viernes, mayo 24, 2013

Días de radio

Hace un año, algo más de un año, me llamó mi amigo Alberto: tenía un programa de radio que sacar adelante y me pedía colaborar con algún tipo de contenido. Después de algunos dimes y diretes todo se resolvió en "Cruce de Caminos", una colaboración semanal  que ha quedado registrada en un blog del mismo nombre que podéis encontrar enlazado en este mismo blog, arriba en la columna de la derecha.

Hasta hace tres días he estado esperando una respuesta que sabía que no llegaría. Al forzar la cosa un poco el asunto ha terminado: le he dado a quien la estaba buscando la excusa para cerrarme la puerta definitivamente.
Alberto, mi amigo Alberto debería saber que me ha quedado un sabor fantástico de haber trabajado con él en esta otra historia. Y que además de los buenos ratos, de los buenos recuerdos, me ha quedado una canción. Esta: (no mejodas, óyela bien, con auriculares o buenos altavoces)

días de radio

Así es. La canción refleja ciertsa amargura, pero no es por los días de radio, sino porque no entiendo cómo funciona la mente de determinadas personas. Bueno, me gustaría mucho que esta canción le gustara a Alberto y cuando la estaba grabando le imaginaba en la parte de los coros diciendo:
" y quizáaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...!
y qui-záaaaaaaaaaaaaaaaaa.....!"
bromeando, cantando con manos de jazz.
Dice así:

Hay días en los que su voz
es tan extraña que apago el motor
se nubla mi vista al sentir
el susurro del rechazo y así
desliza su canto a mi oido  el viento
y el frío es mortal
pero me queda mucho por contar

Día tras día te oí
por si me llamabas al fin
tarde trs tarde detrás
de un minuto de inmortalidad
y al verte tan sola te hice un hueco, pero te dio igual
porque ya nadie me quiere escuchar

Y tal vez, sólo tal vez,
dichas las palabras el viento se las llevó a ese lugar
en el que nadie escucha y todos gritan
y quizá las olvide sin más
y quizá las repita hasta la eternidad

Noche tras noche traté
de alentar tus sueños sin ver
que nadie me iba a escuchar
si no hablaba desde mi verdad
soñé con conjurar mis miedos con tu soledad
pero esta historia tenía otro final

3 comentarios:

Mal dijo...

Pero si yo había comentado...
Decía que un día de estos se darán cuenta, Yorch, que ya lo verás..

Besos, a ver si esta vez no se borran

Wolffo dijo...

No, Mal, eso lo habías escrito en la entrada "lo curioso del asunto" y yo, te digo la verdad, no me había coscado de por dónde ibas.
Y ahora tampoco, que conste

Mal dijo...

jajaja, por lo menos ves que no te miento: si digo que lo escribí es que lo escribí..

Bueno, como yo muchas veces no me cosco de lo tuyo, pues estamos en paz.