domingo, marzo 24, 2013

El chorizo de mi pueblo (elogio y refutación del buen paleto)

En esta vida de naderías y redes sociales, hay dos cosas que son imperdonables: ser cursi y ser paleto.
De ser cursi, en fin, que hable otro, porque yo mismo soy bastante cursi a veces, pero lo de ser paleto... caray, es que uno no se levanta por la mañana y respira el nuevo día con afán (apreciad que estoy siendo bastante cursi) para ir topándose con un paleto en cada esquina, en cada minuto. Es desolador.

Ser paleto no tiene nada que ver con ser de pueblo, o de ciudad. Ser paleto tiene que ver con la estrechez de miras, con los prejuicios por lo desconocido, con la vagancia y la desgana de conocimientos. Las grandes ciudades, de hecho, albergan a los más grandes paletos. Por ejemplo, uno de los tíos más paletos de España es Artur Mas, que vive en Barcelona, una gran ciudad que, reconozcámoslo, esta pasando de ser "muy europea y cosmopolita" a ser una especie de aldea barretinera super paleta y encantada de mirarse el ombliguet.

Ser paleto es una actitud. Es pensar que el chorizo de mi pueblo es el mejor chorizo del mundo no por ser bueno, ni siquiera por ser chorizo, sino sólo por ser de mi pueblo. El auténtico paleto, no sólo se niega a reconocer que el pueblo de al lado pueda elaborar mejores chorizos, sino que es capaz de negar, con soltura, aunque trabaje él mismo y toda su cuadrilla en la fábrica de chorizos del pueblo de al lado, que el pueblo de al lado produzca chorizos. Dirá: "no fabrican chorizos, nos los compran a nosotros y los etiquetan como si fueran suyos"

El paleto de verdad sigue la retransmisión de los Oscar esperando que gane el Oscar la película de animación en la que uno de los 4.500 dibujantes es español, y coincidirá con el periodista que retransmite la fiestecilla, que suele ser tan paleto como el que más, en que se trata de un "reconocimiento al cine español" y en que esta ha sido una gala "muy española".  Luego se reunirá con sus amigos en el bar y comentarán que el cine español, o las series, "no tienen nada que envidiar" al audiovisual norteamericano, por más que, abochornado, cambie de canal cada vez que empieza "El barco" o "Aquí no hay quien viva", y jamás vaya a ver una película española que no sean las obligatorias: la saga Torrente (la paletez alcaloide, en estado genuino), las de Almodóvar (la paletez bizarra y posmoderna) o las de Amenábar (la paletez socialdemócrata pura).

El buen paleto leerá con inquietud que ha habido un terremoto en Japón hasta que se descarte la ausencia de víctimas españolas, y entonces respirará aliviado porque sólo han muerto japoneses y algún americano, que no es que sobren, pero vamos, que no son españoles.

Después, en la sección de deportes, el paleto como dios manda leerá las noticias de la ÑBA, de la que los periodistas deportivos, acaso los más paletos entre los paletos de bien, nsólo habrán reseñado aquellos partidos en los que hayan jugado españoles y el resumen de la jornada será que Ohio ha ganado a Wisconsin, con 3 puntos y dos tapones de Pérez, y Alabama lidera la conferencia de este lado del río después de su victoria sobre Connecticut con López jugando 16 minutos y aportando 8 puntos y tres rebotes. Si Lakers gana el anillo será "un triunfo del baloncesto español" porque juega Gasol.

Hoy es un gran día para los paletos, porque hay carrera de F1. ¿Por qué nos gusta la Fórmula 1? Porque un español tiene posibilidades de ganar. Las carreras son un muermo aburridísimo, pero nos parecen emocionantes porque en la tele nos dicen que lo son y se mide el tiempo que tardan los mecánicos en cambiar los neumáticos, y le llaman "estrategia" a parar 2 veces para repostar o parar 3. Pero corre uno de nuestro pueblo, y entonces mola. Da igual que el tío que corre sea bastante maleducado, mal ganador y peor perdedor, nos gusta que un español gane, no porque sea mejor, sino porque es español.

Por último, el buen paleto escribe, con aires de superioridad, sobre los paletos en su blog personal, como intentando hacer ver que no es tan paleto en realidad. Pero, simplemente por creer que a alguien en el mundo pudiera interesar su opinión sobre los paletos, demuestra ser quizá el campeón de los paletos, porque ya no es "mi pueblo", sino una unidad de paletez mucho más pequeña e insignificante: yo.

Simple, llana y paletamente... yo.

4 comentarios:

Clementine dijo...

Pues me ha gustado a mí esta reflexión tuya sobre la paletez, incluso te podría decir que estoy de acuerdo contigo y todo. Y oye, Wolffo, ¿tú eres bastante cursi a veces? Un beso.

Wolffo dijo...

Hey, Clemsie, qué gustito verte de nuevo por aquí, te hacía ya ida. Mola que vengas.

No sé si cursi, pero un poco pedantorro sí que me pongo, en ocasiones.

Y tontorrón, en presencia de damas de usted, jijiji... (¿lo ves...?)
Beso va.

Mal dijo...

Mola ese giro final tipo existencialista o así (no es que me de pereza, es que no sé cómo definirlo.. Paleta que es una)

P.d.recuerdos de Candi

Wolffo dijo...

Mola ser existencialista... voy a mirar qué significa en google.

Candi... jo, ojalá la viera, dale un beso muy apretao de mi parte.

Y otro pa ti, claro, que eso es obligado para mí.