miércoles, marzo 07, 2012

Tengo suerte, ella está a mi lado

Soy un hombre afortunado. Tengo una barriga que crece y crece, unos dientes que, al caer,  me van dejando cara de facineroso, unos achaques que me hacen estar todo el día quejándome y ella sigue ahí.
Antes tenía un trabajo vacilón y más o menos bien pagado, pero ahora tengo una trabajo de mierda que me tiene deprimido todo el santo día... y ella sigue ahí.
El poco tiempo del que dispongo lo uso metiendo un ruido infernal con mi guitarra, solo o en compañía de otros, pero en mi casa, que es también la suya. Y ella sigue ahi.
En fin, eso, que soy un tipo afortunado de tenerla a mi lado.
Y esta es la canción en la que lo cuento.



 

A tu lado
El mundo parece haber mejorado
Los días se han teñido de morado
Las noches no se alargan demasiado
Si puedo apoyarme en tu costado
Y escanciar la vida que me has dado
Entre mi alma vieja de soldado
Y tu sabio corazón alado

A mi mente
Nunca nada le parece suficiente
Cambia todo el rato y ya nunca presiente
Tus vaivenes ni tu espíritu silente
Ni ese giro que da todo bruscamente
Si decides que es mejor estar ausente
Y dejarme maldiciendo entre dientes
Por estar enamorado y no consciente

Y ando por la cuerda floja
esquivando golpes bajos
mi vida arroja un saldo niquelao
estar a tu lado es caer de pie
es mi Eldorado, el primer café
es saberse vivo… a tu lado

Supongamos,
Que, puesto mi destino en tus manos,
Decides que seamos los dos amos
Y dejamos la miseria a los gusanos
Y abrazamos nuevos ideales vanos
Y al ser vanos, claro, nos desencantamos,
Y adoramos nuestro circo y sus enanos
Menos planes, mejor vamos tramo a tramo.

jueves, marzo 01, 2012

Crash!

(el agente Manglánez habla por la radio-emisora)
Hará falta maquinaria especial para recoger todo este destrozo. Es... inenarrable, todo está lleno de humo y no se distingue apenas nada, pero ahora mismo está irreconocible. No sabría decirte de qué modelo se trata, no ha quedado ningún fragmento de más de un centímetro. No hay huellas de frenada que nos hablen de un intento, acaso desesperado, por evitar la colisión: simplemente se ha estampado y todo en 10 metros a la redonda ha saltado por los aires.
La científica ha llegado, pero por sus caras de desconcierto te digo desde ya que no esperes más detalles de su informe. Es como si, de repente, la primavera se hubiera tornado en explosión nuclear y la desolación es absoluta.
Llevo muchos años viendo escenarios de accidente, pero jamás había visto nada parecido.
(a mí me parece que este agente se expresa maravillosamente)

-.-

(Cotorrino López, de RadioYa!,com, conexión en directo... o sea, con el móvil)
... y no sé cómo decirte lo que ha pasado, pero parece bastante gordo... todo el mundo anda un poco de los nervios por aquí y la verdad, se ha armado una buena... si me esperáis un poco, intento hablar con el poli...
- ...a la mierda!
... vaya, no he podido conseguir sus declaraciones... una pena, parecía un poli bastante listo; puedo decir que hay mucho humo, que apenas se ve nada y que.... vaya, empieza a soplar el viento, a lo mejor esto se despeja un poco... un momento, ahí en medio de todo el mogollón hay un pavo...
(sin embargo, el piriodista es un poco patán hablando)

-.-



(cámara cenital, exterior, día)
Un hombre con aspecto de ser un tío de puta madre (como yo, pongamos) está en medio de lo que parece la zona cero, pero en un punto indefinido entre los términos municipales de Collado-Villalba, Alpedrete, Guadarrama y San Lorenzo de El Escolrial. O sea, donde está mi gasolinera. Que no es mía, ojo, no sea que vengan unos indignaos a zurrarme porque la gasofa está cara, sólo trabajo allí.  El hombre está agachado y parece dolido. Un montón de polis de distintos cuerpos (altos, bajos, gorditos, cachas, etc) le rodean con precaución un pelín teatral, como si irradiase alguna bacteria, o fuese el foco emisor de algún tipo de radiación contaminante.

El hombre llora desconsoladamente y los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, de la comunidad y del ayuntamiento no se atreven a acercarse al desdichado humano porque han visto un piriodista por allí, y saben que les puede caer una buena si intentan ponerle en pie, por ejemplo, y el hombre les acusa de brutalidad policial. El piriodista se acerca y, sin atreverse a preguntarle, alarga el móvil, para ver si se puede sacar algo en claro de entre sus sollozos.

- ... y me dice, la muy puta... ¡que sólo como amigos!

Ahí lo tienen. El accidente era eso. A un hombre vulgar, que le han destrozado el corazón. Ya te digo.