jueves, octubre 30, 2008

elogio y refutación de Wolffo (auge y caída de mi alter ego en internet)

La mitad
(Jorge Duret)



Así es. Me siento en la mitad del camino. Eso espero. Y lo celebro con esta maqueta de este blues salvaje que tomará su forma definitiva cuando la grabemos en serio, con Los Ciclones y la colaboración especial del gran Sergio a la armónica, mi excompi de Travelin' Duet. Mientras, he convencido a eMail para que toque el solo y una guitarra. No es el tipo de canción que yo compongo, pero el hecho de cumplir años, o ganar en experiencia, o lo que sea, me hace volver a las raíces, a lo clásico, y me ha salido de las tripas este furioso rythm & blues que, está mal que yo lo diga, pero me encanta. Si sois capaces de verlo como yo lo veo, ya bien grabado, y bien tocado, y si os gusta este tipo de música, os gustará también. En fin, si abrís la foto en otra pestaña, podéis ir leyendo la letra, que es de lo mejorcito que he escrito. Si queréis, podéis bajarla en este enlace. A ver qué pasa.



Y llego, casi sano y bastante a salvo a las 44 primaveras, siendo este, el cuerpo que habito, el mismo sitio de siempre y, al mismo tiempo, siendo un sitio distinto.
Soy Wolffo, un personaje, aunque no lo creáis, bastante distinto de sí mismo y de la persona que lo describe y que escribe por su boca (o sea, yo mismo), y bastante parecido, al mismo tiempo, a sí mismo y a mí.
El Wolffo de los primeros posts, en los blogs de ya.com, allá por febrero de 2005, buscaba su sitio, su voz y deseaba por encima de todo que le leyera todo el mundo, y parecer ingenioso, tierno y divertido a toda costa. El Wolffo de hoy está totalmente despistado en cuanto a qué pretende con este espacio de confusión que son Las Peroratas. He abandonado unas 300 veces, he posteado anárquicamente, he abierto y cerrado los comentarios, todo sin saber bien a dó camino, porque Las Peroratas parecen tener vida propia, una inercia superior a mí que me lleva de la mano por este camino de despropósitos que es mi vida bloguera.
He debido decepcionar a unos cuantos de vosotros y un montón más que ya no me leen, pero prefiero hoy contar a las maravillosas personas que este asunto de los blogs me ha permitido conocer.
Empecé a escribir el blog como entrenamiento, como una especie de ejercicio literario, pues mi objetivo era otro, más artístico, menos expuesto, y aún hoy pienso que ese es su principal cometido. Probar, experimentar, tomar contacto con mi propia escritura y colegir así si soy capaz de escribir algo importante de verdad.
Empecé así, queriendo que esto fuera una especie de cuaderno de ejercicios, pero cobró vida y llegó a convertirse en un fin en sí mismo. Hubo un momento en que mi intención inicial desapareció y me obsesionó el blog en sí mismo.
Luego, en otro momento, vi que podía dar salida así, bien que poco masivamente, a mis canciones y mis experimentos musicales, y me lancé a ello. He subido más de 100 versiones y con este, 33 temas propios. Un día, descubrí que era capaz de editar videos chapuceros y que así podría dar una distribución mayor a mis canciones. Pero empezaron a interesarme los videos en sí. El mundo de la imagen es tremendamente absorbente y si te descuidas, te pasas el día haciendo bobadas. Siempre acompañé mis canciones, mis videos, mis gilipolleces, con mis letras que son lo más importante de mí que hay aquí.
Luego empezó la cosa de los comentarios. Siempre, desde el principio, tuve habilitados los comentarios y siempre me pareció que era de ley contestar a los que se molestaban en escribir un comentario, y agradecerles su amabilidad. Pero, sin saber cómo ni cuándo, me di cuenta de que no escribía por escribir, por el placer de escribir, que es lo que me mueve, sino que empecé a escribir para los comentaristas, dejando puertas abiertas para que ellos escribieran y yo les contestara, dejando abierta, a su vez la posibilidad de réplica y de dúplica. Entonces, cuando me di cuenta, suprimí los comentarios.
La cosa no era: ¿para qué vienes aquí, para lucirte? Algo así, ni de coña, creo. En fin, deshabilité la posibilidad de comentar porque simplemente quería escribir, y porque los hilos de la realidad y la ficción habían empezado a entretejerse por sí solos, y os juro que llegó a preocuparme lo complicado que era mantener separadas las esferas del blog y mi vida y que una y otra no se interrumpieran. Os caía mal June, a la que yo adoro, aunque me mate de dolor, y queríais matarla, agredirla, menospreciarla, insultarla o follarla (según quién) y yo no podía controlar eso. Mi forma de escribir toma retales de realidad y los funde con la ficción, por eso a veces, sin saberlo, alguien se entrometía demasiado y llegaban a dolerme determinados comentarios, pero no podía decir nada porque entonces me hubiérais tomado por loco. Imaginaos, alguien que se ofende porque no se leen bien (vamos bien, no, sino como yo quiero que se lean y se entiendan) sus historias inventadas… como una regadera. De modo que cerré los comentarios.
Entonces un montón de gente me dijo: joder, eres un capullo, abre los comentarios que nos estás hurtando una lectura que era cojonuda. Y es verdad. Mis posts eran solo la tercera o cuarta parte del juego. Lo bueno estaba después, cuando nos lanzábamos a desbarrar unos y otros, participando yo (más que nadie, en realidad) en ese juego. Reconocerlo es duro, creedme. Sobre todo cuando uno se cree tan listo como me creo yo. Ante las quejas de los airados porque había cerrado los comentarios, contestaba yo paridas que a duras penas se sostenían.
Así que abrí de nuevo.
Pero os he abandonado a todos. Ahora no leo ningún blog. Ni siquiera los que me gustan. Miento, leo uno, pero es otro rollo y me gusta. No sé si a vosotros os molesta que no os lea (a mí me molestaría), pero hay algo en este juego que me enerva y he decidido abandonarlo. Soy demasiado exhibicionista como para dejar de escribir, pero la verdad es que he dejado de leer blogs y no quiero hacer el esfuerzo de hacerlo. Porque antes me gustaba leer a mis clásicos, pero llegó a convertirse en un esfuerzo y eso… es aburrido. Me refiero a esforzarse por pasarlo bien, es un poco raro, ¿no?
Y así, Wolffo, ese alegre bloguero que os leía y que hacía largos y elaborados comentarios, a veces simpáticos y a veces bordes, ha dado paso a este circunspecto ser que ni siquiera os visita, pero que aguarda cada visita vuestra con la esperanza de que no sea la última. Después de leer esto, es duro seguir viniendo, imagino.
Capaz de lo mejor y lo peor, soy consciente de que ya no es lo mismo esto de Las Peroratas. Hubo un momento que posts gloriosos eran acompañados de grandes canciones (no tengo abuela) y ahora, mirad lo que queda: unas maquetillas vagas con promesas de que sonarán un día bien y un ejercicio de enfoque de mi ombligo que no hay quien lo soporte.
En fin, esto es lo que hay, buena gente. Soy Wolffo, no hay quien me aguante, ¿eh?

23 comentarios:

Fray dijo...

Aprovecho para felicitarte por tu 44 cumpleaños, por unos días solo te saco 3. Como te he dicho siempre, con tu blog haces lo que te da la gana, hagas lo que hagas mientras exista aquí estaremos. Yo estoy en el caso opuesto, no escribo y me limito a visitar unos pocos ("los elegidos para la gloria"), que son los que me gusta leer y algunas pocas veces me atrevo incluso a aportar un poquillo en ellos. La letra de la canción me ha gustado, per prefiero no oirla hasta que lo pueda hacer en directo.
44 abrazos hermano.
Post Abrazum, Ya visite a la vieja amiga.

Andaya dijo...

Wolffo...¿y?
Yo te leo básicamente porque me da la gana-que para ego, el mío-, porque eres un tipo interesante y creativo con una imaginación y una manera de contar sus medias realidades, muy muy peculiar.
Pero no espero que me leas, esto no es un quid pro quo, y quien espero eso va listo. Como tú, he abandonado chorrocientas veces mi blog y cerrado comentarios; precisamente porque escribo para mi (y punto)
Reconozco que me encanta que me contestes a los comentarios que de vez en cuando dejo. Reconozco también que en alguna ocasión, esos comentarios eran para picarte un poco. Pero creeme, lo hacía con una sonrisa en la cara, como parte de un juego entre "amigos". No se si alguna vez me pasé, y si es así te pido disculpas.
Hablas de la realidad y del blog como si fueran dos cosas opuestas,pero te equivocas. Simplemente son dos realidades diferentes. Detrás de cada nick hay una persona con una motivación específica para andar por aquí. Y esa motivación, esas razones, provienen de lo que tú llamas realidad.
Mira chiquillo, a mi me encanta tu personaje, y me gusta lo que intuyo de la persona. Tú decides a cual de las dos nos dejas ver por esta ventanita. En todo caso, yo estaré asomada para saludarte.
P.D.
Y como te vea aparecer por mi blog te doy una paliza ;)

Andaya dijo...

Por cierto ¡¡FELICIDADES!!

Anónimo dijo...

como el resto, yo también te quiero

Anónimo dijo...

En primer lugar, FELICIDADES y BIENVENIDO a los 44 AÑOS.

Creo que la cosecha del 64 tenemos algo especial, al menos la cabeza como una jaula de grillos...

Y en segundo, si pasas o no por mi blog el resultado va a ser el mismo. Ayer lo borré, me retiro de esto.

Si algún día quieres echar una parrafada... tienes mi móvil & correo.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

FANTASMA PARAÍSO, dijo...

Jordi, Jordi…¡Muchas felicidades! ¿Será por cumplir años por lo que te nos has puesto tan nostálgico y reflexivo? Probablemente no, no sé. Quizá tenga más que ver con esa declaración de intenciones tuyas de que eres una «bomba sexual» (afirmación que cuando uno la lee por primera vez… bueno, en fin) y que puede que se refiera a que eres el «rey del desnudo», por esa facilidad tuya para quedarte en bolas en público.

No le des más vueltas a por qué escribes ni por qué dejas de escribir. Simplemente hazlo si te lo pide el cuerpo. En realidad, escribir es un acto egoísta y escribimos para nosotros mismos, por el puro placer de hacerlo. Bien es verdad que si tienes difusión puede resultarte halagador, pero quizá sólo porque es lo que en última instancia te pude permitir seguir haciéndolo.

Tanto da que te comenten o que te dejen de comentar, o que tu leas blogs o novelas de misterio. Y Wolffo es un personaje, sí, pero entonces, ¿qué somos nosotros? Supongo que menos que nada, porque no somos más que personajes de tus «Peroratas». No existimos, tío, desengáñate. Tú has creado este mundo y el puñado de lunáticos que pululamos por estas páginas procedemos de tu calenturienta imaginación. Pero aquí estamos, y te aplaudimos cuando te lo mereces, como cuando en «Desmontando a Harry», la peli de Woody Allen, todos los personajes de sus libros acuden a su homenaje.

Y otra cosa, en efecto no es una buena idea “enfadarse” por lo que otros interpreten de tus personajes. Cada libro, cada historia, tiene tantas lecturas como lectores. Y esa es su grandeza. Por otra parte, es comprensible que uno se preocupe por sus «criaturas» y quiera que los demás las vean del mismo modo. Pero eso, Wolffo, amigo, es imposible. Así que supongo que más vale no saberlo, como más vale cuando has leído un libro que te ha gustado no tener una charla con su autor para que te lo comente, porque a lo mejor va y te lo jode. O incluso puede que, el autor al que idolatrabas, resulte ser un cretino integral.

¿Sabes? Me está quedando un comentario (o así, ya sé) la mar de raro, porque yo había venido aquí a decir cumpleaños feliz, y que cumplas muchos más, y que a ver si quedamos de una vez, y que qué pasa con lo de que toques en Madrid… Y bueno, no sé, las cosas de los cumpleaños. También quería agradecerte la fiesta sorpresa de mi propio cumpleaños, y que en un momento de tu historia me llamases Paradise, porque supongo que no fue intencionado, pero Paradise, Sal Paradise, es el nombre de ficción que Jack Kerouac se puso a sí mismo en «On the road».

Oye, la canción está muy bien. En serio, da gusto que sea tu cumple y nos hagas regalos así a los demás. Y es que, de lejos, me interesa bastante más cuando cuelgas canciones tuyas. Aunque déjate de si llevas ya recorrida «la mitad del camino» o no. No sabemos cómo de largo es ni si llevamos la mitad, un tercio o estamos al borde de terminarlo. No sabemos a dónde va ni lo que nos espera. Pero da igual, ya lo sabes, lo de menos es el destino. Lo que importa, lo único que de verdad importa, es el camino.

Anónimo dijo...

Feliz cumple Wolffis !!!! Te deseo todo lo mejor para vos y todos los tuyos ;).

Me encantas los blues que tocas , vas muy bien ;). Me gustan mucho.

Te mando un beso enorme desde la primavera y otro lado del atántico.

Maripampas

Cati dijo...

Felicidades.

Anónimo dijo...

en realidad no eres buey, eres dragón.

hnh

Anónimo dijo...

La canción me parece estupenda, creo que el blues va mucho contigo. Es como si fuese rock canalla, por la voz curtida y rasgada, pero sin esa prepotencia tan molesta de quien se sabe el dueño de la calle.

Creo que entiendo lo que dices, con los límites que establece cada caso particular...

A pesar de lo abandonada que tengo mi casa últimamente, en realidad siempre ha sido así, para mí el hecho de perder un lector habitual es también perder la presión que supone querer transmitirle algo (si tuviera un psicólogo seguro que tendría mucho que decir).

Mientras sigas inspirándonos con tus letras (en canciones o historietas), me importa poco si vienes o vas, si me dejas decirte lo magníficas que son o si prefieres ignorar al público que te aplaude en la oscuridad.

Wolffo dijo...

Querido hermano, gracias por tu felicitación, s'agradece. Me hace gracia ser elegido para la Gloria, me mola, pero un día me explicas a qué gloria te refieres. Si está mollar y tiene buenas ancas y buenas aldabas y es divertida y complaciente entre las sábanas, me alegra más aún ser elegido para ella. En cuanto a la canción, deberías escucharla, si te gusta el rock de carretera y el canalleo en su justa medida. Porque los Ciclones, al menos en tres meses, no van a decir esta boca es mía. Un abrazo, amigo.

Y nada, Andie, solo que de vez en cuando, me dan estos arrebatos y suelto por los dedos estas paridas, nada más. NO recuerdo, de nadie en general, pero de ti en particular, que me haya molestado un comentario tuyo, aunque sí recuerdo que hemos cruzado espadas dialécticas en alguna ocasión (somos igual de discutidores, me temo). Eso no quiere decir nada, claro, solo eso, que nos gusta animar el cotarro, de vez en vez. Y lo de las fronteras de la realidad y lo imaginado, es tan difícil de delimitar, que es mejor no aventurarse, tienes razón. En fin, que yo te agradezco un montón cada una de tus visitas y tus comentarios, lo que he escrito en el post no obsta para que me derrita cuando personas como vosotros, como tú, me prestáis una inmerecidísima atención. Un beso y gracias.

Gracias, anónimo/a, creo que yo también te quiero a ti.

¿Tú también eres cosecha del 64, Foss? Ya decía yo que la cosa esa de coincidir en tantas cosas, es rarita... Lo de tu blog, ya lo vi, pero, ¿y eso? Recibo tus actualizaciones en mi correo y me sorprendió que cerraras. Con la de mierdas que hay por ahí abiertas... En fin, gracias, tío, nos tenemos controlated. Abrazo for you.

Muchas gracias, Scott, colega, lo que te pasa es que te da envidia la soltura con la que me declaro sexualmente irresistible y saciante para cualquier ser humano. Pero es así, soy no solo una bomba, sino un bombón. Ea.
En realidad, no le doy muchas vueltas a nada, o a nada especialmente, soy más de pararme a pensarlo, en lugar de darle vueltas a las cosas, hay una sutil diferencia; todo es susceptible de pararse a pensar en ello, hasta las paridas más grandes, y a veces me da por ahí. Mi actitud es más sentarme en una piedra al borde del camino y observar sin actuar sobre la cosa observada; o sea que no le doy vueltas, sino que la miro y dejo que me hable (esto sí que es darle vueltas a la nada, ¿eh? jajajaja...).
No sé si te acuerdas de cuando, en amanece que no es poco, mi fetiche-movie, el aspirante a intelectual que es un joven y aún nada policíaco Tito Valverde, le pide al intelectual argentino del pueblo (que, a la sazón es plagiador de Faulkner y "exiliado de la política") que le deje leer el libro que acaba de "escribir" y el otro le dice: "¿Para qué...? ¿Para que lo jodás...?" Pues eso, que es divertido y absurdo a partes iguales, Fants, me pasa a veces. Otras veces, lo reconozco, me pasa al contrario, alguien "lee tan bien" un párrafo que lo eleva a los cielos. Eso hay que decirlo también.
En cuanto a quedar, debemos hacerlo al margen de cuando toque, que, a lo mejos se da estas navidades, pero lo normal es que sea, como pronto, para después, estamos ensayando como buenos chicos y me gustaría preparar un show bueno de verdad. Por erso deberíamos vernos al margen de que toque.
Vale, me mola que te guste la canción, F., porque a mí me parece que ha quedado genial, que promete un huevo. A mí también me interesa más cuando cuelgo canciones mías, pero aunque si me pusiera, algo saldría, no puedo componer una canción cada semana. Y arreglarla y grabarla. Es, primero, mucha inspiración, a la que no se puede tirar de las orejas para que venga, y, en segundo lugar, un curro que no puedo permitirme en según qué épocas. En esta época, pongamos.
Reconozco que aunque Paradise era solo llamarte por tu apellido, pero mola que haya sido tan feliz la coincidencia. ¿Has pensado que el llamarte a ti mismo así era un nombre más rico de lo que al principio creías? Eso es una cosa de esas por las que merece la pena, sentarse en una piedra, llenar la pipa y ponerse a pensar sobre ella, saludadando a los otros que pasan con un ademán de la cabeza y mano y un ¡hm...! satisfecho, porque la vida es maravillosa. Y sí, importa el camino, pero el que hacemos, ¿no?, el de Machado (Serrat para los despistaos), el que se hace al andar.
Abrazo gordo, amigo.

Mira, por dónde, aparece mi querida MariPampas, por aquí, y aparece con una sonrisa tan amplia como su nombre. ¡Qué ganas de verte por aquí, cielo! UN beso desde casi el invierno (he llevado a mi hija a la parada del bus del pueblo esta mañana y hacía ¡un mísero grado sobre cero!). Otro beso.

Gracias, Cati, guapa.

Es cierto, asturianilla, pero no me digas que lo de buey, sabiendo lo bombón sexual que soy, no choca...

En rigor, mi querido linmerick, es un poco así, como dices, es una especie de rock canalla, pero sin echar a nadie del billar, porque no quiero follones. Solo digo lo mío, pero tú puedes escucharlo o no, y decir lo tuyo, también... a tu aire.
En fin, es verdad que todo importa poco, sobre todo importan muy poco las opiniones y mucho más los hechos. Sobre lo que yo escribo, esto es más verdad aún. ¿Qué mas da lo que opine nadie (ni siquiera yo) sobre lo escrito? Es más, ¿qué más da, esto sí que no le importa a nadie, lo que yo opine sobre lo que opinan los demás acerca de lo que yo he escrito?
De cualquier modo, y dejando aparte la importancia que tenga, adoro cualndo alguien empieza el comentario como has empezado tú el tuyo hoy.
A lo mejor es todo tan sencillo como eso: escribo, canto, toco la guitarra, por cosas así.
UN abrazo y gracias.

Anónimo dijo...

Este año me había hecho el propósito de felicitarte antes de que se me pasara la fecha de tu cumpleaños. Me preparé a conciencia un plan de felicitación que no llegara tarde, como de costumbre. Pero esta vez, la perfección se me escapó. Das demasiadas explicaciones, colega, sigue contando historias y sacando canciones, y ya.

Felicidades, amigo. Mi amigo. Te quiero.

Wolffo dijo...

¿Te parecen demasiadas explicaciones? ¿Y qué me dices de decir "Este año me había hecho el propósito de felicitarte antes de que se me pasara la fecha de tu cumpleaños. Me preparé a conciencia un plan de felicitación que no llegara tarde, como de costumbre. Pero esta vez, la perfección se me escapó." para decir algo que es evidentísimo, algo de lo que ni siquiera hacía falta decir ni una sola palabra, porque eso es lo que te faltó, decir algo, como es el que se te olvidó llamar?
Ay, si no fueras tan listo, pensaría que eres un niño tonto, Buch, pero no lo pienso, porque te respeto, no estoy de acuerdo con lo gilipollitas que pareces cada vez que abres esa bocaza, pero te respeto. Lo cortés no quita lo valiente.
Gracias por tu sincera y tardía felicitación, viejo amigo, yo también te quiero, pero qué me dices de tu ampli: ¿piensas recogerlo o vas a seguir llamándome mientras estoy en la carnicería para eludir hablar del asunto?
Ahora en serio: gracias, amigo.

Anónimo dijo...

Me parece a mi que tu eres un listillo. ¿Quedamos en principio no este viernes, pero sí el próximo?

Wolffo dijo...

perdona, tío, un puto listillo, si no te importa.
Y nos vemos cuando quieras, rey.
Llámame y listos.

Abrazos y gracias, en serio.

Anónimo dijo...

¡Feliz Cumpleaños Jordi! Como todos tus amigos de verdad, te felicitamos con unos días de retraso (creo que no cuela como excusa pero había que intentarlo) De todos modos, tú nunca fuíste muy dado a formalismos...

Y hablando y desbarrando sobre caminos y cultura, integrándome en la conversación con el común amigo shoemaker, me permito nombrar una poesia de Kavafis, de los Kavafis de Grecia de toda la vida, que utilizó un genio llamado Lluis Llach en su disco Viaje a Itaca, que habla sobre las metas, el conseguirlas, la decepción posterior y la conclusión de que la meta era el camino recorrido. Una maravilla ambas, believe me. O el último parrafo del famoso verso de Kipling "If". Pero para que veas que no he cambiado tanto y que no me he vuelto un pedante insoportable, tenemos que vernos, en serio tío. Si es con Paradise, Buch, etc. mejor. Aunque todos los viernes de este mes me encontraré en lugares exóticos que me reservo para no causar envidia. Pero no es un brindís al sol, tenemos que quedar, que tenemos que hablar de muchas cosas, tío del alma, tío (Le quedaba mejor a Miguel Hernández, definitivamente)

pd. Me ha gustado mucho tu canción, muy buena.

Michel

Wolffo dijo...

Lo que yo sé, mi querido Michel, es que si Fantom y tú os metéis en faena y empezáis con referencias y citas, yo acabo achantando la testa, y hago un delicado pero decidido mutis por el foro, porque no puedo seguiros. En fin, por no quedarme demasiado atrás, en el debate atemporal sobre el camino, la meta y qué es realmente todo eso, aporto que a veces, los genios, dicen melonadas, solo por el placer de distinguirse. Así, Picasso, defendía que eso de que el éxito era la búsqueda era una memez, que el éxito era cuando se llegaba a donde uno pretendía llegar. Yo, según decía eso, miré al insigne pintor, que era humano, al fin y a los postres, y le dije: a veces, Pablito, tío, no me explico que sigas por ahí siendo considerado un genio, porque a mí, te lo juro, y sin ganas de ofenderte, me parece que pintas bien, colega, pero de listo, hijo mío, no tienes un pelo.
Sí, ya me ha escrito Bonus-a-um y me ha dicho que me deje de bobadas y que nos veamos antes de navity y yo estoy de acuerdo con él y contigo. Y con Fants. Tenemos que vernos todos, Evribodi lukin, que diría nuestro presidente, a quien mando un saludo.

Lo de la canción, ¿lo dices en serio? porque me toca la fibra que te guste a ti, especialmente, mi querido Mich. Me toca la fibra.

Abrazos.

Anónimo dijo...

Sí que me gusta, la escuché mientras te leía y escribía. Te diré que me quedó un poso a "Nacional VI" de nuestros queridos y nunca bien ponderados Secretos.

Abrazos
Michel

Wolffo dijo...

Coño, pues no es mal poso, no...

Wendeling dijo...

Aunque no te lea a diario, ni te comente con la frecuencia que debiera, eso no quiere decir que no me guste pasar por aquí y leerme 3-4 post del tirón, pasar un buen rato con mi amigo Wolffo.

Felicidades por esos 44 y como dice mi leona, espero que disfrutes del 5 delante y del 6 y del 7 y del...

Te leo cuando me da la gana y te comento igual (por cierto, no suelo entrar mucho en el juego de los comentarios que describes, desbarrábais demasiado para mi gusto :-P

Besos de una maia.

Wolffo dijo...

¡Ay, mi maia querida...!
me lees más de lo que debieras, puedes estar segura.
Y en lo de los comentarios, puede que tengas razón.
En lo que sí que la tienes, y así debes seguir, es en que leas y comentes cuando te dé la real gana.
Es genial verte por aquí, maia, gracias y besos.

Anónimo dijo...

Querido Wolffo, querido Jorge, querido Jordi, querido ser humano capaz de seguir siéndolo, da igual 20, 30, 40, 50 ó 90.
En primer lugar felicidades por lo último, felicidades por seguir planteándote la vida, por seguir amándola, odiándola y cabreándote con ella, con nosotros, contigo.
Soy Alberto, amante afortunado que siempre ha encontrado lo que buscaba al leerte, pero con el egoismo suficiente para hacerlo únicamente cuando lo ha necesitado. Esto me hace no haber vivido tus idas y venidas, tus cierres ni aperturas, pero, como toda relación esporádica, también me ha hecho no disfrutar más de tí.
No soy habitual de blogs, me confieso monógamo por una vez en mi vida, pero sí gusto de sentir. No sé de altas ni bajas, de subir canciones o videos. No sé nada de escribir y esperar, pero sí sé de náuseas, de pelos de pollo y de lágrimas, vengan de donde vengan. Por eso no quería perder la ocasión para recordarte que tus palabras me han hecho estremecerme y reir. Me han hecho encontrar respuestas y sentirme orgulloso del ser humano. Me han hecho en definitiva sentir que siento, y sentir que somos muchos. Gracias.
Y QUE CUMPLAS MUCHOS MÁS Y YO LOS LEA!!

Wolffo dijo...

Albertus, tío,
gracias por esta maravilla de comentario, y gracias porque, escribiendo lo que escribes, pensando lo que piensas, cuente yo con el privilegio de contar ocasionalmente con tu atención.

Un abrazo.