jueves, julio 11, 2013

Vendrás.

Vendrás, sé que vendrás.
Y entonces ya podremos poner el contador a cero y ver de hasta dónde  somos capaces de llegar aun con el viento en contra.

Durante años te he rondado, persiguiéndote en vano, tratando de seducirte sabiendo de antemano que era un fútil intento.
Planeaba mis acechos meticulosamente pero siempre me desengañabas nada más verte, y entonces lo fiaba todo a la despedida: cuando cansada de mis merodeos, harta de mi acoso, te dejabas acariciar levemente, un torpe toqueteo rápido, como sabiendo que no podría ir a más. Serena y tranquila, porque no iría a más.

De eso he vivido.
De eso y de esperar la lluvia.

Y últimamente, que estás más lejos, que a veces pareces alejarte cada día, que me he quedado sin referencias... parece que al final, vendrás. :)

Ha sido una época difícil. Son estos unos años oscuros, duros, crueles. Pienso que hay una buena razón para que al fin, vengas: es difícil que las cosas nos vayan peor. Puede ser, pero es más fácil que si vienes, salgamos juntos de esto. Te necesito aquí, a mi lado, no te imaginas cuánto, y confío en poder ser útil para ti.

Vendrás, tranquilidad. Al fin vendrás.

Seremos normales. Y nos lo habremos ganado.


2 comentarios:

Mal dijo...

Tú ya tienes casi todo ganado, Yorch

Wolffo dijo...

Te equivocas, Mal. He jugado a casi todo, pero siempre he perdido. U, beso.