lunes, octubre 06, 2008

Noticias de Lorna. Breve interludio de realidad.


Este trío de canciones tiene mucho de mí. Son canciones ya con unos añitos. Las pongo aquí, sobre todo, porque sí. Tienes que saber es una canción en la que confieso algunas cosas que el buen escuchador sabrá entender. Ángel es la canción que escribí a mi cuñada Ángel y es un tema pop que me flipa. La pongo aquí porque ella, con una conversación nocturna en una fiesta, me inspiró el personaje de Lorna Cor. Y El ritmo del Sol es un Rythm & Blues para decir lo evidente: por mucho que te empeñes, el ritmo no lo marcas tú. Ea. Me gustan estas tres canciones, qué quieres y si a ti te gustan también, creo que puedes bajártelas aquí.


Hago un alto en el relato de mi relación con Lorna Cor, porque un suceso nodular (uno de esos que hacen de desencadenante, de acelerador de acontecimientos en los guiones de cine) ha tenido lugar esta mañana. Lorna me ha escrito una carta. En ella me pide, literalmente, que le devuelva el rosario de su madre. Lorna no me dio jamás rosario alguno, no me dio, en realidad, nunca, nada tangible, así que me imagino a qué se refiere. Yo creo que ella quiere que le devuelva los recuerdos. Quiere que la olvide. Que no piense en ella, porque eso, me dice, le hace daño. Es como cuando yo soñaba con June y no se lo contaba a nadie, y recibía un sms airado en mi móvil con un mensaje sucinto y agresivo:

djam n paz!

No sé porqué las mujeres de mi vida me desprecian de esta manera. Pero que me detestan, es indudable. Debe ser que, a poco que me conozcas, resulto odioso, porque todas las mujeres del mundo me odian. A veces por listillo, otras por sabelotodo, por egoísta, por despreocupado, porque sé demasiado o porque no me doy cuenta de nada. Porque sí o porque no. ¿Qué más da? Soy un tipo al que, por algo que hay en mi cara, en mi voz, en mi carácter, es fácil tirar por la borda y seguir adelante. Un hombre lastre, o algo así.

Vale, Lorna me pide el rosario de su madre. Lorna debería saber que si yo supiera a qué se refiere exactamente, se lo devolvería, a no ser que sea lo que yo creo que ella quiere que le devuelva (los recuerdos), porque, en ese caso, es inviable que satisfaga su petición.

He reflexionado sobre este asunto en particular y no he llegado a ninguna conclusión válida. ¿A quién pertenecen los recuerdos de una persona? Si yo me acuerdo de cuando Lorna se reía mientras yo intentaba hacerle creer que era un hombre de palabra, ¿a quién pertenece ese recuerdo? Es más, ¿qué es realmente ese recuerdo? Es decir, lo importante de ese recuerdo es: a) Lorna ríe; b) Yo intento –en vano- hacer creer algo; c) A pesar de que no confía en mi palabra, a Lorna le hago gracia; d) Yo no tengo palabra; e) Lorna está convencida de que yo no tengo palabra; f) me gusta tanto Lorna que hasta cuando no me cree, la deseo; g) su risa me enloquece, aunque se esté riendo de mí y de mi poca credibilidad; h) tenemos suerte de conocernos i) … sea cual sea el recuerdo, o la esencia del recuerdo, o su magia, ¿a quién pertenece? ¿Al protagonista del hecho o a quien lo imagina?

¿Puede ella, seriamente, pedirme que la olvide? Es más, si el resquemor, o la mala conciencia, ha puesto un pie en el quicio cuando Lorna iba a cerrar la puerta de su alma y la desconfianza se ha colado por esa rendija, ¿es verosímil que recupere la confianza en mí? Es más, ¿es posible que aunque yo le dijera, “toma, ahí tienes los recuerdos” ella me creyera? Porque, claro, es tan idiota pensar que uno puede sacarse los recuerdos de la cabeza, hacer un paquete y mandarlos por correo, que igual todo es un truco para ver hasta qué punto de patetismo llego yo. Ver si soy capaz de hacer el ridículo, payasear, perder la dignidad y la cordura solo por que Lorna se desenfade conmigo. Todo esto me tiene desmontado. No sé, mierda, no lo sé: ¿puede ella pedirme que la olvide? ¿puedo yo olvidarla? Y ahora, a última hora, me atenaza un temor: ¿no será que me dio, realmente, un rosario de su madre y que, por desafortunado, he olvidado este suceso? ¿Tan… tan… tan capullo soy? Qué miedo… Lorna Cor siempre me desmonta

9 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué ocurre? ¿De nuevo quieres comentarios? ¿O ha sido un olvido?

Por si acaso no me arriesgaré. Cuando lo confirmes, si la respuesta es afirmativa, entraré en liza de nuevo.

Besos.

Wolffo dijo...

(¡Chsssss....! calla que aún no se ha enterado nadie...)

Anónimo dijo...

Yo tampoco me atrevo a comentar. No sé... porque si luego resulta que es otro coitus interruptus y te habías olvidado de quitar la opción... Y luego, claro, está lo del plantón. Que, bueno, no lo comentaré aquí tampoco, pero... Pues eso, que Wolffo anda muy disperso y a lo mejor está bien así y... Y este comentario también lo es: disperso, absurdo y ni siquiera comenta nada, pero... ¿Es que había que comentar?

Abrazos de ultratumba.

Wolffo dijo...

No es un fallo. Simplemente, está abierta la ventana para el que quiera decir lo que se le ocurra. Nada más. Te toca, como dice arriba, si es que te apetece, o tienes algo que decir. Como siempre.

Anónimo dijo...

A lo mejor, Lorna lo que quiere provocar es lo contrario. Es decir, no que la olvides, sino que te des cuenta de que está ahí. Y para llamar tu atención te pide el rosario de su madre o lo que haga falta.

¿Cuánto tiempo hace que no apareces por la clase de Lorna? ¿No te estará diciendo "Oye, Wolffo, que te estás pasando la física cuántica por el forro", y es una manera de hacerte ver que ella todavía está ahí, observando tu sitio vacío en clase?

Yo, sinceramente, voy a ser bien pensada y voy a creer que Lorna no desea que le devuelvas sus recuerdos, sino reavivarlos.

Bueno, es una teoría como cualquier otra.

Besos mil.

Wolffo dijo...

La verdad, si lo que quiere es llamar mi atención, que sepa que estoy ahí, que me mande un video. Desnuda, por ejemplo.
Por poner un ejemplo, vaya.

De verdad...

linmer dijo...

Vaya con Lorna, ¿así que las cuentas de su madre?

¿No será que con las prisas al salir de su casa las confundiste con la cadena del inodoro?

Perdoname, es que hoy estoy un tanto hiperbólico (bic cristal, por supuesto).

Me alegra mucho tu regreso, aunque yo, como de costumbre, haya llegado tarde.

Un abrazo amigo

Anónimo dijo...

ya te he enviado el video desnuda, ahora sal a admirar la luna conmigo. hoy está tan bonita.

Wolffo dijo...

Linmerick,
Pero si yo no me había ido... así que ni yo he regresado ni tú llegas tarde.
En cuanto a lo otro... no sé, tío, en fin, no lo creo, no me confundo de ese modo, ¿oh sí...? No me metas estas dudas en la cabeza, hombre, que no me mola verme tan poco decidido.

Lorna,
y lo miro y lo miro... y sí, has conseguido llamar mi atención. Cierta parte de mí es como un signo de admiración al mirarte.
Lo sepas.
Caray...