viernes, febrero 01, 2008

con la iglesia hemos topado (un post impopular)

Mi parroquia era San Dámaso. La sede de San Dámaso no era una iglesia. Era un sótano malamente acondicionado como capilla para celebrar misas. Recuerdo que la recaudación del primer domingo de cada mes, de cuando pasaban el cepillo, se destinaba a la construcción del nuevo templo. Era bastante triste ir a misa allí, la verdad y yo pensaba que podían dedicarle a eso más domingos. El sótano tenía unas ventanucas, tragaluces, más bien, practicados en la parte alta de las paredes que daban al jardín donde jugábamos al fútbol los chicos. Era un sitio oscuro y triste, porque estabas en misa y estabas oyendo a tus amigos jugar al fútbol... pero cuando yo era un niño, no había discusión, se iba a misa y punto.

En San Dámaso había tres sacerdotes. El párroco, una especie de funcionario eclesial triste y gris; el Bonzo, una especie de buda enorme de piel abombada y tersa, bien alimentado (como un cura) y de papada prominente y como si estuviese rellena de foie; y el Ciego o, según Luis Bona (saludos cordiales), el Santo. El Ciego era alto, con el pelo negro racheado de canas y Luis decía “ese hombre es un santo”. Según me parecía a mí, lo que pasaba es que, de los tres, era el único que creía en Dios.

Yo iba a misa, cuando no podía librarme, el domingo a las 8. Antes, el partido de liga televisado era los domingos a esa hora y el Bonzo era especialmente breve en esa convocatoria. En menos de veinte minutos había concluido la misa y hasta la semana que viene, que yo me voy a ver el fútbol.

Lo que más me gustaba de todo aquello, era ir a misa con mis amigos e intentar aguantar la risa, cosa, como bien sabe todo el que lo ha intentado, harto difícil. A veces, nos situábamos junto a los confesionarios e intentábamos oír alguna confesión, especialmente de las chicas, pero nunca oímos nada sobresaliente; aunque más de una vez contamos mentiras a los amigos sobre lo que habíamos oído. Corrían mitos (leyendas urbanas lo llaman ahora) como el de la chica que empezaba a contar lo que había hecho con su novio y el cura le pedía más detalles y se le oía –al cura- acelerar su respiración y gemir y todo ese rollo... como los mitos sobre la yumbina en las fiestas, o su sucedáneo pobretón: las aspirinas disueltas en Cocacola.

Mis padres, que eran, como muchos padres de entonces, muy religiosos, en una época, y hartos del poco fervor cristiano del trío calavera de San Dámaso, decidieron ir los domingos a la iglesia que había en Félix Boix. Esa sí tenía templo, unos curas más creyentes y unas misas de una hora que eran insufribles. La primera vez que me llevaron, me pasé la misa entera intercambiando miraditas con una chica rubia de mi edad (unos trece o catorce años) que iba con su hermana. Fijaos: recuerdo su melena y su culo, amplio, y castigado en unos vaqueros de una talla menor de lo aconsejable, pero no recuerdo su cara. Y recuerdo su melena y su culo, porque, a partir del domingo siguiente, me ponía detrás de ella y jugaba con mis dedos en su melena y, cuando íbamos a comulgar, iba todo el pasillo central tocándole el culo. Ella se ponía a andar y se paraba de repente y yo chocaba con ella y entrábamos en contacto. Tal era mi fervor.

De todos modos, aguanté así un mes. Ni siquiera el premio de tocar un culo y restregarme ligeramente con una rubia culoncilla a la que le gustaba tanto como a mí el asunto, podéis creerme, pagaba el hecho que hubiera que aguantar una hora de coñazo y, menos aún, soportar una de las peores cosas que mis oídos oyeron jamás sobre la tierra: el típico grupito de jóvenes cristianos bien peinados que tocaban la guitarra y la pandereta y profanaban “Help!”, ese himno de terror al éxito, cantando: “Santo, santo... santo, santo... santo es el señor (lleeenoos estaaan...) llenosestánelcieloytierradetuamoooor”

Volví a San Dámaso y a sus 20 minutitos cortos de misa acelerada. Y eso, siempre que no pudiera saltármela, claro, que era lo más normal.

Estudié en un colegio militar, mucho menos estricto en sus normas de lo que la gente piensa (aunque reconozco que había cosas pintorescas), en el que había que ir a misa, a la hora del recreo, el primer viernes de cada mes. Esa misa era un coñazo, claro, pero tenía el premio de que se terminaba cantando la Salve Marinera, que es un himno precioso, que siempre me ha gustado muchísimo y que, reíros, me sigue haciendo llorar.

Bueno, atravesé, después de hacer la confirmación, una época beata, en la que iba a misa a todos los días, buscando algo que, evidentemente, no encontré y, poco a poco, fui alejándome de la iglesia. Pasando, paulatinamente, de no practicar a no creer, y a pensar que todo lo que suena a religión es pura superstición y el consuelo simplista de quien no quiere entender que la vida es un regalo y la muerte, el fin de ese regalo. De quien no entiende la vida. De quien no entiende la muerte.

No creo en dios. No creo en la vida trascendente. No creo que haya vida después de la vida y no me interesa, en abosoluto, la vida espiritual basada en supersticiones y juegos maniqueos de bien y mal.

Esa es mi postura.

Pero hay una cosa que no aguanto: es el anticlericalismo. La postura simplona del que condena a la iglesia por los pecados de su pasado y no reconoce sus aciertos ni lo mucho que ha hecho por nuestra civilización. La del ciego que no es capaz de ver que los crímenes que la Inquisición (que de santa tenía más bien poco) cometió a lo largo de toda su tenebrosa historia, son ínfimos, comparados con los que cometieron algunos de los más reputados reyes europeos en un solo reinado. Los que, por un puñado de pervertidos pederastas que sí, eran curas, condenan a toda la iglesia. Y ven a esos pocos, y les señalan con el dedo, les sacan a la plaza pública todo lo que pueden, pero no ven los miles y miles de religiosos que sacrifican sus vidas por los más desfavorecidos. A los que hablan del dineral que hay en el Vaticano, pero no ven los millones que hacen falta para mantener un vastísimo patrimonio cultural y una labor humanitaria ingente.

En serio, yo voy a misa y alucino con todo eso que pasa: el cura vestido de lagarterana levantando la hostia y diciendo que es el cuerpo de un señor que, de haber existido, murió hace dos mil años y bebiendo su sangre (¡puaaaajjj...!) y todos repitiendo sus mantras a la vez y levantándose y arrodillándose y cantando como brotes de olivo o qué alegría cuando me dijeeeroooon vamos a la casa del señooooor...

Si los obispos aconsejan a sus fieles la castidad para frenar la proliferación de enfermedades de transmisión sexual o los embarazos no deseados, se monta un gran escándalo.

Ahora, los obispos, que son los cabezas de huevo de este invento, van y dicen a sus fieles lo que ellos aconsejan que deberían tener en cuenta a la hora de votar y todo el mundo pone el grito en el cielo. Si es la UGT quien habla, nadie se escandaliza. Y eso que un sindicato de clase, como la UGT o CCOO es una cosa más superada que las friegas con linimento sloan. Por favor...

No me gusta la iglesia universal de lo políticamente correcto. Esa en la que, o comulgas con ruedas de molino, o estás fuera. Esa que nos dice cómo tenemos que pensar y cómo tenemos que reaccionar ante los estímulos. Esa en la que, si sugieres no estar en contra de una intervención militar, es que estás “a favor de la guerra”. Si te parece equivocado que a la unión civil entre personas del mismo sexo se le llame matrimonio, es que eres un homófobo. Si se te ocurre dudar del cambio climático o se que, de existir éste, sea causado por la acción depredadora y malvada del capitalismo, eres un monstruo neoliberal. Si estás en contra del canon digital es que no estás a favor de la cultura. Si no te ríes con un señor que no tiene gracia, pero es tetrapléjico y dice sus gracias desde una silla de ruedas, eres un fascista. Si la globalización te parece un fenómeno positivo, es que no tienes corazón. Si no odias a Israel y Estados Unidos es que eres un imperialista. Si no votas, no puedes protestar...

Y esta es la iglesia en la que vivimos hoy; una iglesia civil y ciudadana, cuya religión es el pensamiento único de lo políticamente correcto y con la que algunos, unos pocos, al parecer, nos sentimos ahogados y no comulgamos en absoluto.

Por eso me da la risa cuando la gente se escandaliza con la iglesia porque aconseje a sus fieles lo que deberían hacer. Al fin y al cabo, la iglesia es un club en el que entras, si quieres. La otra iglesia, la del pensamiento único, es obligatoria.

Y a mí, qué quieres, llámame fascista, neoliberal, insolidario, o lo que quieras, pero lo que de verdad me gusta, es ir por libre.

Y así me va...



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Listening to: Mozart - Cuarteto nº 17 K 458 - 2. Andante cantabile
via FoxyTunes

31 comentarios:

el_Vania dijo...

Vaya, Wolffo... coincidimos en cosas salvo en el anticlericalismo, como bien sabes.
Creo que este post va a dar para turno de preguntas y respuestas, y me encanta!
Yo sí que soy anti-clerical, porque ellos son anti-laicistas.
La postura de la iglesia siempre ha sido el "estás conmigo o estás contra mí".
No veo que aciertos han podido tener.
No valoro en absoluto sus misiones humanitarias si tienen como contraprestación el adoctrinamiento de gente.
No comparto en absoluto sus teorías contra el aborto (en según que casos), la eutanasia, el divorcio (claro, tu marido te mata a hostias, pero no puedes separarte) o la educación para la ciudadanía...
Van de pobrecitos, pero ojo la pasta que tienen. Van de puros y castos y los escándalos de pederastia se multiplican (y eso, lo que nos enteramos, que para tapar pruebas son lo más).
La iglesia, que se quede en la iglesia, y el que quiera entrar, que entre.
Pero que no adoctrine, que no opine de política ni se meta donde NADIE la llama. Porque no hace otra cosa que porculizar.
En fin, que podría seguir... pero espero que me respondas.
Como verás, discrepo totalmente de la idea que tienes de llamar "simplona" a esta conducta. Pero es así. Yo no haré como ellos. El día que traiga una criatura al mundo, no la bautizaré ni nada por el estilo. Que elija el su camino.
Que para eso, nos hizo Dios libres. No para seguir lo que dicen esa cuadrilla de falócratas anclados en tiempos de Torquemada.
De todas formas,me encantaría tomarme una birra contigo y hablar del tema... jajaja, ya estoy pensando en "a ver que contesta Wolf".
Bueno, amic.
Un abrazo enorme.
Que por pensar distinto, no vamos a dejar de "querernos", ¿no?

Anónimo dijo...

¿Impopular? ¿No quedamos en que cada uno puede decir lo que quiera?

Yo soy como tú, de ir a mi bola. Y eso es algo que mi familia (madre especialmente) no ha terminado nunca de entender pero en lo que coincido plenamente con mi chica. (Y que fomentaré en mi prole).

Hay una cosa para la que debemos estar preparados en los próximos días y que ya está pasando.
La iglesia opinará sobre a quién se debe o no se debe votar.
Los políticos zapatenses seguirán haciendo campaña en contra de la guerra de Irak cuando eso es algo que debería estar más caducado que un yogur del año pasado.
El PP pareciendo un patio de colegio sin que nadie ponga orden entre los dos mayores egos del partido.

Y no tengas demasiadas esperanzas de que se acabe después de las elecciones...

Pero no te preocupes, yo tampoco odio a los EEUU, no me hace p..a gracia el Mariano Mariano (ni muchos otros de los que salen en la tele), estoy absolutamente globalizado y me he pasado unas cuantas elecciones sin que me diera la gana votar.

Pero eso sí, te mando un fuerte abrazo.

Wolffo dijo...

Ya, ya, Van...
Ser anticlerical es absurdo, ser antiloquesea es de una pobreza tremenda, eso para empezar. Iniciar una discusión así es como poner la cara para que te la partan al primer guantazo.
La postura de la iglesia es "o estás conmigo o no", como la del club de amigos del mus o cualquier otra cosa.
Si no ves qué aciertos han podido tener, hombre, es que no quieres verlos, pero ¿a que te gusta la catedral de tu ciudad, la Pilarica, por ejemplo?
La misión de la iglesia es evangelizar, y desde luego es mejor, para ello, dar de comer al hambriento, enseñar a leer al ignorante, que inmolarse con una bomba pegada al cinto en un mercado o en un tren. Yo no tengo dudas. Aparte de que no es obligario convertirse, ni obligan a nadie.
El que no compartas sus teorías, yo tampoco, no quiere decir que te las impongan. Son las reglñas de ese club, hombre, si no te gustan, no vayas. Además de la simpleza de lo del marido malote... la iglesia reconoce la separación, alma de cántaro, lo que no reconoce es el divorcio. ¿Y qué? La educación para la ciudadanía, sin embargo, sí que te parece bien: o sea, que sólo soportas que te digan lo que tienes que pensar los de un lado... Feo asunto, Vanitas.
Hablar de pederastia e iglesia es como decir que todos los músicos son drogotas o que hay que ver con los ingenieros, que uno, un día, le pegó a un perro y que los ingenieros son mataperros.
¿Por qué les niegas su derecho a opinar? Es muy poco democrático eso que dices, coleguita, y como veo, en contra de lo que dices, tus argumentos podrían ser más extensos, pero difícilmente podrían ser más simples.
Y después de todo lo que dices, vas y sueltas esa frase que me hace partirme de risa: "Que para eso, nos hizo Dios libres"
¿Así que piensas que a ti te hizo dios? Eso es lo dice la iglesia, pero, ¿tú...?
Van, te lo juro: nada me gustaría más que tomarnos una cervezas y darle a la guitarrita, pero créeme: hablar tú y yo de estos temas acabaría en desastre. Claro que podemos discutir, pero reconozco que algunas de las cosas que dices a mí, un ateo, me sacan de quicio.
Venga, txaball...

Wolffo dijo...

The Foss,
claro que se puede decir lo que uno quiera. Pero eso no quita que reconozcamos las cosas que son más populares que otras.
Lo que dices que pasará ya ha pasado: por eso he escrito, porque escuchando las noticias esta mañana, no podía creer lo que oía.
Lo malo de estas cosas es que en período preelectoral son insufribles...

Abrazo, colega.

Anónimo dijo...

Mi bloglines me dice que Wolffo ha actualizado. Entro esperando encontrarme la continuación de la historia de June, como mínimo, y me encuentro con un tipo de post no habitual.

Disculpadme, pero no tengo el cuerpo para estos temas. No me apetece ni siquiera defender tranquilamente mis opiniones con mis razones y mis sentimientos. Estoy deseando que pasen las elecciones porque del tema político y de estos dimes y diretes estoy hasta una cuarta por encima de la cabeza. Y si no encuentro otras cosas de las que escribir, creo que le voy a dar vacaciones a mi blog hasta mediados de marzo.

Pido un receso y no dudo, my dear Wolffo, de que me lo darás.

Besos a tutiplén.

Trini Reina dijo...

Pues en esas ando, yendo por libre en mis ideas, que quizás no comparta nadie, pero no me importa, son mías y me pertenecen.

También iba a misa todos los sábados por la tarde. Dejé de ir hace algo más de cinco años, el día que me sentí fuera de lugar allí.
Comulgo con algunas cosas de la iglesia y deploro otras, pienso que tengo una propia religión.
En fin, que si tienes tus ideas, que nadie te las quite, al parecer se lleva lo de obligar a todos a pensar como todos...

Un abrazo

el_Vania dijo...

Si te resulta curioso que diga que creo en Dios pero odio la iglesia, imagina como me resulta a mí que un ateo la defienda.
Lo que ocurre es que en este caso, amigo mío, no voy a estar de acuerdo contigo jamás.
Y por cierto, me resultan indiferentes las obras que tengan, como dices tú, la pilarica.
Si no estuviese eso, otra cosa habría.
Es como el vaticano o el valle de los caídos, si no existiesen, no cambiaría mi vida... tendría que seguir currando y pagando como todo hijo de vecino.
Lo que me jode es que hay gente que tiene la personalidad totalmente arrebatada por culpa de esta gentuza, y que siguen a pies juntillas lo que el curaka de turno diga. Y como ejemplo, te cito a mi abuela, que la verdad, con lo que la quiero, me resulta insportable su presencia. Todo es pecado para ella, porque lo dice el cura.
Con eso juega esta gente. Siempre metiendo miedo. No te hagas pajas, o te quedarás ciego y Dios se enfadará. Ah, ok.
Por favor.
Y déjame decirte una cosa. La mayoría de esas obras que tu dices, fueron construidas con capital privado (el Pilar fue así como se terminó, sin ir más lejos), ya que era gente que así "compraba el perdón de sus pecados y obtenía la entrada al cielo".
También es curioso ver como han sabido arrimarse siempre al sol que más caliena. Todas las sangrientas dictaduras (aquí hace años sin ir más lejos, o Chile, Argentina... ¿sigo?) han contado con el beneplácito de la iglesia.
No sé si decirte en qué creo exactamente, en un Dios, en algo superior, algo más... sí, creo.
Pero en esta cuadrilla de jurásicos retrógrados lavacerebros, desde luego que NO.
Y qué agusto cuando hago la declaración y me preguntan si marco la casilla para ayudarles, digo NO.
Esta ronda la pago yo... te toca.
Salud/OS!

Anónimo dijo...

Bueno bueno, cómo está el patio! Aquí viene Ecks para dar su opinión. Supongo que mi postura está en el centro de las de Wolffo y el_Vania. Yo creo que Dios, pero no en una iglesia que manipula la palabra de su mesías siempre que le viene en gana. Curas retrógrados que no soportan que una persona pueda querer a las personas de su mismo sexo o que no considere familia a dos padres o dos madres con su hijo/a. Posturas que pasaron de moda antes de ser creadas por primera vez. No es un club de mus de barrio, Wolffo; es una institución que promueve algo que si no lo aceptas, automáticamente estás "condenado a ir al infierno". ¿Qué es eso de no poder usar un preservativo? ¿No entienden que no solo sirve para evitar un embarazo, y que aunque así fuera, todos hemos de tener derecho a elegir?

Ahora tengo que darle un punto a la iglesia: las obras humanitarias y por su "prójimo". En Zaragoza son pocos los sitios laicos donde un sin-techo puede ir a resguardarse del frío, sin embargo será bien acogido en casi cualquier parroquia de barrio; y como en Zaragoza es muchas ciudades de este país. Hacen una obra social brutal, que bien podrían hacer nuestros gobiernos, pero no hacen. Pero bueno, eso es otra historia.

En conclusión: creo que es una institución que ha de renovarse o morir.

Un saludo!

Wolffo dijo...

Kotts
Discúlpame tú, por favor. No sé cómo se me ocurre no escribir otra de June... vaya ideas que tengo, ¿eh?. Sólo una cosa, mi querida Kotts: esto no es política. Es algo que me enerva, sencillamente. No me fastidia lo que crea la gente, me fastidia que no dejen creer a los demás.
Por otra parte, no tienes ninguna obligación de decir esta boca es mía y no me decepcionas, ni a mí ni a nadie, si no dices esta boca es mía. Tienes derecho a permanecer en silencio y todo cuanto digas, puede ser utilizado en tu contra. Tienes derecho a designar un abogado y, si no puedes permitírtelo, el estado de Alabama designará uno de oficio. Tienes derecho a no enfadarte y tienes derecho a decir cuanto quieras en este blog. He dicho.

Trini
Justo lo que dices al final de tu comentario, reinona, es a lo que me refiero: deja a cada uno que piense por sí mismo, Si alguien quiere creer en los pájaros vengadores, como en Dios o en Alá, o en la social democracia, allá él. Pero que no utilice su creencia como vara de medir para el resto. Ea. UN beso, Trinity.

el_Vania
Yo no defiendo a la Iglesia ni sus creencias, defiendo su derecho a existir y a exponer su opinión que, por cierto, nada tiene que ver con la mía en muchísimas cosas.
No sé qué es lo que quieres decirme con eso de que si no existiera el Vaticano o el Valle de los Caídos tu vida seguiría igual... y lo del caspital privado de las obras... chico, no has entendido nada de lo que digo. El patrimonio cultural que tenemos lo debemos, en una inmensa parte a la labor de la iglesia. No solo los edificios. Pinturas, esculturas, libros, incunables, obras de filósofos antiguos... que sigamos conociendo el latín...
Lamento no conocer a tu abuela, pero qué quieres que te diga, si tú te crees lo de las pajas, es tu problema. No te lo creas, tío, te prometo que es mentira.
Mira, Van, yo no creo en las cosas en las que cree la iglesia. Para nada. Es más, por lo que parece, tú crees en su principal credo, Dios y todo eso, que a mí me parece de risa. Pero creo que tienen todo el derecho del mundo a expresar su opinión.
El mismo derecho que tú.
Pero tú, tan progrecillo, les niegas el derecho a hablar, a expresar libremente su opinión.
Algo no funciona, ¿eh Van?

eckelon
¡hombre, un placer, primo!
Déjame decirte que, lamentablemente, no estás en el centro... Porque yo tampoco creo en la iglesia. Como no creo en Carlos Jesús y en Raticulín, y me la sudan sus peregrinas predicciones.
Si tú no crees en la iglesia, ¿qué más te da lo que digan? Hablan para su público, para su (nunca mejor dicho) parroquia, y los que estamos fuera, pues eso, sabemos que ahí dentro hay una especie de aquelarre y santas pascuas.
No me expliques porqué piensas tú que están anticuados: ya lo sé yo. No estamos discutiendo eso. Yo defiendo también el derecho a una sexualidad libre (tampoco obligatoria) y la libertad de pensamiento, no intentes convencerme, que es como si yo te digo a ti que te juro que el Ebro pasa por Zaragoza. Ya lo sabes. Pues lo mismo.
De lo que hablo yo es del derecho que tienen a hablar públicamente y expresar su opinión.
¿Que amenazan con la condenación eterna? Ya... y Carlos Jesús, con la venida de un Raticuloniense que nos freirá con un rayo de luz sabia... NO les creas y punto. Y si te molesta que otros sí les hagan caso, intenta convencerles de que están creyendo en supersticiones, no intentes callar a quien, para ellos, es autoridad moral.
El problema lo tiene el que cree, me parece a mí.
NO solo en Zaragoza, Ecks, en todas partes hay miles, pero muchos miles de religiosos y religiosas con su vida dedicada a los demás. Yo creo que es admirable, aun cuando no creo que sea necesaria la castidad ni los rezos para ser buena persona. Tampoco hace mal a nadie. Llévate a tu amigo a esos sitios que dices y que compruebe él, de primera mano, si el plato de sopa lo dan a cambio de un padrenuestro.

Bueno, Ecks, encantado de tenerte aquí, en serio. Te había visto en TeleHuevo pero me encanta que hayas pasado por mi casa.
Un abrazo (y dale un capón a tu amigo)

Guiss dijo...

Yo obligatoriamente no iba más que a la misa semanal del colegio, y cuando llegamos a BUP dejó de ser obligatoria, aunque seguí yendo. En casa nunca nos han dicho que fuésemos o que no, porque mi padre y mi madre tienen posturas divergentes en cuanto a la fe y a la Iglesia.
Como tú, tampoco aguanto el anticlericalismo. Y menos cuando se explica con esa ramplonería de las pederastias, el dinero de la Iglesia y la Inquisición. Aborrezco que precisamente en España se ignore que la Inquisición no fue una creación española, para empezar, y que se ignore dolosamente que existía un brazo secular, que se ignore que supuso un avance garantista en cuanto al "proceso" penal vigente, y que la tortura ni fue exclusiva de España ni lo fue de la Inquisición. Joer, que parecemos ingleses cuando hablamos de ella.
Me parece penoso que se ignore que las bases del derecho internacional público moderno se deben a la labor de teólogos españoles como el dominico Francisco de Vitoria, o el jesuita Francisco Suárez, que "porque opinaron de política" se promulgaron las Leyes Nuevas de Indias, etc.
O sea, que como en todas partes, ha habido cosas excelentes, buenas, normales, malas y peores.
Pero, sobre todo, me enferma que se niegue a nadie el derecho a hablar, ni siquiera a hablar a sus fieles, en nombre de la "libertad de pensamiento" que proclaman quienes precisamente se la niegan a los Obispos y a los católicos practicantes.

Y, perdona, pero no puedo dejar pasarlo: no todas las sangrientas dictaduras han contado con el beneplácito de la Iglesia. Ahí estuvieron la URSS, y ex países "democráticos" del Este de Europa, y ahí están China, Cuba... Lo cual no hace bueno el hecho de que hubiera connivencia donde la hubo. Pero un poco de rigor.

Wolffo, ¿no te da entre pereza y ascopena el tema?
Besos ;)

Anónimo dijo...

Pero ¿cómo se te ocurre pedirme disculpas, hombre? Y además, tú sabes bien que yo con frecuencia escribo post sobre cosas que me enervan, sobre cosas que en un momento dado me ponen de mal humor.

Ya sé que no es política, pero en este caso los comentarios de estos días (no en este blog, sino en general) se están mezclando con el tema político. Y tengo tal hartazgo de lo que estoy oyendo y leyendo en estos días de pre-campaña electoral que he decidido darle vacaciones a cualquier tema que toque la política aunque sea de lejos hasta que pase todo.

Hubiera podido comentar algunas de las cosas que tan acertadamente ha escrito la Princesa pero, como a ella, se me ha juntado la pereza con esa saturación de la que hablaba antes.

A ver si consigo que en las próximas semanas parezca que vivo en otro país. Temas no van a faltar, desde luego.

Eso sí, estaba esperando otro post sobre la poetisa armada y peligrosa, lo reconozco. Pero eso es culpa tuya por tenernos enganchados a esas historias.

Besos.

Anónimo dijo...

Ya sabías que era un post impopular...

Te digo, como agnóstico (de los que no saben ni les importa) reciclado tras una infancia también contaminada por una religión (de otra confesión, pero que más dará), que he pensado muchas veces en esas mismas cosas y he tenido otras tantas discusiones al respecto, que pasé por una etapa anticlerical como todo oprimido se rebela contra lo que le reprime, pero que también con el tiempo recapacitas y llegas a conclusiones similares a las tuyas...

Pero no te engañes querido Wolffo, de eso siempre queda un rastro, y anuque no lo creas, hay opiniones que no son tuyas, que quedan grabadas sin querer en tu subconsciente y que las vas arrastrando aunque hayas cambiado de postura.

Defiendo la libertad de pensamiento, de opinión, etc... por eso a mi lo que digan los obispos me la pela, pero no seas simplista tú tampoco por favor, no defenestres un mito. Lo que estamos viviendo no es una cuestión de opinión, sino un pulso de poder. Unos manipulan a sus fieles y otros a sus votantes, qué diferencia habrá, cada uno que agarra la polla que puede dirigir a su antojo.

Como te decía antes, las ideas que quedan latentes... en el fondo, te esta molestando la actitud exactamente opuesta a la que defiendes, por efecto espejo, tan recriminable una como otra.

Y para terminar, te diré que lo que has dicho sobre lo de ver sólo lo que nos interesa, lo de no condenar al vaticano por que haya curas pederastas... En uno de tus comentarios decias algo así como que es mejor evangelizar que inmolarse con una bomba pegada al cinto. Pues verás, resulta que el Islam también tiene una cantidad ingente de fieles, no puedes decir que porque haya unos cuantos que lo hacen esto sea su misión como religión. Como ves no estás siendo equitativo en tus reacciones de defensa o repudia de algo que al final siendo ateo, ni te va ni te viene.

Y no me contestes que hay más inmolados que pederastas porque, por desgracia, los pederastas no explotan para poder contarlos.

Un abrazo amigo.

P.D.: Te ha faltado la canción de los monaguillos destrozando Help! jajajaja

Anónimo dijo...

«“Pre-Data”: Te había escrito esto hace como un millón de días y no lo envié por trabajo y problemas varios con Internet. Al ir a hacerlo ahora me he encontrado el nuevo post y, francamente, he estado por borrarlo y entrar en la polémica. Pero como no tengo tiempo y, total, es público y notorio que voy a mi bola en los comentarios, te lo mando de todas formas para aclararte lo de Belmonte y, bueno, para aligerar. Volveré.»

Jaime de Urrutia, por muy cañí que fuera, en «Sangre española» puso lo de la Luger con fines poéticos. A mí en su momento también me llamó la atención y lo investigué, para averiguar que Juan Belmonte se quitó la vida con una pistola pequeña de cachas de nácar. Una pistola con un aire ciertamente femenino, o de tahur del Mississippi, por lo que supongo que quedaba más viril y más torero lo de la Luger. A mí no me gustan los toros, pero la figura de Belmonte me resulta atractiva. Se quedaba tan impávido frente al toro y se arrimaba tanto, que sus corridas se anunciaban con el lema: “Hoy puede ser la última tarde que vea torear a Juan Belmonte”. Sin duda este eslogan serviría de inspiración posterior a las giras de Juan Pablo II y a los conciertos de los Stones.

De Belmonte se decía que era un suicida, porque su forma de torear así lo transmitía. Y al final, pues mira, se suicidó. Parece ser que lo hizo (creo que a los 70 años), incapaz de admitir las limitaciones físicas que comenzaba a plantearle la edad. Pese a no haber estudiado nada, era un tipo que leía horrores y casi puede decirse que formó parte de la «Generación del 98». También fue amigo de Hemingway (que le cita en «Fiesta» y creo que en alguna otra novela más). Y en esto de “torero ilustrado” (nada que ver con los “toreros del Hola” que abundan ahora) me recuerda a Ignacio Sánchez Mejías, del que sí puede decirse que perteneció a la «Generación del 27» (y que inspiró, claro, a Lorca su impresionante «Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías»).

Otra cosa que no te comenté de la “muerte del payaso”, es el miedo que suelen dar los payasos en sí mismos. Hay mucha gente que no los puede ni ver, ¿verdad? Yo siempre me acuerdo de «It», de Stephen King, que no sé si lo habrás leído. Quizá no te guste SK, que sí, es muy de bestsellers de terror y tal, pero tiene algunas historias muy bien contadas (lo que suelen ser penosas es sus adaptaciones al cine). A lo que voy es que a mí «It» me gustó bastante y lo hizo sobre todo por dos motivos: el primero porque el mal que acecha en el libro no tiene una forma definida, sino que adopta los miedos de cada persona, y el segundo es que, pese a lo anterior, es una especie de ser cuyo denominador común tiene una apariencia similar a Ronald McDonald.

Otro motivo más para no fiarse de los payasos es John Wayne Gacy. Fue un asesino en serie de estos que abundan en América y en sus películas (y que tienen un innegable morbo), que se cargó a más de treinta adolescentes a finales de los 70. Un angelito, que en sus horas libres (cuando no estaba ocupado con lo de la sodomía y el asesinato), trabajaba vestido de payaso animando fiestas infantiles.

Ahora que, lo que más miedo da, sin duda, son esos cuadros horrorosamente horteras que reproducen payasos y que no tienen más solución que la inyección letal, como, por cierto, le ocurrió al tal J W Gacy (no citaremos a John Wayne en vano), cuyo nombre artístico creo que era «Pogo». Angelito.

Veo que un saludable surrealismo a llevado a tu June a convertirse en la mujer de Henry Millar, lo cual he de admitir que me encanta. Y en efecto «Henry y June» está basado en los diarios de Anaïs Nin, aunque, todo sea dicho, en la parte de sus diarios que no se publicaron en vida, porque la muy pécora se cuidó muy mucho de no publicar lo concerniente a sus amantes “para no hacer daño a su marido”. Que chica más considerada.

Anónimo dijo...

Fantasma, yo siempre tuve entendido que Belmonte se suicidó porque se enamoró de una muchacha muy joven que se rió de las esperanzas del viejo. Lo que ya no tengo claro es quién era la chica, porque he oído dos versiones: una flamenca (creo que sevillana) y una rejoneadora colombiana. De todas formas, fuera lo que fuera, eso sería solamente el último empujón, porque siempre fue un hombre triste y depresivo, sobre todo a partir de la muerte de Joselito. Por lo visto siempre estaba "bromeando" con esa pistola y con el convencimiento de que así moriría.

Anónimo dijo...

¡Qué sabio D. Miguel, cuando hizo decir eso de “con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho” a aquel estrafalario personaje, de cuyo nombre no puedo acordarme!
Y tú, Wolffo, has caído en la tentación de promover una discusión sobre ello. Nunca llegaremos a un acuerdo. Vamos, ni discutiendo conmigo mismo. Es todo tan contradictorio, hay tanto poso... Yo no soy creyente, pero bauticé a mis hijos (me dije, como disculpa, que si no lo harían mis suegros). Me casé en una iglesia ( una joya del románico, por eso lo hice). Mandé a mi hijo mayor a un colegio religioso de la Isla que seguramente Koti conoce ( dios, cómo me arrepiento, pero lo prefería con principios ). Y es que nuestra educación pública deja tanto que desear... ¿acaso no soy yo funcionario en educación? Joder, qué ganas tengo de jubilarme. Y así hasta el infinito.
Pienso que hasta Fanti roza el tema de pasada y seguro que tricionado por su subconsciente (¿tenéis de eso los fantasmas?), cuando habla del payaso pederasta y sodomita, lo que pasa es que no se atreve a opinar sobre los de las sotanas, no sea le hagan un exorcismo y desaparezca por arte de magia. Porque los curas hacen magia, ¿no?
También hacen otras cosas y muchas de ellas cojonudas, es verdad. De hecho mi aportación en la declaración de la renta siempre es para ellos. Aunque a veces pienso que lo hago sólo para jorobar a algunos. ¿ Y si los capullos no se enteran de que lo hago? La duda me corroe.
Todos estamos cargados de razón y yo más que ninguno, pero me gusta que cada uno opine lo que quiera. Si opinan como yo, mejor, y si no, pues que se joda Benina.
Benina, por cierto, era una señora de pueblo, allá por la Tierra de Campos, que un día mandó a un hermano suyo, con no muchas luces, a llevar algo, creo que comida, a la gente que estaba trabajando en el campo. Por aquellas tierras y en los meses de la siega suelen caer de vez en cuando unas tormentas morrocotudas. Pues bien, aquel día y de repente, se puso a llover. Alguien le dijo al muchacho de las pocas luces que se iban a mojar y la respuesta de éste fue: “Pues que se joda Benina y no nos hubiera mandao”
Creo que esta historia, verídica, no viene a cuento, pero me da igual y que se joda Benina.
Tiene razón Koti: mejor nos deleitas con otro post de la poetisa June que puede esté preparando un asesinato poético, de ahí que se llevase la pipa.

Anónimo dijo...

Siento estar hoy en este plan de meterme en todo, no me lo toméis a mal. En El Quijote no aparece por ningún lado eso de "Con la Iglesia hemos topado". La cosa es como sigue:

Don Quijote y Sancho entran en un pueblo de noche, y con todo a oscuras, van tanteando por dónde caminan. Don Quijote toca una pared de piedra y, como es usual, en aquellos pueblos el único edificio de piedra es la iglesia. Entonces dice "Con la iglesia (en minúscula, edificio y no institución) hemos dado" (y no topado, que sugiere cierto matiz de confrontación). Y Sancho se pone muy nervioso, porque da por hecho que se encuentra rodeado de tumbas.

El que una cosa se repita un millón de veces no la hace verdadera. Por lo menos es lo que les digo a mis alumnos.

Anónimo dijo...

Tienes toda la razón y también sobra el amigo.Por otra parte pienso que una frase así, merece ser auténtica, con confrontación y todo.
Cuánto me gustaría ser tu alumno,Koti.

Wolffo dijo...

Guiss
El asunto es el anticlericalismo, ciego, baratillo e infantil. Y sale a relucir siempre con mismos argumentos memos: pederastia, condones, homosexuales, dinero del Vaticano... Es horroroso.
Te agradezco la luz arrojada sobre la Inquisición y las bases del derecho, argumentos que yo desconocía, que vienen a sumarse a miles otros, en este caso a favor, aunque también los hay en contra.
Negar el papel de la Iglesia Cristiana en el desarrollo de la sociedad moderna, para bien y para mal, y reducirlo a los argumentos memos que mencionaba antes, es sencillamente, idiocia.
El tema, como tantos otros, me da pereza, sí, princesa, pero aunque sorprenda al respetable, sé que no a ti, en mi vida, y en mi limitada cabecita, ocurren más cosas de las que me gustarían y, de vez en vez, me gusta hablar de ello. Reconozco que con la sana intención de empezar una discusión en serio, pero siempre acabo llevándome el chasco de la simpleza.
Gracias por tu luz, princesa. Besos.

Kotts
NO te quedes en "hubiera podido comentar" y di algo que dé altura al debate, por favor, que yo soy demasiado poco listo, nena. Tampoco sabía lo del dicho de la iglesia y el Quijote y me alegra saberlo. Pero hay veces, y este sería otro debate interesantísimo, que las versiones, o las mentiras, superan al original o la verdad. ¿No te parece? En el caso que nos ocupa, la frase que da título a este artículo (en el que aparece "iglesia" con minúscula porque prefiero no escribir mayúsculas en el título -razones estéticas- y porque soy así de gilipollas, y dios lo escribo con minúscula, también -razones éticas-) es más brillante de la que escribió, según dices, don Miguel de Cervantes. Por muy grande que fuera el manco...
Un beso, Kotts.

linmerick
NO me engaño, linmer, sé que soy católico, un ateo católico. Mi acervo cultural es católico, apostólico y romano. Así que no un poso: mi odre está lleno de palabras pías.
No confundas la simplificación con la simpleza, querido lin, porque aunque eso no una simpleza, sino una astucia artera, no cuela. El hecho de que sea un pulso de poder no debe desviar la atención de la cuestión principal: la jerarquía habla a sus fieles de cómo deben actuar.
1. Tienen todo el derecho a hacerlo, puesto que no les obligan a hacer nada malo: ni a matar ni a insultar ni a ejercer violencia sobre nadie. Solo aconsejan sobre cuál debe ser el sentido de su voto, cosa lícita y, a lo mejor, equivocada, pero legal.
2. Sus fieles no tienen obligación de hacerles caso, puesto que el acto del voto es personal y secreto.

Por supuesto, faltaría más, que me molesta la actitud de quienes les niegan el derecho a opinar: pero no juegues con sofismas tan elementales. Que me parezca condenable matar no es igual de condenable que matar. No es lo mismo odiar la violencia y despreciarla que, por odio, ejercer la violencia. Tienes que elaborar un puntito más tus argumentos, linmer, ese no vale. No es igual de recriminable una cosa (como les odio, les niego el derecho a a opinar) que la otra (odio que les nigues el derecho a opinar).
Terminas retorciendo, otra vez, mis argumentos de manera no muy honesta, linmerick.
Yo tampoco creo, pero eso no me hace adoptar la actitud imbécil del que dice "todas las religiones son iguales", como lo de "soy apolítico y todos los partidos son igual de malos". Yo creo que no es igual la forma de difundir las enseñanzas de Cristo que las de Alá. Unos evangelizan y otros asesinan, lin, es muy, muy diferente. Y ya sé que hay musulmanes magníficos, y cristianos, y judíos y trompetistas y profesores de secundaria. Pero sabemos de lo que hablamos. Y no es que su misión sea esa, pero sí someter a los infieles. Eso es una gran diferencia, ¿no? Y no te pienso contestar que hay más inmolados que pederastas, porque no sé a qué viene esa comparación. NO creo, sinceramente, que haya más pederastas curas que pederastas informáticos. O pederastas médicos. O camioneros. O lo que sea.
En cuanto a la canción, lin, seguro que lo has oído en alguna ocasión. También hay una versión de Blowin' in the wind, que en su estribillo, en lugar de "the answer, my friend, is blowin' in the wind..." decía "saber que estará, que Creisto vendrá...." o algo así.
El pop eclesiático, lo digo en serio, es mucho más dañino que la Inquisición, créeme.

Fantie
Eres asombroso, tío, además de tener muchísimo tiempo libre. ¿De verdad investigaste si era verdad lo de la Luger? En cualquier caso, yo, que no soy tan cañí, ni tan anfetamínico, como don Jaime, he usado la Luger con los fines: puramente poéticos o, más bien, drámaticos.
"El pasmo de Triana; ... Para... manda y templa; Belmonte nunca tiembla"
Lo que dices de los payasos, tío, es cierto, pero se te ha olvidado nombrar al más terrorífico de todos ellos. Me lo regalaron cuando desposé, en el año 89, los del departamento de publicidad de Citröen, de cuya publicidad me encargaba, por aquel entonces. Era un aterrador payaso de Lladró; un busto que te atenazaba los miembros y el cerebro en cuanto entraba en tu campo de visión y te hacía pasar noches de insomnio pues temías que, cuando el sueño te venciera, viniera a visitarte en carne onírica y a hacerte alguna jugada.
El otro día comentaba, en un chat con una de las más insignes comentaristas de esta página, que estaba seguro de que si alguien no lo remediaba (y lo remedió) tú explicarías el galimatías que, para mí, fue el comentario, elevadísimo, como todo lo suyo, de Guiss con respecto a Henry, Cacharel y toda la pesca.
Es el tipo de cosa que me gusta de ti. siempre se puede contar contigo para eso.
Un abrazo y mójate.

ElDeCái
Vaya... te han chafado el principio... pero, de todos modos, cuanta razón tienes: es una frase redonda.
No he caído en la tentación, amigo, intentaba promoverla.
Yo también me casé por la iglesia, si bien, mi ex y yo deshicimos el entuerto hace muchos años ya; mis hijos fueron bautizados, sí, pero no hicieron la primera comunión. Y ahí terminó mi relación con la santa madre.
Creo que sugerir que Fant roza el tema porque habla de pederasita y sodomía es posicionarse del lado más necio. No te insulto, en serio, solo digo que relacionar Iglesia con sodomía y pederastia es netamente necio.
No se trata de lo que hacen, sino de lo que dicen que hacen. Y lo que, no sé muy bien porqué, piensan que deben o no permitirles decir.
En cuanto al final, os digo a Koti y a ti que, hasta nueva orden, el que decide sobre qué escribo, apreciando muchísimo vuestras sugerencias, es este mismo que firma este comentario. Uséase: yo.
He dicho, querido. Abrazos calurosos.

Wolffo dijo...

ElDeCái
Es verdad, debería ser así, eso es lo que yo quería decir. Es mejor que la original.
Y ser alumno de Koti sería horrible: estaríamos todo elrato mirándole las piernas y no nos enteraríamos de nada.
¡Abrazos!

Guiss dijo...

Un par de cositas más, al margen ya del asunto:
Primero: el Vaticano II destrozó la liturgia, que se convirtió en una apoteosis de manos, abrazos, guitarras y panderetas. Claro que cuando yo nací el Vaticano II ya estaba totalmente asentado y jamás he conocido otra cosa que las Misas cantadas, y sin cantar. Las prefiero sin cantar, y si tienen que ser cantadas, prefiero que no parezcan un homenaje a la tuna o a Jarcha. Además, siempre hay cerca alguna señora que canta mal pero muy alto.
Segundo: por si no hubiese quedado claro, yo creo que los Obispos en particular y la Conferencia Episcopal en general tienen al menos el mismo derecho a hablar, opinar e incluso a pedir el voto para un partido determinado (que ahora no ha ocurrido) que, por ejemplo, los organizadores y participantes de los Goya.
Tercero: al hilo de lo que escribe Fantasma Paraíso, yo cuando se habla de toreros ilustrados pienso en un cuento escenificado que dio origen a una obra de teatro, ambos de Mihura: «Una corrida intrascendente» y «El caso del señor vestido de violeta». El protagonista es un torero ilustrado (su caricatura, entiendo), con inquietudes intelectuales, que detesta todo lo tópico de la fiesta. Y como personaje, el tipo seguro que abundará más de lo que yo sé, pero recuerdo que en una obra de Alfonso Paso, «Buenísima sociedad», sale un torero así entre los personajes secundarios. Claro que Paso le debe mucho a Mihura, cuyo centenario de nacimiento en 2005 pasó casi desapercibido, y encima Garci destrozó Ninette.
Eso sí, casi podría decir de mí que soy devota del Llanto, que es lo único que prefiero antes del teatro de Lorca. Y en general, los toros me gustan pasados por la literatura.
Cuarto: sobre el dicho que el de Cádiz, aquí, cerca de tierra de campos, los que no conocemos a Benina decimos también «que se fastidie mi amo, que esta noche no ceno» Supongo que en origen el fastidiar sería joder, pero mi madre no conjuga el verbo, y es quien nos lo decía de pequeños, con las rabietas.
Quinto: a mí me parece aterradora cualquier figurita de Lladró, aunque para payasos terribles, un busto que mi hermano pequeño tuvo que hacer en pretecnología y que mi madre ha conservado tiempo y tiempo, para nuestra consternación.
Sexto y último (de momento): a mí también me gustaría ser alumna de Kotinussa, y prometo no mirarle las piernas ni nada.
Ya sé que he dicho un par al principio, pero era por no asustar...
Besos

Anónimo dijo...

"El día que se torea crece más la barba. Es el miedo, sencillamente el miedo."

Esta frase parece que la dijo Belmonte en alguna ocasión hablando de lo que impactaba enfrentarse al toro.

A mi la cosa de la fiesta nacional me importa poco o nada. Lo más cerca que he estado ha sido cuando hice la mili con el Yiyo (lo que llamábamos en aquella época "la reclutada", que después de jurar bandera desapareció).
Podría contar cómo mejora nuestra calidad de comida por ser amigos suyos debido nada más que a lo paletos que eran los cabos que mandaban en cocina y cómo les ponía tener allí a un famoso. Y podría contar también el palo que me llevé cuando estaba viendo la tele con mi madre (la única vez que había prestado atención a una corrida de toros) y vi cómo se quedaba allí tirado para no levantarse más. Pero bueno...

Después de leer todos los post que han surgido después del mío debo hacer unos comentarios demoledores:

- De ir a misa prefiero que sea sin cantar o si es cantada que sea en latín (aunque no me entere de nada). Pero el rollito Jarcha o tuna me pone enfermo.
- Yo también estoy cansado de escuchar cosas sin sentido tratando de relacionar la iglesia actual con Torquemada. (Al margen de la opinión que yo pueda tener de determinadas cosas que digan los obispos o Ratzinger)
- Yadró, no solo en sus payasos, es algo que no entiendo como no puedo entender que a alguien le gusten las acelgas o que a Wolffo no le guste el queso ;o)
- Koti tiene una cultura que solo pueden eclipsar sus infinitas piernas (y no me extiendo más en este punto por no parecer verderón)

Besos y abrazos en general.

Anónimo dijo...

Algunas puntualizaciones:

Fosfous: Tener unas piernas kilométricas me hubiera encantado. Y además hubiera estado todo el tiempo enseñándolas a base de minifalda. Pero desgraciadamente soy bajita y mis piernas, de la rodilla para arriba, son feas con ganas. Tengo un pie pequeño y bonito, un tobillo fino y una pantorrilla bien moldeada a base de muchas horas de zapateado cuando bailaba flamenco, pero nada más. Por eso llevo siempre pantalones o falda con largo Chanel (justo debajo de la rodilla). Así, tapando lo que es más feo, da la impresión que todo es tan bonito como lo que se ve. Pero no quiero engañar a nadie.

Princesa: Me hubiera encantado que fueras mi alumna. Seguro que hubieras sido mi alumna favorita. Pero es todavía mejor que seamos colegas blogueras.

Wolffo: ¡Tú, alumno mío! ¡Qué peligro! ¿Te he contado alguna vez lo que le ocurrió a una compañera de trabajo de mi hermano? Pues que con 40 años, casada y con hijos, se enamoró de un alumno de 16, y él de ella. Los descubrieron y fue un escandalazo. Siendo él menor de edad era hasta delito. Ella dejó a su marido y a sus hijos, y la pareja tuvo que estar dos años completamente separada, pero cuando el chico cumplió los 18 se fue a vivir con ella. Cuando él tenía 24 y ella 48 se casaron, y hasta hoy. Parece una historia feliz, pero los hijos de ella no lo superaron nunca.

Pues chico, imagínate que me hubiera pasado lo mismo contigo. Al final, yo en la cárcel y tú con tratamiento psicológico. No, no, nada de alumnos guapos.

Anónimo dijo...

Se me olvidaba. La versión que yo conozco del dicho que mencionan el de Cai y Princesa es "Que se fastidie el coronel, que yo no como rancho".

Los besos también se me olvidaron antes.

Anónimo dijo...

No se me ocurre nada que pueda dar más luz a lo que ya dijeron... salvo esto (que no sé si le resultará útil a alguien):
cuando me enojo mucho (con la Iglesia, por ejemplo) intento preguntarme qué cosa mía veo reflejada en esa institución que, como las personas, tiene sus luces y sus oscuridades.

Besos, Wolffo precioso y ateo reflexivo... (sobre eso que sos no tengo dudas,sobre los demás temas, dudas a granel)

Wolffo dijo...

Vaya, en general, tengo poco más que añadir sobre el asunto del post, que ya me ha aburrido muchísimo (entre otras cosas porque he sostenido una polémica paralela en otro blog y ya estoy harto), pero hay detalles que no quiero dejar de comentar.

Guiss
Yo creo que una cosa es dar la misa en latín y de espaldas al respetable y otra el jolgorio pseudojipi que se montó luego, ¿no? Pero el asunto en latín y dando el culo a los fieles era como de mala educación, reconócelo...
A mí me gusta, de los toros, el lenguaje. No el de los toros, claro, el de los aficionados, el de los entendidos, pero no el de los enterados, por supuesto. No entiendo ni la fascinación por los toreros, que a mí me parece una figura afeminada, ni la fiesta en sí, que más que fiesta, a mí me parece un verdadero coñazo sangriento.
No sé porqué, por último, no le ibas a mirar las piernas a Kotts... Pero yo os veo a las dos como profes, Guiss. Y yo no sabría de qué profe enamorarme, claro... ¡Va'dos jacas, hermano! que diría aquél (aquel no es un torero ilustrado, sino un remolachero ilistrado, que también los hay, y en mayor proporción que los toreros).
Besos admirativos, mi princesa.

The Foss
la evolución de tus nicks sugiere que vas soltándote y eso mola.
¿Ves? a eso me refería antes: los toreros ni me gustan, ni me fascinan ni nada. Sus grandes frases suelen parecerme tontadas bastante elementales.
Lo que cuentas del Yiyo, eso sí, joer, debe ser impactante. En plan, mira, mami, vamos a ver a un colega de la mili, que torea hoy y... ¡glups...! Un desastre, vaya impresión...
¿Te imaginas lo rara que hubiera salido una generación de alumnos a los que hubieran enseñado Kotts y Guiss? Mataos a pajas, por expresarlo de una manera académica.
Y, si quieres, empezamos a discutir; pero el queso es intolerable.

Abrazos, my friend.

Kotts
Conceptualmente, Kotts, tus piernas son kilómetricas, así que no insistas en desprestigiarlas. Deja que crezca la leyenda, como ha sucedido con mi impresionante miembro viril, que todos creen enorme, cuando es sencillamente grandioso y bien cincelado.
Ya he dicho antes al Foss lo que hubiera sucedido, asaz groseramente, de haber sido tú mi profa. La historia me la habías referido y, aunque tiene su parte triste, mujer, también tiene un lado resplandeciente. El amor triunfa. Y los hijos, oye, acabarán, si son buenas personas, perdonándola. Un beso tremebundo, mi querida Kotts.

MariRayas
La duda, seguramente tú lo sabes, es la postura más sana, intelectualmente, que se puede tener sobre cuestión alguna. Duda hasta de que existes y verás las cosas con más claridad. Seguro. Aunque, claro, eso tý ya lo sabes, ¿a que sí?
Muchos besos, Rayitas.

Anónimo dijo...

Llego tarde a la polémica, querido Hermano Lobo eso te pasa por ser políticamente incorrecto, tiene la ventaja de estar a gusto con tu conciencia pero para los seguidores del 'discurso de las ideas dominantes' eres un bárbaro y un retrogrado. Vuelvo a encontrar paralelismos en tus fantásticas narraciones de tu juventus solo que en mi caso, San Cayetano se cambiaba por San Alejandro (tambien con misa express).

Anónimo dijo...

SI, buen, supongo que estábais esperando mi opinión sobre el tema´, para ver con que color de lazo se cierra esto. Yo creo que está muy bien discutir, en general, pero que cuando los argumentos que sostienen las razones de algunos se basan en negar la evidencia, al final todo resulta una pérdida de tiempo. Creo que tienes la razón en todo. NO te quito ni un poquito. Pretender ignorar la labor de la iglesia en nuestro mundo, en favor de los pobres, conviertte cualquier debate en un sinsentido. A cualquiera que tenga inquietud sobre el tema le recomiendo que indague sobre los sueldos de curas, monjas, y cual es su contribución en el mundo. Que se pregunte porque los pobres acuden a las parroquias en busca de ayuda, y por qué las religiosas se dedican a cuidar enfermos o viejos, con todas las miserias que eso conlleva, y que probablemente alguno de los que habla de las riquezas del vaticano ni siquiera imagina. Fosfous tiene razón.

Wolffo dijo...

Esto, en realidad, lo dice el Fantie. Lo he copiado del post siguiente y lo pego aquí, que es su sitio:

fantasma paraíso said...
Y eso que dicen que no se debe hablar de política ni de religión con quien no conoces demasiado. Es mentira. Siempre se puede hablar de lo que sea. Antes de nada, agradecer a Koti su aclaración sobre Belmonte: es más que plausible y cuadra con la historia. Yo también leí que el día antes necesitó ayuda para montarse en el caballo y no le gustó nada el panorama… La otra aclaración, respecto a mi subconsciente, es que lo que escribí de JW Gacy fue antes de leer este post, así que no creo que me haya traicionado ni nada (el subconsciente, digo). Claro, que con lo del subconsciente hay que tener mucho cuidado, porque todo vale, pero si ya Freud se me hace cuesta arriba en muchas cosas, excuso decirte un subconsciente premonitorio.

Del post en liza, decirte Wolffo que lo que me resulta más interesante —con diferencia— y más digno de tener en cuenta y de debatir, porque se nos echa encima y nadie parece enterarse ni darle importancia, es precisamente lo que también aquí pasa inadvertido y nadie ha sacado a relucir. Me refiero a lo que terminas apuntando acerca del pensamiento único que nos quieren imponer, y lo que creo que supone un goteo constante en el menoscabo de libertad. Como sé que eres un tipo listo, quiero intuir que todo este asunto de la religión no es más que el ejemplo o la excusa que empleas para llegar a lo otro. Pero veo que todo el mundo se ha lanzado al cebo. Por otra parte resulta normal, porque es evidente que se trata de un tema polémico. Para estar acorde con lo que se discute, me mojaré yo también en esto, aunque sí me gustaría hablar de lo otro quizá en otro post, por no extenderme aquí.

Yo creo que todo el asunto de la religión y de la «gran promesa»: la vida eterna, no es más que el reflejo de la soberbia humana. Nos consideramos tan listos y tan «no va más» que somos incapaces de aceptar que vamos a morirnos y se acabó. Eso está bien para los delfines y las zarigüeyas, pero no para el “rey de la creación”. Por otra parte sería genial, claro, pero se me hace difícil creerlo. En su día, no vi más que unos cuantos capítulos de «Expediente X», pero recuerdo que Mulder tenía un póster en su despacho con una foto de platillos volantes de aspecto años 50, y debajo la leyenda: “I want to believe”. Pues eso, que a mí también me gustaría creer, pero quizá sea demasiado científico y al toparme con lo que la razón no puede explicar y, en fin, con la magia, pues como que no.

Aún así, y poniéndome trascendente y buscando una explicación al «de dónde venimos y a dónde vamos», cabría considerar la existencia de un dios, pero lo que me parece sencillamente inaceptable es que pretendamos que ese dios vaya a ser precisamente el nuestro, el de los cristianos, que resulta que es el fetén porque somos más listos que los hindúes o los africanos... Así que creo que nuestra religión tendría un pase como modelo, pero no como dogma.

Dicho lo anterior, yo he ido a un colegio de curas (jesuitas) y os puedo asegurar que no tengo ningún trauma ni nada. Tampoco allí me dijeron jamás que te salieran granos ni que te pasaran cosas horribles si te masturbabas, ni en general ñoñerías o simplezas similares. Es más, diré que me enseñaron una visión de la vida bastante sensata y una interpretación de la religión nada ñoña.

Por otra parte, el catolicismo no es sólo una religión, sino que también es nuestra cultura, y de eso no podemos renegar. Y es evidente el papel que ha tenido la Iglesia en la conservación y transmisión del patrimonio artístico, cultural... Además, qué quieres que te diga, el mensaje de preocuparnos por los demás, procurar hacer las cosas bien y demás, pues me parece estupendo. Y también es cierto que puedes transmitir esos mismos valores sin necesidad de revestirlos de religión.

La Iglesia es el conjunto de sus fieles, comunes mortales, y su jerarquía también está formada por comunes mortales. Por tanto, es evidente que tiene las mismas miserias, errores y todo lo que queráis, que cualquier otra institución. Por otra parte, cuando habla lo hace para sus adeptos, y serán los católicos practicantes quienes deban o no atender a sus consejos. Lo que desde luego creo es que tienen tanto derecho como el que más para decir lo que les venga en gana, manifestarse y opinar.

Deberíamos ser más tolerantes con las opiniones ajenas. Se puede discrepar y discutir. Y tener en cuenta lo que la religión significa para muchas personas por lo que, como en todo, hay que tener cuidado y respeto con lo que se dice.

Debatir sobre la Inquisición, valorando con ojos de hoy una institución medieval —tiempos de esclavitud legal, mujeres (y hombres) sin derechos, monarquías absolutas y olímpico desprecio por la dignidad humana—, me parece de un nivel intelectual sonrojante. Lo mismo opino acerca de tachar a los curas de pederastas —que claro que ha habido casos, pero como entre profesores de gimnasia o monitores de «scouts»—. Y de vincularlos con todas las dictaduras. Por cierto, y sobre todo en sudamérica, son muchos los ejemplos de corrientes “de izquierdas” dentro del catolicismo.

Y aclaro que estas opiniones son mías, no venga nadie a decir como he leído aquí, que en realidad tenemos opiniones que no son nuestras sino que nos vienen impuestas por la educación recibida, etc. Cada uno tiene sus propias ideas, hombre, lo que no quita que, evidentemente y ya lo dijo Ortega, “yo soy yo y mis circunstancias”

Wolffo dijo...

FrayHermano,
amigo mío, tú nunca llegas tarde. Llegas y eso me llena de felicidad, de verdad.
Es verdad que uno se queda a gusto consigo mismo cuando suelta estas cosas, y te agradezco que lo veas.
Un día, colega, nos tenemos que juntar, delante de unas jarras de cerveza y nos tenemos que contar. Seguro que pasábamos un buen rato comentando cosas.
Un abrazo, freire amigo.

Buch
Bien dicho, coño. Tienes razón, estábamos esperando tu comentario para quedarnos tranquilos, para ver hacia dónde se inclinaba la balanza y todo eso. Lo que dices es sensato y justo. Y la pregunta que dejas a medio hacer, más. "Que se pregunte porqué acuden a las parroquias en busca de ayuda y no al ministerio de asuntos sociales". Esa sería mi contribución a tu comentario, si me permites contribuir, claro.
Y empiezo a estar harto de que le des la razón a The Foss constantemente. ¿Qué tiene él, que no tenga yo, aparte de una cabeza incandescente? ¿Eh...?

Phantom
Bien señalado, amigo, el pensamiento único era la cuestión, pero ahora, a propósito de la Iglesia. Lo que me ocurre es que soy beligerante con casi todo lo que hoy se entiende como verdades universales, y he elegido lo de la Igolesia, porque me parece escandaloso y porque yo, precisamente yo, soy ateo y vengo de no serlo. Quiero decir que me he quitado de eso y no es una manía personal contra el Zapas que, por cierto, se la tengo.
Lo que dices está lleno de sentido, y me encanta leer muchas de las cosas que yo hubiera querido decir expuestas con más claridad en tus palabras.
Estoy contigo, al cien por cien, en lo de la magia y la gran promesa, en que el catolicismo es más que una religión (en un comentario admito que soy ateo... pero católico, crecí así) y en que el mensaje principal, fuera de liturgias y sipersticiones, es básicamente bueno, éticamente aceptable. En lo que dices sobre la libertad de expresión y la tolerancia... y sobre el respeto, aunque todo, lo sé, es lo mismo.
Pero en lo que te libras del beso en los morros, porque es lo que más me alegra, es en lo que dices de descontextualizar la historia, en general, y la Inquisición, en particular. Es algo que me molesta profundísimamente, como cuando se juzga, con valores de hoy, la colonización de América por los españoles. Hay que tener cierta perspectiva.
Solo discrepo en una cosa de ti. Yo no creo que todo el mundo tenga su opinión. Todo el muindo toma postura, eso es cierto, pero no todos tienen su opinión. Creo que la opinión, en el sentido de idea propia, es el fruto del conocimiento y la reflexión personal. Y eso, como salta a la vista, no está presente en todas las tomas de postura. Me pareces demasiado generoso con la raza humana.
Un abrazo, amigo mío.
Y otro a tus circunstancias.

Anónimo dijo...

Wolffo, acabo de leer tu post sobre la iglesia y estoy totalmente de acuerdo contigo: las mejores misas los domingos a las 8. Y en serio, totalmente de acuerdo con todo lo demás, soy antiantiglesia. Algo así como con los USA, soy antiantiamericanosporquesí.

No se si lo leeras tan a destiempo pero bueno...

Wolffo dijo...

Mich
it's never too late. Te falta, para ser guay del todo, ser antitaurino y antimcdonald's y bueno, antimachista.

Las misas del Bonzo a las 8 eran fulgurantes: te daba tiempo a ver casi todo el partido, sobre todo si te saltabas el finalillo y te abrías cuando empezaba el reparto de hostias.

Abrazos.