lunes, noviembre 02, 2009

un billón de revoluciones, ya

Revolution 45 (Beatles cover)

Esta canción, esta explosión de ya está bien, podríamos decir, además de encantarme, resume especialmente bien el momento en que me encuentro: pleno de energía, escéptico, guerrero y con ganas de dejar claros un par de asuntos. Una canción inusualmente sincera en el mundo pretencioso del rock, que la gente suele tomar, sorprendentemente, en el sentido contrario que evidentemente, tiene, que es una bofetada en mitad de la cara a todos los idiotas que se abrazan a una corriente de pensamiento, y se dejan llevar, necios y gritones, sustituyendo el pensamiento por las causas, la fuerza de la pasión por la de la corriente, y las ideas por la ideología. Contrariamente a lo que se piensa, no todo el mundo tiene opinión, ni mucho menos: sólo unos pocos son capaces de tejer una opinión y luego, miles, millones, las abrazan. Tela. El ritmo acelerado y p'alante de este tema, me deja nuevo, ahora, después de haber cumplido 45 años a los que se llega protagonizando 45 revoluciones por minuto, 60 veces a la hora, 24 veces al día, 365 días al año y 45 años seguidos. Va por ustedes, príncipes privados que protagonizan, cada día, la pequeña y definitiva revolución de seguir adelante sin publicarlo en ningún lado, y de ser fieles a vuestra propia manera de pensar.


Desde que el DJ que todo lo pincha -y todo lo jode- pinchó el sencillo de escaso éxito La vida de Wolffo, éste, el single, de los de vinilo de toda la vida, los de 45 r.p.m., ha dado más de un billón de vueltas. No es un gran mérito, claro, eso nos ha pasado a todos... al menos a todos los que somos singles (y no hablo de esa forma hortera de llamar a los solteros). Es el suficiente número de vueltas como para haberme acostumbrado al ritmillo y para no marearme al levantarme cada mañana. Eso sí, si un día me levanto y el mundo se ha detenido, entonces, me pegaré el coscorrón del siglo.
Si echo la vista atrás, al billón de vueltas dado, a las revoluciones emprendidas, las ganadas y las perdidas, y las revoluciones que traté, infructuosamente, de detener, me da bastante vértigo porque, poniéndome en cualquiera de las orillas desde las que puedes observar el río fluyente de la vida, veo, a la vez, lo importante y lo prescindible que soy, lo pequeñajo y lo grande que soy, al mismo tiempo, y lo mucho y lo poco que significo.
De las personas con las que me he cruzado sé apenas nada y no soy un hombre especialmente empático (es una forma elegante de decir lo egocéntrico que soy) ni preocupado de las cuitas de los demás. A alguien le parece horrible esto, el no pensar en los demás, y a otro le parecerá admirable que no me meta en la vida de nadie. Depende, otra vez, de la orilla, ¿verdad?
Revolución. Un concepto atractivo, de indudable sex appeal, que ha sucumbido a su propio encanto. La imagen de la revolución de hoy en día es Obama en la Casa Blanca, los negocios dinerarios de la China comunista o los Sex Pistols en las listas de éxitos. Una corriente imparable, que todo lo devora y todo lo asimila, le pone un envase centelleante y se coloca en los lineales en oferta de lleve tres y pague dos, y muchas veces, porque echamos las cosas en el carrito sin mirar, sin leer la letra pequeña, lo que pasa es que pagas tres y te llevas dos. O sea.
No sé si uno puede salirse de esa corriente, de esa voraz mainstream, de esa idea universal de lo bueno y de lo malo. Tampoco me preocupa demasiado, pero lo que sí pido a los que amo y me rodean es que nunca dejen de tenerlo en cuenta. Que lo sepan. Que sean conscientes y que aprovechen la fuerza del torrente en lo que puedan, lo que les convenga y, en la medida de lo posible, que sepan salirse y descansar en la ribera cuando la presión resulte demasiado agobiante. Que sepan mirar el fluir de las cosas y que, en la misma proporción en que ellos aprevechan y dejan correr, sean comprensivos con los demás y con las necesidades de cada cual. A mí me gustaría (y a quién no...) poder salir del río y desde lo alto de la montaña, con una buena perspectiva del cauce y su curso, trazar un arroyo discreto, personal y tranquilo, porque el que transcurrir yo y los míos, pero no sé si eso es posible. Creo que no. Y mientras, no pienso en volar el cauce, sino en hacer su transcurrir lo más agradable posible.
Lorna Cor, el amor de mi vida, está junto a mí en esto. La siento. Ella sabe hablarle a las piedras, a los ríos y a las nubes y yo sé traducir su canto al idioma de los mortales. Sé que el tiempo no es en vano, que se agota y nunca vuelve, y sé que mi huella será breve en este valle de lágrimas. Lorna cree en la trascendencia del alma. Yo no. No creo en el alma, así que...
No sé las revoluciones que me quedan. Ni las que protagonizaré ni las que, simplemente, seguiré. Ojalá me queden tantas como las que he dado ya y ojalá que, al menos una de ellas las pueda bailar con cada uno de los que, amabilísimamente, siguen, después de 4 años, leyendo mis variaditas peroratas.
Gracias, de corazón y permanezcan, por favor, atentos a sus pantallas.
Aquí seguimos, dándole vueltas al molino...

16 comentarios:

Fray dijo...

Felices 45, que Lorna Cor te siga acompañando otros 45.

45 Abrazos hermano

Kotinussa dijo...

Wolffo, amore mio, felicidades. No tengo perdón ni disculpa por haberme pasado un día de la fecha. Sólo puedo decir que en un fin de semana de estos largos, sin saber si es lunes o martes porque no tengo mi rutina marcada de clases con tal curso o tal otro, pierdo un poco la noción del tiempo. Y hasta hoy no me he dado cuenta de que el 1 fue ayer, y si hoy no trabajo es porque la fiesta cayó en domingo. (Que estaba yo convencida de que el 1 era hoy, y ayer no trabajé porque era sábado. Fíjate hasta que punto mis neuronas van patinando poco a poco).

Como dentro de un mes me paso unos días en los Madriles, si te veo ya te doy tu regalo en mano, que es lo que me gustaría. Y si no, ya te lo envío desde allí.

Buch dijo...

Los que abrazan las ideas, claro macho , sé de lo que hablas. Bueno, me gusta tu declaración sincera de que no te preocupas a fondo de la vida de los demás, y eso, coño, pues yo creo que es bueno. No suele uno poder arreglar nada de la vida de los demás preocupándose por ella, y envidio esa habilidad tuya, de poder verte con claridad a ti mismo. Yo me miro a mí, y joé veo como una cosa sin definir claramente. Pero no me da pena esto no te creas, hay que aprender cuanto antes cómo son las cosas.
En fin, lejos de mi, la intención de abrumarte con mis cosas, solo quiero decirte que son buenas las cosas junto a ti, que aprendo un huevo de ti, en muchos terrenos (Quizá no en el desmarque, donde nunca fuiste un hacha, eras más bien de esperar la bola). Y que eso te lo agradezco.
Hay más cosas que te quiero decir, pero tengo que ior dosificándome, tampoco tengo tantos elogios.
Pero puedo agradecerte toooodos estos áños de amistad, enseñándote lo que es un buen badajo.
Como el que me cuelga, y no la pichurrina esa...

Muchos besos

Wolffo dijo...

Por lo que sé, mi querido hermano, Lorna no se irá nunca de aquí. Estará siempre ahí, tan lejana como ausente, siempre a mano y siempre escurridiza, siempre mía y siempre suya... es lo que hay. Y así es como la amo. Gracias por tus deseos y por tu felicitación. Un abrazo enorme y agradecido, Fray.

Ay, Kotts, gracias hija, y no tienes que disculparte de nada: aún está por llegar el día en que yo me acuerde del cumpleaños de alguien, del tuyo por ejemplo. Nada, que no hace falta acordarse, para algo lo digo yo aquí. Si apuntara ese tipo de cosas en mi cuadernito de agravios, no lo diría en voz alta. De todas formas agradezco tu preocupación porque sé que es muestra de cariño y como tal, la adoro. A ver si cudran nuestros horarios y nos vemos, sí, que me apetece muchísimo. UN beso de los buenos.

Joder, Buch, llevamos unos cuantos años aguantándonos, ¿eh? En realidad, no me veo con claridad, pero miro y hago ver que así es. Porque, de eso estoy seguro, no tiene nada que ver lo que veo yo con lo que véis los demás, asumiendo que, lo que véis los demás no es una cosa, sino tantas como miradas se den... un puto lío, vaya. En fin, no te hagas la dura, cielo, que sé cómo suspiras cuando empiezo a sudar y a oler a machote. Un besín.
Sea.

Anónimo dijo...

Estaba pensando, qué bien escrito está, cómo cuenta el tío lo que es mirar hacia atrás y hacia delante al mismo tiempo e incluso mirar al momento en que vives... cuando de repente, bajando el scroll para escribir mi nota se me va la vista hacia el comentario de Buch y su badajo.

Y, claro, como tipo simple que soy (a pesar de esta capa de sofisticación y elegancia que me rodea) me ha dado la risa. Pues oye.

Y volviendo a tu post. Qué viejos somos my friend y a la vez que jóvenes. ¿No crees?

Quiero decir, mira de nuevo atrás y piensa en los 45 años de los que te rodeaban a tus ¿15 por ejemplo?. Eran ancianos o al menos eso queda en mi retina.

Ahora mírate a ti. Vale, tienes familia y las alegrías y preocupaciones que ello implica. Te dejas la piel en el pellejo tratando de dar lo mejor de ti en cada campaña, anuncio, .... (estoy seguro de ello).

Pero eres Rock and Roll amigo mío. Y ahí te ves con tus canciones, el escenario, tus (y un poco nuestras al final por nuestra desvergüenza ocupando ésta casa) peroratas...

Seguramente los jovenzuelos desvergonzados de hoy (sí, esos que van a clase de Koti) pensarán que estamos trasnochados pero QUÉ ERROR por su parte.


Así lo veo yo. Feliz cumpleaños de nuevo y no cambies!!!!!!!!!!!.

Wolffo dijo...

Recuerdo, Foss, no ya lo que pensaba de la gente de 45 años (unos putos viejos con un pie en la tumba)sino lo que pensaba con 15 años de los de 25: señores provectos ya.
El mundo es distinto, claro.
Mi padre, a los 15 años mío, era un señor super respetable, de 57 años, padre de 7 criaturas, Coronel del Cuerpo Jurídico de la Armada y demasiado cansado como para que compartiéramos las cosas que me interesaban a mí: las tetitas incipientes de mis amigas, los goles de Santillana, los Beatles y esas cosas. Ahora mi hija me comenta sus descubrimientos musicales (el último, fantástico, The Coral, de Liverpool) y, ocasionalmente vamos al mismo concierto (Oasis) aunque, por supuesto, cada uno por su lado; mi hijo me consulta las dudas que tiene al tocar la guitarra y me pregunta truquis y variaciones de los acordes y nos encantan algunas series (Cómo conocía a vuestra madre, Aquellos maravillosos 70, Perdidos...).
Loq ue sí es verdad es que, a pesar de todo... seguro que piensan que estoy trasnochado y superdesfasado, pero, qué quieres, me imagino que todos tenemos que pasar por eso.
Un abrazo y gracias, muchísimas gracias, de corazón.

fantasma paraíso dijo...

¡Ay, los cumpleaños...! A mí me gustan y me joden a la vez, lo reconozco. Pero siempre los celebro. Y qué razón tienes: somos grandes y pequeños a la vez. Nuestras vidas, nuestros asuntos, sólo son importantes para un reducido número de personas, pero así es la vida amigo, y el día que no estemos nos llorarán un poco y a otra cosa, porque el espectáculo debe continuar.

Aunque a Foss no le falta razón en que «antes» con 45 tacos pudieras parecer mayor que ahora, no es menos cierto lo que tú dices: siempre a los mayores los ves como viejos. Lo que pasa es que vamos cumpliendo años (ya sabes lo cercana que aún tengo mi fecha) y aunque el cuerpo cambia, la mente no lo hace de modo tan evidente. Y uno tiende a sentirse «como siempre». Hay personas que siempre llevarán un niño dentro, otras a un joven, y otras arrastran su vejez permanentemente.

Y esto en cuanto a los años. En cuanto a las «revoluciones», lo primero es que me ha gustado tu versión del «Revolution». Al principio me costaron un poco los coros, lo admito, pero bueno, ya sé que son marca de la casa y están bien traídos. Y lo que comentas de que ya no hay revoluciones y que todo se lo traga la sociedad de consumo, pues sí, qué duda cabe. Esto, no obstante, tiene su punto. Quiero decir que a mí me hace más gracia el icono con la foto del Ché en una camiseta, que la historia verdadera de cuando bajaba pegando tiros desde Sierra Madre. No sé si me explico. Pero es que, muchas veces, bendita frivolidad.

Por volver a lo musical, tan presente aquí, recojo tu mención a los Sex Pistols. Bueno, ciertamente ya no están en las listas de éxitos como dices, pero sí lo estuvieron en su día. No obstante, nacieron para ello, no olvides que fue Malcom McLaren quien se los inventó y el objetivo era vender, vender. Con todo y con eso, y sin que yo sea un gran fan de los Pistols, siendo como eran unos músicos penosos y un fuego artificial con mucho ruido y poco recorrido, aun con eso, digo, su influencia en la historia del rocanrol (o de la música, o como quieras llamarlo) es innegable. Aunque sólo sea porque hicieron que tantísima gente al verlos pensara eso de: «si estos pueden subirse a un escenario, yo también».

Mencionas a Obama, y tentado estoy de compartir aquí un descubrimiento casual que he hecho en estos días y que podría resultar decisivo para la continuación del negro en la casa blanca (dicho esto sin prejuicios raciales, sino por el simple y bonito contraste que supone juntar las palabras —y los colores— negro y blanco). Sin embargo, creo que voy a contenerme y no lo revelaré. Es sabido que la CIA todo lo ve y todo lo escucha. Y sí, amigo Wolffo, tu blog también es revisado en un oscuro sótano de Langley, Virginia, donde un tipo grasiento lee las peroratas mientras devora cajas de donuts.

Dicho lo anterior, me despido. No quiero comprometeros ni que unos tipos vestidos de negro vengan a mi casa una noche y me hagan desaparecer. Además, se encontrarían con los rumanos, que todavía colean. Por cierto, esta semana terminan las obras después de... ¡cinco meses!

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños carinyet.

En mi humilde opinión uno sabe que va en buen camino si cuando mira alrededor se da cuenta que está donde quiere estar y con quienes quiere estar.

Ah, y cuando ves a alguien en la tele de tu edad o menor y dices, Pues yo estoy mejor! ;p

Mucha felicidad y alegría en tu vida.

Muaks!!

Mons.

Unknown dijo...

Muchas felicidades, colegaJordi. Otro añito más al zurrón. Pronto me tocará a mí ...
Un abrazo fuerte con algún retrasillo.

Javierrubio

Wolffo dijo...

Hi, Fants. A mí me gustan, me parece bien eso de que cuando llega el día que naciste, cada año, te apuntes uno más.
Los coros del Revolution no son míos, del todo, están sacados, la parte más chocante (los subidúas) sobre todo, del Revolution 1 del doble blanco.
Entiendo lo que dices del Che (un tipo con el que menos mal que no nos hemos encontrado) y no echo de menos la revolución, no la añoro, me refiero a que las cosas no son nunca tan "puras" como nos las pintan. Todos tenemos un precio. O todos estamos comprados de antemano, y no por la "sociedad" sino por nosotros mismos. Es decir, no es que la gente se "venda" es que nosotros los compramos. No es que la sociedad sea necia y quiera ver telebasura, es que somos nosotros (algunos) los que elegimos ver mierda en lugar de leer un libro, pasear por el campo o la calle, oír un disco o echar un polvo.
Tus últimos párrafos me dejan helado: ¿por qué lo has hecho? Ahora ya nada podrá seguir siendo igual. Claro tú estás más tranki, porque a los fantasmas seo os ve menos (aunque creo que los de la CIA sí que pueden veros...)

Muchas felicidades a ti también, alma inmortal.

Gracias, Mons, guapa. Tu opinión puede ser humilde, pero es bien sabia, como de nuestras con este comentario tan delicioso. Yo, en serio, no sé lo que es estar mejor o peor, pero sí que me gustaría estar con gente como tú. ¡Qué pelota me ha quedado...!

javirrubio,
un mes te queda a ti, es verdad, eres el único del 64, como yo... y como Antoñito, coño. Un abrazo a ti, prenda.

Anónimo dijo...

Dime si te acuerdas todavia, a quien le gusta los puzzles de mujeres desnudas....dime quien soy y quizas me encuentre contigo...

mahomal dijo...

Yo soy de la opinión (que no sé si mía o la he copiaó) de que cuanto más te revolucionas y giras sobre tí mismo, mejores ideas tienes y mejor las plasmas. Es que te explicas y piensas de bien...
Brindo por tus 45 y porque sean muchísimas las vueltas que te quedan. Que sigas disfrutando de los que tienes a tu alrededor y que nunca te falte ese talento y esa lucidez. Y que yo lo vea, claro.

Besos enormes sin revolucionar, que me pega que son mejores.

yambra dijo...

Felicidades.

Wolffo dijo...

Anónimo... me imagino que al 99% de los hombres les gustan los puzzles de mujeres desnudas, pero he de decirte que no recuerdo quién eres, aunque caray, tengo mogollón de ganas de saberlo, ¿no hay más pistas?

"Yo soy de la opinión (que no sé si mía o la he copiaó)" jajajajajajajaaaaaaa, eres única, mahomalilla. Eres tan cariñosa, siempre... Me están arreglando un par de cosas en casa (sí, yo también estoy en el mundo de la reforma, como Fants) y en cuantis que estén, te vienes un día a comer a casa. Te quiero buuucho. Un beso grande, Mal.

Yambroid... caballero, muchas gracias, hombre. Un abrazo.

linmer dijo...

Caray, por no decir repámpanos, esta vez llego especialmente tarde. Felicidades Wolffo, y enhorabuena por esa forma tan natural de decir que cumples el inicio de tu juventud.

Este texto tan reflexivo e intro-retro-exo-spectivo me recuerda a tantas conversaciones a las dos de la madrugada, a las seis de la tarde, a las... que siempre, inevitablemente, tenían lugar en bancos de lugares idílicos (tema para un largo post, sin duda). En esas reflexiones, las mías, me preguntaba si tener ideas propias, si quererse desmarcar del mainstream no era un rol más dentro de él. A lo 1984, ya sabes.

Y esto lo reflexionaba acompañado, no vayas a creer que estoy tan zumbado como lo estoy en realidad. Y precisamente porque esas personas que me acompañaban en cada ocasión, como de alguna forma extraña y asíncrona haces tú, me demostraban que hay más gente de lo que parece con ideas propias, sea porque nos rodeamos de ellas por el calorcito que dan en invierno o porque la propia naturaleza humana nos empuja a pensar que somos siempre tan únicos e irrepetibles como lo deben pensar cada uno de los cacahuetes de por alguna extraña razón guardamos en el frasco del arroz.

Un abrazo y, ya que no he llegado para desearte que tu día sea muy feliz, que el año entero sea muy feliz. ;) (Intuyo que eres de los que odian los smileys pero permíteme la licencia).

PD: La canción está genial, tu te empeñas de tipo duro, pero cuando te pones meloso ganas puntos (seguro que esto siempre lo has oído de mujeres y no hablando precisamente de música)

Wolffo dijo...

Bueno, seguramente mi situación al escribir el post y la tuya a las dos de la madrugada en buena compañía eran parecidas... y eso nos hace pensar en cosas parecidas.
Yo creo, personalmente, que no hay más gente "de lo que parece" con ideas propias, hay muy poquita gente así, pero los que tienen esa decorosa distinción se buscan entre sí. Es como cuando te vas a comprar un coche y, de repente, tienes la sensación de que todo el mundo se ha comprado ese coche... y lo que ocurre es que, por lo que sea, sólo buscas ese coche en el mar de coches de la autopista. Vaya ejemplo de mierda, por dios...
Bueno, tío, que gracias por las felicitaciones, que no son atrasadas, sino muy oportunas, gracias por el smiley, que no odio y por el comentario acerca de la canción... tienes razón, ellas no me quieren ppor lo que me cuelga, sino porque soy sensible, maldición.
Un abrazo.