas de ignorancia mundana. Aquí, donde nacieron y vivieron June y Lorna Cor.
Quiero que me quieras. Que vuelvas a aparecer en mis entradas y mis salidas. Que me perdones. Que no me olvides. Que me devores, mojándome en el café. Que juegues conmigo. Que  salga el sol a tu espalda mientras te ríes o lloras con mis palabras. Que cruces y descruces los piececitos bajo tu silla al leer descolocada mis mensajes nada ocultos en historias sorprendentes. Quiero ser lo que tú lees. otra vez.

Y así, hasta siempre.
¿Volverás?

4 comentarios:

Mal dijo...

No es de mí de quién esperas respuesta, pero yo no puedo evitar entrometerme.
Nada, que aquí estoy..

Wolffo dijo...

Pues sí era de ti, también. Te extraño cuando no estás, eres parte de esto, una parte muy importante. sábelo.

Carmina dijo...

COMO QUE A NADIE IMPORTA??????
A MI SI, SERA PORQUE TE QUIERO. Y NO HE PODIDO ESPERAR AL DIA DE TU SANTO PERA DECIRTELO. AHORA MISMO TE COMIA A BESOS SI TE TUVIERA CERCA
KOTI

Wolffo dijo...

Vaya, qué lástima no estar cerca...
Un besote, Carmina, y gracias por seguir ahí.