viernes, julio 19, 2013

Persiguiendo una canción (30 años detrás, nada menos)

Ponte en situación.
Tengo unos 15 años, estoy en mi habitación, sentado, medio tirado, quizá, en el sofá que, por las noches, es mi cama. Es por la mañana, así que es fin de semana, aunque no descarto que sea época de vacaciones.

Entonces el programa que yo escuchaba era "Ciclos" de Vicente Cagiao, en Popular FM, y El Búho, en Radio Juventud, con Paco Pérez Bryan; recuerdo escuchar en esa época a Carlos Tena y el Mariscal Romero, Juan de Pablos y algún bicho raro más.

Es por la mañana y estoy escuchando la radio, en un radiocasette con una cinta preparada porque el programa está poniendo música que te cagas de buena.

El locutor, a mí me parece que era Paco Pérez Bryan, pero no estoy seguro, dice: ahora Los Rolling Stones cantando una de los Beatles, y suena la horrenda versión Stoniana de I wanna be your man.
Luego dice, ahora, Los Beatles cantando una de los Beatles, y pincha And your bird can sing.
Y ahora, los Beatles, pero con máquina y pincha esta canción:



Vale

No es la mejor canción del mundo, pero se me quedó grabado ese estribillo en el cerebelo hasta hace un par de meses, sin saber el título de la canción, ni quién la cantaba ni nada. Buscaba la letra en google, pero claro, buscaba la letra que yo recordaba 30 años después: You better alone, I'm gonna marry you someday, en lugar de You better get on home... Es decir get alone (en mi cabeza, "quédate soltera"), en lugar del título, Get on home ("quédate en casa"). 

Hace un par de meses, me aventuré a escribir cachitos de letra que no eran del estribillo, que ya no sabía si los recordaba o si me había inventado al correr de los años, para encajarlos en la melodía que no era capaz de olvidar: en mi cabeza, la canción empezaba "Wish I have an airplane, swinging in an airport free" (ojalá tuviera un avión, bailoteando en un aeropuerto gratis), en lugar de "Wish I was an apple, swingin' in an apple tree" (ojalá fuera una manzana, balanceándome en un manzano) que tiene más sentido, claro. También recordaba "You know i love your hungry, and love your sweet feet too" (sabes que me encanta tu ¿apetito? -verte hambrienta- y me encantan tus dulces piececitos, también) en lugar de "You know I love you honey, and Love your kisses, too" (sabes que te quiero, cariño, y adoro tus besos también). Pero en la página 4 o 5 de la búsqueda vi el nombre de Steve Miller Band relacionado con las frases que habia escrito y supe que la había encontrado.

Mi hermano Jesús tenía un par de discos de SMB y a mí me encantaba ese rollo vocal tan americana y esas guitarras reverberadas y claras y en seguida supe que "mi canción fantasma" era de Steve Miller. 30 años cantándola, preguntando por ella en un montón de foros de expertitos y gurús del rock and roll, en programas de radio y TV.... sin saber ni su título, habiéndola oído una vez en Radio Juventud.


Y al fin era mía. El mismo día que a encontré, la grabé. Estaba esperando a grabarla un poco mejor, sin tantos fallos y desafines, pero supongo que me gusta pensar que mi versión es esta. Y punto.



jueves, julio 11, 2013

Vendrás.

Vendrás, sé que vendrás.
Y entonces ya podremos poner el contador a cero y ver de hasta dónde  somos capaces de llegar aun con el viento en contra.

Durante años te he rondado, persiguiéndote en vano, tratando de seducirte sabiendo de antemano que era un fútil intento.
Planeaba mis acechos meticulosamente pero siempre me desengañabas nada más verte, y entonces lo fiaba todo a la despedida: cuando cansada de mis merodeos, harta de mi acoso, te dejabas acariciar levemente, un torpe toqueteo rápido, como sabiendo que no podría ir a más. Serena y tranquila, porque no iría a más.

De eso he vivido.
De eso y de esperar la lluvia.

Y últimamente, que estás más lejos, que a veces pareces alejarte cada día, que me he quedado sin referencias... parece que al final, vendrás. :)

Ha sido una época difícil. Son estos unos años oscuros, duros, crueles. Pienso que hay una buena razón para que al fin, vengas: es difícil que las cosas nos vayan peor. Puede ser, pero es más fácil que si vienes, salgamos juntos de esto. Te necesito aquí, a mi lado, no te imaginas cuánto, y confío en poder ser útil para ti.

Vendrás, tranquilidad. Al fin vendrás.

Seremos normales. Y nos lo habremos ganado.


martes, julio 09, 2013

No me acordaba de que España estaba a la cabeza en el ranking de países solidarios

-->
(ayer, cuando surgió todo el movidón del incendio, estaba terminando este post. Pero se fue la luz, internet y no pude subirlo, así que voilà)
Esta mañana, he cogido el ciclomotor que me arregló MA, el batería de thePerros, para ir al pueblo a comprar un par de cosas (pan, tomates, armas de fuego, etc) y he notado que tenía algo raro en la dirección, al tomar curvas a derechas, pero como soy gilipollas (y además tengo el coche en el taller, porque la semana pasada atropellé a un jabatito y adiós a los bajos del coche), un gilipollas osado, además, me he ido al pueblo a comprar 3 tonterías con la motito y la mochila, mis gafitas de sol y mi cuerpo serrano, o más bien boloñés, porque, admitámoslo, mi tronco se parece más a una mortadela gigante que a la noble pata del gorrino.
Al ir, he notado que, en efecto, algo andaba mal, así que me he limitado a tener cuidadito en las curvas a derechas y las rotondas y todo ha ido bien. En el viaje de vuelta, al notar los mismos síntomas, he actuado igual, precaución en curvas, pero al entrar en la urbanización, llegando a la avenida que baja hasta mi casa, he tirado de la maneta del freno, la moto se ha descontrolado y me he pegado una linda galleta.
Me he quedado unos segundos en el suelo, evaluando los daños en mí mismo y rápidamente he visto que no había gran cosa. Ha pasado un coche oscuro. 
Luego, pensando en que yo no tenía nada grave, aparte de una bonita colección de raspones, heridas y magulladuras en brazo, pierna y derechos, he mirado a la moto, a unos dos metros de donde estaba yo tirado y allí andaba, enterita, en apariencia. Ha pasado un coche grande, clarito.
He pensado que, gordo como estoy, estaría componiendo una imagen grotesca, con posibilidades de que algún gracioso lo grabase y se convirtiera en un YouTubazo, así que me he levantado, penosamente,, porque aunque iba despacito, me he dado una buena leche y 100 kilos (más, en realidad) a 40 por hora estrellándose contra el suelo es un buen golpe. Mientras me levantaba, penosamente, insisto, ha pasado un Focus blanco, me ha esquivado sin problemas, o sea, que en ningún momento, creo yo, ha intentado atropellarme ni nada. 
Mientras iba hacia la moto y la levantaba, han pasado otros dos coches, oscuros, uno de ellos rojo oscuro, o algo así. Tampoco me han puesto en peligro, la gente es muy considerada con los accidentados, y han pasado de largo dejando, al menos un metro entre ellos y yo.
He llevado la moto a la acera y he estado unos tres minutos intentando ponerla en marcha. Me ha costado por dos razones: la primera, porque la pierna con la que doy a la palanca de arranque estaba toda magullada y dolorida y mis patadas de arranque eran bastante nenaza; la segunda, que la llave de contacto estaba en posición "Off", y eso, al parecer es decisivo en estos asuntos.
Bueno, no me ha pasado nada. Sólo heridas y ahora, bueno, me duele todo el lado derecho por el golpetazo. Pero nada. 
El caso es que, mierda, mientras estaba ahí tirado en el suelo, han pasado 5 coches, cinco, y ninguno se ha parado a preguntar si necesitaba ayuda. No me hubiera venido del todo mal, por ejemplo, para decirme "eh, tú, atontao, que para arrancar hay que tener el contacto en On"..
En los telediarios y los programas de radio les encanta decir lo "solidarios" que somos los españoles pero siempre es en juergas televisadas. A nadie le importa que su vecino se muera: ahora, si va la tele, entonces eran sus mejores amigos.
Puede que sea culpa mía, yo qué sé. Pero han pasado 5 coches, 5, mientras estaba tirado. Y todo lo bueno que se me ocurre decir es que no han intentado rematarme.
País...



domingo, julio 07, 2013

Desátame

Nada de ti ni de mi



Espera, no te pongas así, no grites, mujer. Vamos a pensarlo un poco.
Tienes calor. Mucho calor, y yo no puedo hacer nada... porque lo que se me ocurre, en fin, te daría más calor.

Ya me explicarás porqué, pero es un hecho que ya no te hago tanta gracia como antes. Soy el mismo, y tú también, salvo que estás cada día más guapa, así que no sé de qué estamos hablando.

¿Es porque te acribillo a solicitudes de conversación en el chat del correo o en facebook? ¿Es porque te mando tres o cuatro mails de 3.000 palabras diarios? ¿Es porque si nos vemos en una reunión te estoy mirando todo el rato? ¿Porque te rozo distraídamente todas las veces que paso junto a ti? ¿Quizá te cansa que te mande diariamente media docena de mensajes al móvil?




Soy consciente: raptarte no ha sido la mejor de mis ideas, pero tuve que hacerlo, y espero que lo entiendas. Estabas demasiado guapa como para dejarte ahí, sola, pensando en tus cosas mientras yo me iba.

Sé que no vas a quererme. Pero tenerte aquí, junto a mí... incluso contra tu voluntad, es demasiado hermoso.El que te ha raptado soy yo; son mis cadenas las que te atan, y sin embargo, eres tú quien me tiene cogido por los huevos, la que me ha robado el corazón. Estoy preso de tu silencio y tu desdén.

Quiéreme. O desátame.






jueves, julio 04, 2013

Los días difíciles

Condenados, tú y yo


En los días fáciles, lo siento, pero yo no era consciente de su sencillez. Entonces no sabíamos lo fácil que era vivirlos, pero es que nadie nos avisó de lo que vendría después.

Te amo, es así de sencillo. Sé que tú no, que ni te acercas, ni lo necesitas, ni te divierte... ni siquiera resulta agradable para ti. Todo es difícil, todo es complicado, todo es aburrido.

Tu voz, tus pies, tu pecho, tus rarezas, tu ausencia, tu dolor, tu risa, tu desdén, tu halo de sexo, tu yo oculto que sólo yo puedo ver.


Sé quién eres, y me gustas así. Sé que es imposible, eres imposible, eres
malditamente imposible, absurdamente imposibe e inaccesible, pero no puedo evitar soñar contigo una y otra vez: darte aftersun en los hombros en una cueva; besar tu sexo en el mar del sur; acariciar tu espalda y tus nalgas mientras una voz maravillosa explica el color de las Meninas; comprobarnos excitados bajo una manta en el sofá; tus pies jugando con mi vida y haciendo realidad mis sueños cerca del último reino moro... y tres o cuatro besos instantáneos robados a escondidas. Y no poder hablar de ello jamás. Tema prohibido, cosas que no han pasado.
.
Los días difíciles han llegado, en los que todo es imposible porque... no sé porqué. Los días difíciles son todos los días que no te veo y los que, después de verte, apenas he podido tocarte. Es difícil imaginarte tan lejos, tan ajena, tan hermosa.

Los días difíciles son la mayoría de los días. Porque estás cerca, pero tan lejos... los días difíciles terminarían sólo si dejara de desearte a mi lado y, francamente, cada vez que te veo, aunque sea alejándote, como casi siempre, porque siempre te alejas, mi vida, me enroco más en mi desenfrenada forma de amarte.

No me odies, por favor. No puedo evitar quererte. Es superior a mí y tú deberías saber que nadie puede frenar esos sentimientos cuando son genuinos, cuando son como este delirio que tengo yo por ti, aun sabiendo que nunca será correspondido, un sueño que nunca se verá realizado.

No me odies porque sólo es sentimiento. No te pido nada, sólo que me entiendas. De algún modo, ya sabes, estamos condenados.

Días difíciles, nena, días difíciles.

martes, julio 02, 2013

Hostal Alabama (poema épico de un músico aficionado)

Llevaba todo el día conduciendo mi 124 especial, ya sabes: la cara acartonada de conducir durante horas atravesando Los Monegros con la ventanilla abierta; el pelo, como de esparto, el culo plano y el ánimo exangüe y cuando, al fin, llego al Hostal, el tontol'haba del Capi había dejado su Mercedes debajo de la higuera cuya sombra, todo el mundo lo sabe, todos aquí deberían saberlo, es mi sombra. Así que dejé mi coche de forma que ni él, ni su amigo el Bocas, puedan salir hasta que yo salga. Y el músico siempre es el penúltimo en salir. Justo antes que los camareros.

El Hostal Alabama es un lugar apartado, aunque no oscuro. No es bonito, no es pequeño, ni grande, no es especial. Pero es el sitio en el que, vete tú a saber porqué, todos los que estamos fuera, los demodés, los que no reconoceríamos una tendencia ni aunque se nos sentase en la nariz, acabamos todas las noches. En mi caso, voy con mi guitarra y canto, en verano, a la luz de la luna en la terraza. En invierno, entre los vapores antiguos del vino en la vieja bodega. El público no me hace ni caso, ellos beben, hablan, lo que sea, y yo canto y toco hasta que el cansancio me vence.

Me dan de cenar y 20 pavos cada noche, de lunes a viernes y el viernes, que hay mucha gente, me dejan poner una gorrita donde la gente, si le gusta una canción, puede dejar un euro. Algunos viernes he sacado cien machacantes de la gorrita que, dicho sea de paso, es una boina, en mi caso. No soy muy fan de las gorritas, ya sabes.

Toco canciones de los Beatles y de Oasis, de Nacha Pop y de Ronaldos, los Kinks, Eagles, Secretos y Billy Joel. De vez en cuando cuelo una canción mía, generalmente cortésmente ignorada, pero yo me doy el gustazo de tocarla, y me llevo el chasco de ver que mis canciones sólo me gustan a mí. A veces, alguien, deja de hablar con sus amigos, porque lleva un ratito llevando el ritmo con los pies, se gira y me mira, me escucha y si el tema lo acepta, canta conmigo. Otras veces, sólo callan y al final, aplauden un poco. A veces, en algunas canciones coinciden 12 o 13 personas y aplauden a la vez, mientras los 70/80 restantes, me ignoran. Eso es un éxito. Al terminar, antes de recoger, se acerca un montón de gente a decirme que soy un crack. Yo me pregunto si le hacen tanto caso como a mí (o sea, casi ninguno) a todos los cracks con los que se han cruzado en su vida. 

Un par de veces en mi vida se me han acercado mujeres al terminar, con intenciones lúbricas. Mi poco entusiasmo, mi camisa sudada, mi cansancio han arruinado la romántica noche que ellas imaginaban. Cuando termino de tocar, me tomo una cerveza, me siento tan desparramado como soy capaz y reúno fuerzas para recoger mi equipo: cables, micros, amplis, altavoces, atril, letras, púas, armónicas... escrito suena a nada, pero te aseguro que se me van 40 minutos al recoger y son 40 minutos espantosamente llenos de grasa, alcohol semievaporado y gelatinoso, cerveza pisoteada, ceniza de cigarrillos y algún chicle adicional.

El Hostal Alabama es una mierda de sitio, pero en mi pueblo, y en los de alrededor, en toda la comarca, es lo máximo. Lo montó mi amigo Chub, cuando dejamos de tocar juntos, hace 10 años. Llevábamos unos 20 años tocando y cantando juntos, soñando con poder tocar algún día en grandes escenarios. Ensayábamos un montón de canciones, pero nuestro gran sueño era montar un grupo que fuera capaz de tocar Hotel California medianamente bien. 

Ahora, los fines de semana me reúno con unos nuevos amigos y ensayamos juntos, entre otras, Hotel California. Tenemos problemas, pero supongo que seremos capaces de seguir adelante y un día, algún día, me subiré con tres o cuatro compañeros en un escenario, quizá el del Hostal Alabama, y podamos tocar Hotel California lo suficientemente bien como para llevarte a la cama.

Sueño con eso.




On a dark desert highway
Cool wind in my hair
The warm smell of colitas
Rising up through the air
Up ahead in the distance
I saw a shimmering light
My head grew heavy and my sight grew dim
I had to stop for the night

There she stood in the doorway
I heard the mission bell
And i was thinking to myself
This could be heaven or this could be hell
Then she lit up a candle
And she showed me the way
There were voices down the corridor
I thought i heard them say

Welcome to the hotel california
Such a lovely place, such a lovely face
plenty of room at the hotel california
Any time of year, you can find it here

Her mind is Tiffany-twisted
She's got her mercedes benz
She's got a lotta pretty, pretty boys
That she calls friends
How they dance in the courtyard
Sweet summer sweat
Some dance to remember
Some dance to forget

So I called up the captain
Please bring me my wine
He said we haven't had that spirit here since 1969
And still those voices they're calling from far away
Wake you up in the middle of the night
Just to hear them say

Welcome to the hotel california
Such a lovely place, such a lovely face
They're livin' it up at the hotel california
What a nice surprise, bring your alibis

Mirrors on the ceilling, the pink champaign on ice
And she said we are all just prisoners here of our own device
In the masters chambers they're gathered for the feast
They stab it with their steely knifes but they just can't kill the beast

Last thing i remember, i was runnin' for the door
I had to find the passage back to the place i was before
"Relax", said the night man, "we are programmed to receive
You can check out anyytime you like, but you can never leave"