viernes, enero 25, 2008

snuff post

Cuando llego al lugar de los hechos, me oprime el terrible silencio que allí se percibe. En la habitación, en medio de un charco de sangre, junto a una silla caída, en mitad de todo, yace, ya sin vida. Soy un buen poli y sé cómo hay que actuar. Entro, recojo la cámara que hay en el suelo, que aún está grabando, y sujeta al trípode, buenas cámaras, las bluesky, coño, aprieto el stop y, a continuación, me dispongo a ver la grabación.

En la imagen, se ve a una mujer sentada en una silla (la misma silla que está en el suelo) con expresión aterrorizada. Está atada y amordazada con cinta americana. Se oye a un hombre que habla, fuera de imagen.

“... seguramente hoy, June, te parecerá mentira, pero has de saber que intercambiamos, entre unas cosas y otras, 523 mensajes de correo electrónico. El primero y el último son míos. En ellos me has dicho que me quieres, que me odias, que me deseas y me detestas, que soy el hombre de tu vida y que soy un gilipollas; me has deseado suerte, buenos días y buenas noches, felices sueños, que me muera, que me maten y que me den. Me has escrito las palabras más dulces, las que sólo tú eres capaz de decir, con tu inmenso talento y sensibilidad, y las más hirientes, las que sólo tú eres capaz de decir, con tu inmenso talento y sensibilidad.”

Entra en plano, de espaldas, el hombre que habla. Solo vemos parte de su espalda, que ocupa el tercio izquierdo de la pantalla.

“No he dormido, ¿sabes? Me pasé la noche leyendo nuestras cartas y reconstruyendo mi año de amor. Porque eso es lo que ha sido para mí, June. Es posible que ahora haya terminado, que ya no te ame, pero 2007 ha sido mi año de amor. En tu caso no, ya lo sé, para ti han sido unos meses de amor, vale, pero otros de indiferencia y aún otros de desprecio, así que en sensaciones tú ganas. Te lo has pasado mejor que yo, me temo.

Ahora, el hombre que habla ha cogido una silla y se sienta frente a la mujer. Está sentado con las manos cogidas, entre las piernas y ligeramente echado hacia delante.

“Leerte, y leer las cosas que nos escribíamos ha sido aleccionador, además de hermoso y doloroso, a partes iguales. Con la perspectiva que da el alejamiento, veo que los dos estábamos hambrientos, solos, juguetones y necesitados del otro. Los dos, June, éramos los dos, ambos tejimos una red de caza de la que el otro no pudiera escapar. Es verdad que yo era más cabezota, más insistente y evidente, pero tú, nena... tú eras sutil, subterránea y nunca, nunca... abandonaste el papel que te habías asignado en la comedia.

El hombre que habla se echa hacia atrás, como relajándose, y vemos que en su mano tiene una Luger clásica, con la que gesticula inocentemente mientras habla; la sensación es como de un profesor que divaga frente a sus alumnos con las gafas en la mano.

“Eras tan provocativa... tan distinta de todas las mujeres que yo había conocido... Además, claro, de tu talento. De que eras una poetisa de verdad, una hacedora de versos letales para mi espíritu impresionable; una escritora llena de erotismo en sus lineas y en su linea vital. Antes de conocerte, ya te deseaba. Antes de mirate por vez primera, antes de tocarte, antes de saber que existías como mujer, eras ya el amor de mi vida, el huracán que devastó mi corazón sin dejar en pie nada. Sólo existía para ti.

Ahora, el hombre que habla vuelve a echarse hacia delante y utiliza la Luger como un puntero, señalando y tocando con suavidad a la mujer de la silla.

“Conocerte fue un shock. Un acontecimiento que se escapaba de mi entendimiento, de mi medida, porque no sabía que podían existir mujeres así. Así de guapas (el cañón de la Luger acaricia sus mejillas y sus labios, por encima de la cinta americana), de inteligentes (por la frente y la sien derecha)... así de luchadoras (el corazón) y de sexys... (empieza a jugar con los pechos de la mujer atada). Sí, June, ¿ves?, puede que ya no te ame, nena, pero me sigues poniendo a mil. Sigues teniendo unas tetas maravillosas... (se incorpora y se separa) Pero no, tranquila, esto no va de eso... va de esto(le enseña la pistola), pero ahora, voy a cantarte una canción...

Al decir esto último se levanta, desparaece de cuadro y vuelve a aparecer con una guitarra y le canta una cación. Esta.



Ahora la apoya entre los ojos de la mujer.

“De eso va, nena. Va de que estoy cansado, June, muy, muy cansado de tanto dolor. No quiero vivir así, en el dolor. Es... ¿incómodo? Y sobre todo, doloroso. No quiero que me desprecies más. No soporto que me ignores. No te permito, en mi corazón, que no me correspondas... y mucho menos que ames, que intentes amar a otros. Que me sustituyas como quien cambia las pilas del consolador, June. Eso no se hace. Eso no te lo perdono. Y no es que crea que me perteneces, nena, no, qué va... Es que eres parte de mí. O mejor, somos la misma persona. Somos uno, June. Recuerda cómo era cuando nos fundimos. Nada había entre tú y yo. Éramos un único ser dichoso y mortal.

Ahora se levanta y sigue hablando, mientras pasea por la habitación y sigue disertando peripatéticamente

“No tenías derecho a esto, June. Éramos uno y tú no quisiste verlo, mala mujer. No quisiste, June, no me quisiste como yo a ti y ahora lo sé. Y sé, también, que la única forma de solucionar este dilema monstruoso, esta proposición unívoca que te empeñas en separar, maldita June, es actuar con firmeza y sin miedo. Y la parte de mí, de nosotros, que quede libre, podrá seguir viviendo. Pero no así.”

El hombre que habla se pone tras la mujer, le tira de la coleta para que levante la cabeza y le apoya en la frente el cañón de la Luger.

“Voy a matar este amor, June. Voya ahacer que no haya posibilidades de que crezca otra vez. No voy a permitir que un día te sientas simpática y me llames y vuelvas a engatusarme, hija de la Luna. Será solo un disparo, no temas, que no vas a sufrir.

Ahora el hombre, sin dejar de encañonar a la mujer con la mano izquierda, saca un cuchillo de su bota y rompe la cinta de las muñecas de la mujer, y la que sujeta a ésta a la silla, por la cintura.

“No te muevas ni un milímetro, June, no lo hagas más difícil... si no te mueves sé cómo hacer para que esto no duela, que no se sufra inútilmente... será solo un segundo, un disparo y ya...”

El hombre, sin dejar en ningún momento de encañonar la cabeza de la mujer, la rodea hasta ponerse en frente de ella

“Adiós, June. Has sido lo mejor y lo peor que me ha pasado en la vida”

Como siempre que oigo un tiro, pienso que el sonido del disparo es no es atronador, como en las películas. Es una especie de chasquido agudo y desagradable, que no da pistas sobre lo destructivo que es, sobre todo lo que es capaz de matar un solo disparo. Sale una enorme cantidad de sangre y masa cerebral cuando haces un disparo a quemarropa sobre una cabeza humana viva.

Se ve al hombre que habla tambalearse con la cabeza abierta del disparo y caer de frente a cámara. La cámara cae y ahora encuadra la puerta de la habitación, de costado. La mujer que estaba sentada aparece en cuadro, ahora, y va a salir por la puerta, corriendo, pero se detiene, se arranca la cinta y se queda mirando, horrorizada, la escena. Se agacha y desaparece del cuadro. Vuelve a aparecer, de espaldas, yéndose, con la pistola en la mano.

Después de 10 minutos de silencio, se ve algo que, hombre, tiene su gracia: yo mismo salgo en esta snuff movie, also starring, el detective Wolffo, podríamos decir. No llego a traspasar el marco de la puerta y me quedo mirando, imagino, al tipo que hay en el suelo, el desastre, como calibrándolo. Soy un buen poli, en serio, pero debéis saber una cosa: cuando veo un muerto, pongo cara de gilipollas.

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La canción, aquí:
Wolffo - Death of a clown
Death of a clown, la muerte de un payaso, es una canción curiosa. La primera curiosidad que tiene es que, siendo de los Kinks, la compone y canta Dave Davies, el hermano pequeño, el de los coros por las nubes, el guitarrista incomprendido. Es una hermosísima canción, en su versión original, a la que le falta, tal vez, una variación, para ser sublime. Esto mío no es ni una versión. Bueno, tal vez sea una...snuff version, ¿no?

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Listening to: The Kinks - Live Life
via FoxyTunes

42 comentarios:

el_Vania dijo...

¡¡Prime!!
¡¡Pero qué bueno!!
¿para cuando un blog paralelo con las pesquisas del detective Wolffo.
Me ha encantado:
1) Las cámaras bluesky, buenísimas. Tecnología CarreFoul.
2) Ver al detective en la escena, "also starring".
Eres un maestro... y mira que no soy de regalar los oidos a nadie... que para vanidoso, un servidor.
Salud/OS!

Wolffo dijo...

Vanitas,
los oídos no, tú regalas tu arte, que yo he sido uno de los beneficiados.
Tecnología Carreful forever.
Abrazo y buen fin de semana.

La de la ventana dijo...

A mí una de las cosas que más me gustan del blog de Wolffo, llamadme tonta si queréis, son las etiquetas que pone a sus posts.

Qué arte...

Anónimo dijo...

Voy a tener que dejarte de leer un tiempo amigo, porque ya sabía que el muerto sería el, que la forma de matar un amor desigual es matar al que sigue enamorado...

Y no sé si es porque después de tanto tiempo ya te conozco como si hubiesemos ido juntos al colegio (y mira que eso es imposible) o porque me estoy volviendo un psicópata/sociópata/loqueseaópata...

Así que tendré que dejarlo, pero quizá en otra vida, que en esta estoy enamorado de tu prosa.

Un abrazo, amigo.

PD: La canción, y ya sabes que no tengo ni idea de música, lo siento pero no me llega como el resto de tus canciones. Espero que no te moleste que te lo diga. Suena bien, pero es como si el mensaje no fuera para mi, no se si me explico. Y si te lo digo es para que sepas que las otras sí lo hacen, y porque sé que a veces nos faltan opiniones críticas para reconducir nuestro estilo (luego cada cual hace caso o no, lo importante es tener voces disonantes).

PD2: Repito, un abrazo.

Guiss dijo...

Pobre hombre, murió sin saber que nunca nadie nos quiere como nosotros queremos, siempre en el otro hay exceso o defecto... aunque digo pobre y quizá fue una suerte para él, murió pensándose único, sintiéndose distinto a todos los amantes, como se sienten todos los enamorados del mundo mientras lo están.
Leer cartas de amor y deseo fuera de tiempo tiene que ser terrible, no me extraña que tras una nochecita así el tipo decida hacer mutis. Porque quien escribió todo eso, ya no es ahora aquella persona. Para evitar la tentación tendría que ser obligatorio destruirlas tras su primera lectura, que es la única a la que están destinadas, y, sin embargo, reconozco que yo guardo todas aunque no las mire, por si acaso algún día necesito hacerlo; por esta debilidad, tendrían que ir con un dispositivo de autodestrucción, como en las series de agentes secretos antiguas.

Tengo que decir, sin embargo, que el detective Wolffo, al que yo veo en blanco y negro y con sombrero, pese a los mensajes y las cámaras, tiene una gran ventaja sobre Horatio, y es que la cara de gilipollas sólo la pone cuando ve al muerto (y ahí tiene que ser inevitable), no la trae de serie como el otro.

Wolffo dijo...

Mariefenêtre
O Marywindows, o Mariventanas. Y a mi me gusta que te guste de mí lo que sea... con tal de gustarte un poquito...

linmerick
yo creo que dejar de leerme, por más que seas más listo que el autor y me adivines, sería perjudicial para un joven senecto, selecto y brillante como tú. En primer lugar, mi querido amigo, dejarías de tener un punto de vista pintoresco de la vida, y además, ¿qué harías el lunes, en el curro, cuando todo el mundo te dijera: has visto lo último de Wolffo?
Luego, si dejas de rondar a tu enamorada, esta se mosquea y te ronda. Sí, tío, créeme, mientras la acosas, se hace la estrecha, la esquiva y tal, pero en cuanto la desprecias, el despecho, en lugar de hacerle, por ejemplo, darse a la bebida, que sería una opción, va y te ronda... ¿Imaginas qué apuro sería verte perseguido en tu ciudad por una prosa atropellada? ¿Sabes lo que una prosa errática y a veces graciosilla es capaz de hacer persiguiendo a un lector huidizo? NO lo hagas, en serio. Ahora, otra cosa es que te aburra, claro, y en ese caso...
En cuanto a la posdata, querido linmerick, no sabes lo que te agradezco que seas franco. Ya me estoy dando cuenta de que está fallida, pero, por buena persona (tú eres la buena persona), te explico. Verás que no la he puesto encabezando el post, como otras veces, porque quería que formara parte de él, no sé simme explico, no solo que lo ilustrara, sino que se imbricara. Resulta que imaginaba cómo cantaría una canción así de triste un hombre que se va a saltar la tapa de los sesos... es snuff, solo la guitarrita y la voz, grabado en una toma, en medio de la habitación vacía. Pero bueno, no siempre se acierta, eso está claro y te agradezco la voz crítica, de verdad.
Y tal.
Un abrazo y luego otro, querido amigo, Y gracias.

Guiss
Murió de forma bastante triste, ¿no? Lo que dices sobre las cartas de amor leídas a destiempo es muy interesante bastante sagaz, como toda tú, por otra parte. Es bastante triste releer no ya lo que nos escriben, sino lo que escribimos nosotros. Eso no pasa con las cartas de amor de antes. Pero los emilios se queedan guardados y puedes volver sobre ellos y sentirte un idiota pleno y perfecto y yo creo que eso es lo que trastornó al payaso del post. No ya las palabras de su amada, sino las suyas propias. Como muy bien dices, mi dulce princesa, cuán distintos somos cuando nos enamoramos y, sobre todo, cuán extraño es ese ser que escribe cartas de amor (me refiero a uno mismo) y cómo de lejanas resultan las cosas que es capaz de decir pretendiendo que el objeto de su amor se entere de lo que uno la ama...
El detective Wolffo está bastante bueno, ¿eh? Su barba de tres días y su desapego por la vida te han llenado de ansia el alma y de anhelos el corazón, ¿verdad, princesa? Y tiene otra ventaja sobre H: sabe coger el arma con una sola mano y no se retuerce en rebuscados escorzos como un memo cuando entra armado en una escena del crimen. Y luego, que te conoce, Guiss, y eso es un lujo verdadero, príncipa, y no las casas de Miami...

Besos a mansalva. Y a ti, venga...

Bigmaud dijo...

Me encantó Wolffo, desde el comienzo hasta el final pasando por la canción. Y es que el tema en cuestión es bastante interesante, quizás por ello me gustaron películas como Tesis u 8mm.

Aquí el escenario que describes y el hecho de que presencies todo a través de la pantalla de una cámara lo hace aún más genial. Y luego la canción con tu introducción que en el contexto de la historia la hace un poco tenebrosa, lo cual es fantástico. Ya me la descargué.

Cuando comencé a leer me extrañó y lamenté un poco no ver una canción, pero ver que estaba entre la historia la hizo muy disfrutable.


Respecto la canción del post anterior debo decirte que casi no conozco nada de Status Quo, de hecho tu versión creo es la segunda composición que escucho de ellos. La primera fue una que se llama algo así como "Rockin' all over the world". Se agradece ampliar mi repertorio de canciones conocidas.


Bueno, es todo por ahora, un fuerte abrazo!

Wolffo dijo...

Joyrider, mi querido amigo allende los mares, qué cariñoso eres siempre conmigo.
No sabes lo que me alegra que te haya gustado el post, y la canción: ¿Seguiste el anlace y viste al hermano de Ray Davies cantando "su" Death of a clown? Genial, ¿verdad?

En cuanto a la canción del post anterior, déjame darte unos datos. Efectivamente, es una canción de Status Quo, pero estoy seguro de que conoces alguna canción más de ellos. Esta canción estaba en un disco de ellos de los años 79-80, más o menos, que fue su álbum de más éxito, album al que daba título la canción que lo abría Whatever you want que es la canción del chunda-chunda por excelencia. Mírala aquí y verás que sí la conoces: http://es.youtube.com/watch?v=krK7Q49o6uA
Por otra parte, la otra canción que dices conocer no es, en rigor, una composición suya, sino de John Fogerty, líder de Creedence Clearwater Revival, aunque es verdad que la versión de Status Quo es más conocida que la original.
Bueno, Joy, un placer leerte y agradarte, en serio, Y muchas gracias por seguir allí, al otro lado de las ciberondas durante tanto tiempo.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Vaya chollo que tiene el detective Wolffo con casos así: está resuelto desde el principio, y todo grabadito. No tiene que hacer más esfuerzo que ver la grabación. Una prima de productividad y un ascenso para ese hombre, ¡ya!

A mí lo que me mosquea es que la chica se lleve la pistola. ¿Para qué la quiere? Eso no presagia nada bueno, aparte de que no tenía ningún derecho a llevársela. Esa muchacha no parece trigo limpio. El detective Wolffo tendría que hacerle una visita y con su mirada más gélida asustarla un poco.

El difunto, un pobre lila. Eso de ponerse a cantar con la guitarrita antes de pegarse un tiro ha quedado patético. ¿Cómo iba a fijarse en un tipo tan lastimoso una mala pécora como la roba pistolas? Es lo que le pasa a tantos hombres, que tienen muy mal ojo para escoger.

Bueno, lo dejo ya que hoy parece que me he levantado con los colmillos afilados, y no quiero hacer más sangre.

Besos.

Anónimo dijo...

Off topic:

Ayer se presentó en Barcelona una campaña de Adena que informó de que han sido aniquilados el 90% de los bancos de meros.

Atticus, t'as pasao.

Anónimo dijo...

Grande como siempre, socio. Aquí hay otro que intentó volarse la testa en simbólico contexto, pero le reanimó la beneficiaria con el boca a boca, y con el boca a miembro. Aunque en el caso que suscribo, y disculpe mi vulgaridad el respetable, cuán más saludable hubiera sido cortarse la polla. Figuradamente, por supuesto.

Un saludo

Anónimo dijo...

Está muy bueno este escrito. Pero me dejó un poco confundida! Será que las vacaciones me tienen los sesos en remojo?

A veces no dejo comentario porque leo el poste, pero me faltan leer los comentarios (que son una parte importantísima, para mí) Es que son tantos!

Ná, que no leo los comentarios hoy, o me pasará que otra vez te dejo sin los saludetes...
Saludetes, besetes, escritorazo...

Wolffo dijo...

KotiMari's
no creas, no creas, que el video en el que se ve todo puede ser un regalo envenenado. Esto puede ser el principio de una gran saga de intriga, asesinato y sexo explícito. ¿Para qué crees que June se lleva la pistola?
Parece mentira que una mujer con tu bagaje y tu historia haga un análisis tan simple de la situación. Porque, de hecho, ¿no ves que sí se fijó en él? Todo el asunto es porque dejó de fijarse en él, porque, seguramente, encontraría a otro pobre infeliz en el que fijarse. Pero el chico vale la pena: hasta el suicidio lo convierte en un acto ególatra de autoafirmación (valga la redundancia): lo graba, prepara una canción sarcástica que venga al caso... El chico mola, en serio, aunque eso no quita para que te diga que eres muy divertida cuando te levantas con los colmillos afilados, Vampiresa Kotts.

Besos pa ti, my seet, pero de lejos, que (hoy y solo hoy) no quiero que me saltes al cuello...

En cuanto a Atticus, en realidad no fue él: adoptaron sus costumbres masturbatorias todos los nativos de todos los sitios con nativos (imagínate que cantidad de gente autosatisfaciéndose) y el mero ha sido diezmado. Pero echémosle la culpa al sexo egoísta, no al pobre Atticus, él sólo quiso sobrevivir.

Qamaris
Qam, amigo, ¿Cuándo dices "aquí hay otro" te refieres a ti mismo, o a tu entorno, a tu país...? Porque has de saber que imaginar cómo fue esa felación traumática me hace cerrar las piernas y protegerme instintivamente mis partes pudendas y pudientes, para qué vamos a andarnos con falsas modestias. Esperando, pues, que te encuentres aún "completo", recibe de mis partes un saludo cordial y solidario.

Sea.

Rayas,
deberías decirme qué es lo que te confunde y, tal vez, con la ayuda del detective Wolffo, un auténtico sabueso, lleguemos al fondo de todo el asunto.

Cada comentario tuyo es un regalo, así que no te disculpes por no dejarlos a veces, MAriMari, que me encanta contar con tus ojos, y con eso me basta.

Un millón de besos para ti, preciosa pampera.

Morgana dijo...

Magnífico relato, wolffo... me ha encantado.

ay... y qué decir de las cartas de amor?? Pero... las cartas, cartas... en papel y eso. Ya nadie escribe "a mano" ni cartas de amor ni nada de nada. Con lo bonito que era... ver el papel envejecer, la tinta perdiendo color... en fin. Siempre hay cosas que nunca volverán.

Te escucharé luego...

Un besazo en tinta china.

Anónimo dijo...

June, de nuevo June y parece que siempre June.

Esa tipa es de lo peor. Ya te conté que me la estaba a punto de tirar en la fiesta de los poetas y me dejó con todo aquello levantado...

Siempre pensé que alguien acabaría por pegarle un tiro, así a lo Reservoir Dogs, sentada en una silla, atada con cinta americana y con la pistola apuntando primero a una oreja, después a la otra, ...
Pero nunca pensé que fuera ella la que acabara con el “pistolero”.

¿Sabias que ella era lesbiana? Bueno, tal vez solo lo era para fastidiarme. Me explico, no me fastidiaba que fuera lesbiana, me jodía (hay que decirlo así de claro) que estuviera todo el día contándome aquellos encuentros con Lady Alice, como la llamaba ella, toda aquella lencería negra (medias con blonda, ligueros, corpiño, ...) y que nunca me dejara participar.
Ya sabes que yo, con la lencería fina, pierdo la cabeza e imaginar aquellas sesiones en el Palace entre sábanas de raso me hacían subir la fiebre.

Algún día, Wolffo, acabaré con esta historia. Y no me importará que detectives como tú o como el viejo Marlow me pisen los talones y acabe con mis huesos en Sing_sing.
Pero ella pagará.

Por cierto, ¿cómo se puede pisar un talón?

Mientras espero ese momento y voy montando el 45 después de limpiarlo, escucho tu versión y alucino. Esa acústica y cómo te ha quedado la voz...

La envidia vuelve a mi memoria...

Un abrazo, campeón.

Wolffo dijo...

morgana
Bien! me gusta gustar, Morgana, y a ti, especialmente. Las cartas de amor... Yo creo que es verdad que las cartas de amor de antes eran otra cosa; y que tenían un encanto especial, el papel y la tinta y el mechón de pelo, y un beso de pintalabios y el perfume... de acuerdo, pero también creo que no hay que ser demasiado fundamentalistas: un e-mail de amor es bonito, también,es una carta pero que va más deprisa, eso es todo. Me refiero a escribir a tu chica y solo a ella, y hacerle ver lo que estás haciendo y bueno, ya sabes.
Pues si me escuchas, ya me dirás.

Otro beso enorme para ti, cielo. Y gracias.

The Foss
Me vas a romper el corazón como sigas por ese camino. June, siempre June... ¿no te parece que es por algo? Porque la amo y la quiero solo para mí... no me digas que la has pretendido, y menos aún que la has conseguido, porque entonces aprovecharé todas mis armas de detective años 40 para perseguirte haste el fin del mundo, si es necesario. Puede que sea verdad, no digo que no, pero no quiero saberlo, Fosfous, June, mi June... me gusta pensar que nadie la conoce como yo, ¿sabes?

La pregunta retórica sobre talones es bestial, compañero y gracias por la alusión musical.
Un abrazo fuerte, amigo, aunque me temo que nuestra amistad, si sigues contándome tus aventuras, acabará con uno de los dos tendido en un callejón oscuro, solitario y oliendo a pis. Podría haberme ahorrado el último detalle, es verdad, pero ¿no te parece que todos los callejones huelen a pis?

Abrazo...

Anónimo dijo...

Me encanta venir por aquí, porque esto siempre está animadísimo, y cada dos por tres se abren y cierran debates con la misma fracilidad que se abren y cierran las flores del nenúfar, en los estanques del parque botánico de Port Louis. Quiza no quede suficientemente explícito, todo el esfuerzo que requiere contar una historia con cámaras, y que la disposición y lo que recogen tenga algún sentido. Como siempre Guiss ha removido todos los masticables de la historia, y no hay nada brillante que podamos añadir.
Si que te digo que me lo he pasado bien leyendo esta bonita historia, que no hay palo que no sepas tocar, y que eso no quita para que seas muy sosito, agrio como tu solo, y gruñoncete.

Cati dijo...

Hola corazon, llego y me encuentro este relato... y me hace pensar en mi misma y me veo identificada, y creo me va a servir para actualizar mis sentimientos. Gracias tesoro, un gran beso.

Wolffo dijo...

¿Buch?
Así que te encanta venir por aquí, ¿eh? Está bien, creeré que lo dices sin segundas aun antes de seguir leyendo tu comentario.
Efectivamente, tenías que cagal'la al final. Recuerda cómo terminaba el último disco que grabaron los fab4:
"and in the end,
the love you take
is equal to the love
you made..."
Solo te vas a morir, essaborío.

(me pregunto qué es lo que hace que me fije siempre siempre que se trata de ti, claro- en el lado chungo)

Oscura
me encanta verte de nuevo, en serio... qué alegría, oscura.
¿Por qué te sientes identificada con esto...?
El gran beso es para ti, claro, y no sé de qué manera, pero adoro haberte servido de algo.
Vuelve, ¿eh?

Anónimo dijo...

Hombre Wolffo, Buch tiene razón. Guiss siempre remueve y aporta un voto de calidad.

Y no se merece acabar como acabará June pero, sin duda, también es mujer de ser imaginada en lencería. Y si te empeñas, con lencería de La Perla, que es de las más finas. He dicho.

Wolffo dijo...

The Foss, colega,
Buchnunca tiene razón, quiero decir, cuando razona. Hablando bien de Guiss siempre se tiene razón. Eso es ser ventajista, así cualquiera tiene razón.
Guiss es unbombón por dentro y por fuera y te digo una cosa, le pasa como a mí: sin ropa, está increíble.

Anónimo dijo...

¿Y este tipo cómo es que tiene una Luger? ¿Un nostálgico?, ¿un coleccionista?, ¿un antiguo oficial de la Gestapo? Descarto que sea un nazi que haya permanecido oculto durante todos estos años en Argentina o Brasil —y sin que se haya enterado el Mossad—, porque con la edad que tendría no parece probable que jugara mucho con los pechos de la tal June (bueno, quizá eso sí, pero no mucho más).

Sea como fuere, en esto del amor hay mucho psicópata suelto, y lo malo de las cartas —por mucha nostalgia que dé— es que luego llega uno y te las echa a la cara. Claro, que también puede pasarte con los mails, pero no es lo mismo ni de lejos. Con todo, he de reconocer que yo también guardo cartas de antiguas amantes, pero jamás se me ha ocurrido reutilizarlas, y ni siquiera volverlas a leer. Sin embargo, supongo que me gusta saber que están ahí, en una gran caja de cartón olvidada en un maletero. Y es que hay cosas, e incluso personas, que aunque no las veamos nos agrada saber que están ahí.

También me inquieta que June se lleve la pistola. ¿Le gustará jugar a Carlotte Rampling en «El portero de noche»? Quizá. La historia, se me olvidaba decirlo, me ha gustado y está muy bien contada. Se me hace un poco rara la expresión de disparar “a una cabeza humana viva”. Parece que la cabeza tuviera vida propia en plan «Reanimator». Y sí, sale mucha sangre, porque si estás muerto ya no sangras nada. Si lo sabré yo...

Y es que esto de las «snuff movies» tiene mucho morbo, aunque creo que más bien son una leyenda urbana. De las dos pelis que cita “Joyrider”, «Tesis» me parece mucho mejor que «Asesinato en 8 mm». De «Tesis» lo mejor, para mí, es que logra que la Facultad de Ciencias de la Información sea un personaje más, y se convierte en un sitio que da mucho miedo, y eso a pesar de ser un lugar de sobra conocido. Ahora la han pintado de colorines por dentro y está muy chula, pero no da miedo ni nada.

De la canción «Death of a clown», lo que más me gusta es cómo la terminas, ya ves, así, de repente. Es posible que, como tú dices, sea una canción curiosa, aunque casi todas las de los Kinks lo son de un modo u otro. De hecho, y yendo a la letra, por más que el payaso se empeñe en que brindemos por su muerte, lo que parece morirse es el circo entero.

Termino con tus comentarios a que nos veamos. Llámalo cita a ciegas o a tuertas, tanto da, porque en realidad tú también me reconocerías nada más verme (ya te conté lo bien que nos conservamos los no-muertos, la maceración en alcohol y la sangre de las vírgenes; aunque quizá haya un cuadro con mi rostro pudriéndose en algún desván, no sé). Podemos esperar a que des un concierto (aunque luego será un lunes en el Hollywood Bowl y a ver cómo me apaño), o quedar un día tú y yo en cualquier lado, o incluso puedes venirte a casa con tu chica a cenar. Como tú mismo dices aquí en un comentario: «Whatever you want» (que sí, es la chunda chunda por excelencia, estilo del que Status Quo a veces se aleja mínimamente, como en el caso de la que tú tocaste en el anterior post o la con frecuencia mal traducida “In the Army now”, que no es en la Armada).

Anónimo dijo...

Buenísimo, Montaña, te has vuelto a superar. Te pones tan alto el listón que me sigo quedando pasmada cuando lo rebasas. Está tan bien contado... Se lee de un tirón, te engancha desde la primera frase y, aunque yo también intuí el final, creo que es porque te conozco y sé que nunca matarías a June (o por lo menos, no lo harías público).
La canción me ha gustado mucho. Y ya. Sí que es corta la crítica musical, sí.
Muchos besos y muchos besos más

Wolffo dijo...

The Fant,
La pistola que tenía mi padre era muy parecida a la Luger, aunque no era una Luger fetén. No recuerdo su marca. En fin, es la pistola con la que, según Jaime Urrutia, Juan Belmonte se quitó de enmedio, y yo no dudo del anfetamínico Caligari, aunque fuera sólo con motivos poéticos. El suicidado no era, pues, nazi, solo que nazi...ó idiota y tuvo una fuerte recaída el día de autos.
Yo guardo algunas cosas, otras las he ido perdiendo y otras me gustaría haberlas guardado. Lo que está claro es que, sobre todo en esto de las cartas viejas, sean de amor o de amigos, es malo revisitarlas (aunque yo lo hago a menudo). Malo porque te das cuenta de que el 90% del valor de una carta reside en el momento y no en el contenido.
El hecho de June se lleve la pistola no debe extrañar a nadie: es mujer y como tal, mala, muy malota, y se la lleva con fines dramáticos. Puede volver a aparecer en cualquier otro momento (de hecho, es la chica de moda en Las Peroratas) y ahora todos sabemos que no es una poetisa inocente: ahora está armada. Armada, sexual y peligrosa... Lo que quería expresar con la frase "una cabeza viva" , sin decirlo, es precisdamente eso, que no sale sangre de un muerto. Lo sé porque una vez se murió mi cabeza y aproveché para darme un tiro y no sangré ni nada.
Es cierto lo que dices de Death of a clown, Fantie. De hecho, para mí, la letra es lo más flojo de la canción. Con un título así, coño, uno espera una gran canción, con poesía derramándose por todos los versos... y lo único que se salva es la frase central: brindemos todos por la muerte de un payaso.
En cuanto lo otro, arriba hay un emilio, para que nos veamos o lo que sea. Dejemos, por favor, este culebrón público que me hace sentir incómodo y torpe a partes iguales.
Un abrazo, Fantie.

Mahomalilla,
Eps... qué agradable eres cuando te lo propones. Incluso sin proponértelo, Mal, resultas agradable. Bueno yo creo que el que tú intuyas el final de mis escritos no es raro: eres lista y yo, no demasiado, y mi especialidad no es el misterio, sino, ya sabes, el sexo y no el hablado o escrito, es que soy una máquina de amar.
Tienes razón en una cosa: un personaje como June no se puede matar, o al menos yo no podría hacerlo, jamás. Significa demasiado para mí.
A mí me gusta mucho tu crítica y debes notar una cosa, Mahomalilla: muchas veces, la gente se extiende hablando de la canción y no criticándola (en el buen sentido). Quiero decir que dicen, me mola y además me recuerda a cuando mi abuela se hizo piragüista... Y ya está. O sí, y ese grupo tenía la de tal y cual y a mí me gustaba más la de loquesea... O sea, que tú misma. Que no hace falta más que decir lo que te vcenga en gana decir, ¿de acuerdo?
Un beso, enorme, Mahomalilla, que te quiero mucho.

Anónimo dijo...

Observo que hay quien está de acuerdo conmigo sobre June: Fosfous opinando que ella es de lo peor, el Fantasma también inquieto por el hecho de que ella se lleve la pistola...

De todas formas, me gustaría saber directamente qué opina June de todo esto. Lo que sabemos de ella (no me refiero a cómo le sienta la lencería, sino a lo que piensa) lo sabemos a través de los delirios del suicida, de las deducciones del detective, de Fosfous..., y forzosamente estas criaturas, deslumbradas por la poetisa armada y peligrosa, no son precisamente objetivas. Así que, Wolffo, como no dudo que entre colegas de la literatura os haréis ciertas concesiones ¿no podrías conseguir que June escribiera un par de parrafitos dando su visión del asunto? Sólo por contrastar opiniones.

Wolffo dijo...

Kotts, querida,
June no está en el debate, lo siento. Su presencia entre nosotros, los mortales, es imposible.... ni siquiera el fantasma, que no es de este mundo, ha llegado a verla. June flota en otra dimensión y puedes saber muchas cosas de ella, incluso de su aspecto más carnal, tangible, si tienes el valor de hacer una retrospectiva en esta bitácora. Aparece en muchos posts y hay numerosos datos sobre ella. Y eso es todo lo que puede haber por cuanto, aunque un día me bendijo con sus atenciones terrenales, incluso con su espíritu abierto y entregado, hoy no cuento ya con su favor ni su sonrisa. Hoy sus piececillos alados la han llevado lejos de este escriba y de ahí mi insistencia en recordar pasajes, inventar historias e imaginar momentos.
Es así de sencillo y así de triste. De todos modos, KotiMAri, cuán contento estaría yo de que apareciera y nos dijera un par de cosas, siempre que no dijera lo que piensa de mí, claro, pues en ese caso, vertiginosamente, mi crédito descendería en la cuenta corriente de vuestros corazones hasta los más fríos números rojos.
Salud, Kotinussa, besos a mansalva y disculpa este febril desahogo. Febrero, que está al caer, tiene la culpa.
Queriéndote,
Wolffo.

Anónimo dijo...

UNfosfgus tiene razón.

Buch

Wolffo dijo...

Razón, razón, razón... eso de la razón, tenerla o no, vamos, es muy relativo, tío.

(¿a que te ha gustado esta reflexión profunda?)

Anónimo dijo...

Sabio hombre Buch en reconocer que tengo razón.

Y la tengo cuando digo que June es una mala péocora y que Guiss en lencería está que da gusto verla.


Bueno, y seguro que Kotts también.

Guiss dijo...

Aunque creo que Buch se refería más bien a mi parte intelectual, no diré que me desagrade el derrotero carnal que ha tomado Fosforo, ni la propaganda que me hace Wolffo, y sobre todo ¿quién soy yo para desautorizar las fundadas opiniones que aquí se han expuesto? :P Eso sí, yo tengo más peligro que June con una pistola porque he practicado el tiro de más pequeña, concretamente avancarga.
Entonces... ¿me cambio definitivamente el nombre a "la despampanante Guiss" o sigo en mi línea de modestia? :P
Y no os metáis con June, a fin de cuentas, hay nombres que marcan, y si una es June necesita forzosamente un Henry, aunque no soporte el aroma de anaïs ni de ninguna otra fragancia de cacharel, por repetidos que sean los nombres.

Un beso para cada uno. O más.

Wolffo dijo...

Dejemos lo de la lencería a un lado, porque no hay duda: Guiss y Kotts en paños menores... dios mío, ¡qué fiestorro!
Dejemos a June a un lado, a otro lado, porque tampoco está en discusión: June is pure love, como si dijéramos, y es inmancillable, por mucho que en tus sueños sea una zorrita calentorra.., eres muy libre de soñarla como quieras pero yo la inventé y ella no es así: es June, poetisa y mujer digna de ser amada.
Dejemos a otro lado a Buch, porque nunca tiene razón, es una característica de los hombres como él, The Foss: no pueden químicamente, tener razón.
Así que, quedando solos tú y yo, ¿por qué no nos tomamos unas cervezas y tocamos unas cuantas piezas con nuestras guitarras acústicas? Ya verás cómo se anima la fiesta...

Wolffo dijo...

Guiss,
no entiendo nada de lo del nombre y Henry y cacharel, pero colijo que, o bien hay un perfume que se llama así, o bien una modelo famosa que se llamaba June lo anunciaba y esta modelo estaba saliendo con Henry, que tampoco sé quién es, o son personajes de alguna obra literaria que debería conocer y me estoy poniendo en evidencia...
Lo que sea, claro. Si quieres, por terminar con la cuestión, mándame al emilio (por no hacerlas públicas) unas fotos tuyas en déshabillé y yo confirmo la cosa como Gran Cabeza de Huevo de este foro. Todos, créeme, respetarán mi opinión.
Yo diría que "La princesa del Guisante", que en cualquier otra persona parecería un overpromise, es ya bastante modesto por ser vos quien sois, así que no te cambies, muñeca, que te veo bien como estás y ser princesa te sienta como un guisante.
Piénsate lo de las fotos y ya me encargo yo del resto.

Sea.

Anónimo dijo...

Guiss, ¿Me refería a tu parte intelectual? Es posible. Pregúntame por la parte latina.

Anónimo dijo...

Pues ya que se me ha vuelto a nombrar, me siento autorizada para intervenir de nuevo, adelantándome incluso a la contestación de la Princesa, por si acaso se le olvida volver por este post.

Wolffo, "Henry y June" es una película basada en los diarios de Anais Nin. ¿Ves como es un error que nos dejes a un lado a Guiss y a mí, como insinuabas en tu comentario? ¿Ves como nos necesitas constantemente y en primer plano? No sólo somos unas estupendas modelos de lencería, sino que encima somos como "El libro gordo de Petete". Así que deja a un lado a June, a Buch y a todo el mundo. De las únicas que no puedes prescindir es de nosotras. A ver si te enteras.

Wolffo dijo...

Kotts, cielo,
tú debes sentirte, en todo momento, autorizada, para intervenir. Si por mis deseos fuera, estarías obligada a intervenir en este blog.
Aparte de darte las gracias por la info, debo decirte que deberías leer con más atención y menos modestia mis comentarios. Nunca he insinuado que deba dejarte de lado (ni a ti ni a Guiss), lo que le decía era que dejáramos el debate sobre vosotras, puesto que os sé indiscutibles, en el asunto de la lencería y en el de la filosofía: en todos los asuntos.
Sois la sal de mi vida y sin vosotras, ¿qué hacer?

Kotts, nadie te ha querido como yo te quiero, ¿verdad? Dime una cosa, mi querida sureña, ¿qué se siente al saberse apreciada por un tiarrón como yo que, además de unas prestaciones sexuales de primera te ofrece unos extras intelectuales desconocidos hasta el momento? Dilo, dilo... (pero no seas demasiado cruel)

Anónimo dijo...

¡Los diarios de Anais Nin! ¿Como se me pudo olvidar?

Wolffo dijo...

A mí no se me había olvidado: en mi vida oí hablar de esa peli.

Ya ves...

Anónimo dijo...

¿Lo digo? ¿Lo digo? Está bien, pero mejor en privado.

Y no quieras ahora rectificar sobre la marcha. Escrito ha quedado que proponías quedarte sólo con Foss para tomar unas cervecitas y tocar la guitarra, así que no me quieras dorar la píldora. Y cuando ya estuvieras aburrido de ambas cosas, entonces te acordarías de la Princesa y de mí, y vendrías otra vez diciéndonos palabritas dulces. Esta vez no cuela. Enfadada me tienes. Deberías leerte los diarios de Anais Nin como castigo.

Anónimo dijo...

A mi la peli me pareció un tostón. Bueno, eso o no estaba yo con el cuerpo para aguantarla en aquella época.

Continuando con sabia reflexión de la siempre atractiva Kotinussa:

La June de la que habla el título era la mujer de Henry Miller que compartía cama con él y Anaïs Nin. Y se llamaba June Mansfield.

Ella entró al trapo de encamarse grandemente con ambos, pero la que era una lianta y fue quien la convenció era la amiga Anaïs. Además, creo que estaba casada con un banquero (ni idea del nombre, claro) y se pasaba por la piedra a medio París. (Algún primo suyo incluido)

Y dicho esto me voy a tomar un café, que falta me hace.

Wolffo dijo...

Kotts,
no hay peor genio que el que no quiere oír. Quizá el que no quiere leer, pero a mí me parece que, aunque no venga a cuento, es peor no querer oír.

The Foss,
que te aproveche el café y gracias por la info, colega. Da gusto con gente tan prepará...

agua dijo...

Me gustó mucho ^^, saludos si?... , eso de escribir sale cuando sientes realmente y cuando no sientes realmente...BuenasLunas

Wolffo dijo...

Hombre Loren, gracias.
En realidad sale siempre, pero sale mejor cuando sientes. Creo.

Un saludo.