jueves, septiembre 13, 2007

Lo que hay detrás

Detrás (sube el volumen, que esta se oye mejor a todo trapo)


Como tantas otras personas, yo también pasé mi separación, y fue traumática. En fin, dejando a un lado eso, que no es tema a tratar aquí, esta canción es una especie de recogida de aire y un paso adelante. Es una canción extraña. Las estrofas son dos sencillos acordes (do y re menor) marcadas por mil guitarras distorsionadas que, juntas, parecen dibujar un cuarteto de violines. El estribillo, que es largo, es una hermosísima progresión de mil acordes, aunque esté mal que yo lo diga. Me lo pasé bomba doblando las guitarras (en serio, debe haber seis o siete) y grabando las armonías vocales (también hay cinco o seis voces). El riff del bajo es fantástico, también, aunque mi poca pericia al grabar y mezclar no lo destaque. Y bueno, a ver si os divierte escucharla tanto como a mí tocarla.

Puedes bajártela aquí:

Hazte a la idea de que hace 20 meses, hacia el mes de enero de 2006 Wolffo se está pegando un atracón de mandarinas. Sí, soy de esos. Sin pestañear, puedo zamparme tres kilos de mandarinas de una sentada, como quien se come un chicle. Ahora bien, ¿qué hay detrás de estas ingestas desproporcionadas? Ya te diré, no seas impaciente.

Las mandarinas son de esas que están riquísimas, pero tienen una pepita en cada gajo. Oh, providencia malsana, ¿por qué me haces esto? ¿por qué me haces comer de uno en uno los gajos? Sabed que soy de los que, si no mediaran pepitas, me zamparía las mandarinas enteras. Pero las pepitas me matan. En fin de año, por ejemplo, mi mejor marca de uvas es 3, porque las pepitas me hacen dar arcadas si muerdo una, lo que, inevitablemente, ocurre cuando pongo la jugosa uva entre mis muelas implacables y maltrechas y la hago estallar por la presión de mi gula. En fin, sé que podría quitarle las pepitas antes y comer luego normalmente, pero eso me parece un fraude de las reglas del juego. De hecho, reconozco que hace un par de inviernos, lo hice y logré comerme las doce uvas, pero mi satisfacción fue ínfima. Prefiero ceñirme a las reglas en estos casos.

Pero, caramba, me callo que me voy por los Cerros de Uva, juas, juas, ostrás qué ingenioso.

Vedme, pues, derrotado en el sofá, sujetando con la panza en expansión un plato llano en el que van desapareciendo los rellenos de la piel de las mandarinas, pensando en que para mí el invierno son mandarinas como el verano son gordos y lustrosos melocotones amarillos, y no me refiero a su cosecha, qué va, sólo a su precio a en el mercado (mi alma marujil). Cuando veo que las mandarinas están dulces (yo lo veo, sé solo con mirarla, si es dulce o no) y a buen precio, sé que es invierno.

En realidad, no pensaba en eso, o a lo mejor sí, yo qué sé, pero fui guardando, escupiendo, con un estilo de lo más grosero, en mi mano izquierda, las pepitas. Recuerdo que cuando era pequeño me daban envidia los tipos que comían pipas metiéndose la pipa entera en la boca y escupiendo sólo la cáscara y no descansé hasta alcanzar esa habilidad. De modo que me meto el gajito de mandarina y escupo la pepita en mi mano izquierda. ¿Qué hay detrás de estas escupidas con relleno?

Me veo, al final del atracón, por lo tanto, con un montón de pipas de mandarina en mi mano izquierda. Hay tantas que no puedo hurgarme la nariz con comodidad: hay que hacer algo con ellas.

Así que cojo un semillero, y voy plantando en cada mini-macetita, cuatro o cinco pepitas y cubriéndolas con sustrato. Ahí se quedan, en la terraza, recibiendo las lluvias benignas del invierno y la caricia del sol nutritivo de la primavera. Hacia el mes de junio, empiezan a aparecer los primeros brotes, verdes y preciosos en la superficie negra del semillero. Terminando el verano, los brotes más avanzados ya levantan unos diez centímetros del suelo y es hora de darles una porción más generosa de tierra. Traslado cada manojito (porque los brotes son triples, cuádruples y hasta quíntuples) de protomandarinos a una maceta pequeña pero ya con más posibilidades de crecimiento de las que ofrece el ínfimo semillero. En el tardoverano y el prontotoño los aspirantes a árbol frutal van fortaleciendo sus tallos y voy quitando las hojas más bajas del brote para que crezca hacia arriba el miniárbol. Luego, froto esas hojas en mis manos desnudas y el aroma a mandarinas que queda en ellas en tan sutil que me dan ganas de llamar a uno o dos fabricantes de colonias y perfumes y enseñarles lo que es un olor natural y hermoso.

Con la llegada del invierno, nuevo traslado. Los frutales mediterráneos no soportan las heladas nocturnas de la sierra de Madrid, de modo que aprovecho que los voy a pasar al interior de la casa para darles una maceta más generosa. Reparto mandarinos acá y acullá y los que me quedo, los traspaso a una maceta grande y los meto en casa para protegerlos de los rigores del invierno. Pasan el invierno aquí dentro, mimados y alimentados de posos de café, cerveza y otras viandas, agua con los restos de la aspirina efervescente que se quedan pegados en el vaso, por ejemplo. Contra todo pronóstico, esta dieta descabellada surte un efecto óptimo en ellos y se ponen hermosísimos.

Con la llegada de la primavera, vuelvo a sacarlos a la terraza y las lluvias de primavera y el sol del verano y el riego automático hacen el resto: se ponen así de hermosos. Pondría una foto en la que yo aparezco junto a este hermoso mandarino, para que apreciárais su tamaño por comparación, si no fuera porque se me ve la panza demasiado evidentemente.

Decido, entonces, que las personas de mi mayor afecto posean, en sus casas, mandarinos. Y ¿qué hay detrás de este reparto? Es una estrategia para dominar el mundo. Ellos, los afortunados, no lo saben, pero mi ADN está en esos mandarinos (tuve las semillas en mi boca, así que su primer alimento, su primer abono natural fue mi propia saliva). Si todo sale como lo he planeado, una mutación genética se dará en sus frutos y, cuando empiecen a brotar las primeras mandarinas, pequeños Wolffos colgarán, ocultos tras la piel, de sus ramas. Wolffos sonrientes, pero pertinazmente decididos a multiplicarse por reproducción sexual sencilla, es decir, lo que cierto tipo de gente suele llamar follando.

Mil cipotes wolffianos, enhiestos, vibrantes, saltarines y preciosos, buscarán pues por toda España vaginas incautas y fértiles a las que inseminar con su esencia gloriosa, llenando los vientres de España de la nueva especie. Mujeres sorprendidas, pero satisfechas, darán a luz pequeños arbolitos mandarineros con olor a mandarina, sabor a mandarina, pero pene wolffiano. Según mis ambiciosos y científicos planes, para el año 2012 más de la mitad de los españoles seremos Wolffarinos (Wolffos Mandarinos) y eso, queridos, es lo que hay detrás de todo.

Mi objetivo, mi único objetivo, es impedir que haya una eventual tercera legislatura con Zapatero al frente. Eso, simplemente eso, señoras y mandarinos, es lo que me empuja a dominar el mundo. Porque mis oídos no podrían soportar oír de nuevo, de labios de todo un presidente del gobierno, señores, no de un imbécil cualquiera en la barra de un bar, aquello de que nuestra economía juega en la Champions League de las economías mundiales. Eso es mucho para mí.

Y eso es lo que hay detrás.

Que no es poco, no creas...

40 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que compartimos afición, yo hace años lo hice con nísperos, me encantan los nísperos, ahora tengo unos inmensos nísperos junto a la piscina, le da un ambiente tropical y unos riquísimos nísperos en verano.

Siento ser yo quien te de la noticia pero...
Los mandarinos si no los injertas sólo darán una especie diminuta de mandarina agrias.
Por lo que veo en la foto están casi casi para injertar ya.

Yo tengo un naranjo y un limonero en el jardín, el naranjo tiene ahora 3 míseras naranjas y el limonero unos 8 limones.
Para protegerlos de las heladas los cubro con plástico de burbuja, ese que cuando empiezas a estallar las burbujas no paras, pues ese.
No son muy grandes, metro y medio o algo más así que por ahora el sistema del plástico me funciona bien.

Anónimo dijo...

Gran afición la de las plantas, si señor.

Yo también la tengo ¿o debo decir que no la tengo, que no la he tenido nunca y que además no la quiero tener?

Nunca he plantado nada (al menos en maceta), no. Pero sí he desplantado algunas cosas.
Mi historia empezó el día que, por esa estupidez (fruto de la intensa carga sexual de mi adolescencia) que me acompañó sobre los 15 ó 16 años, tiré una mesa sobre la que había una maceta enorme. La maceta fue directa contra la ventana del salón y aterrizó en la terraza. Todavía mi madre debe recordar lo que costó el cristal enorme del salón.

Luego continué con mi primera hija. Mi empresa (son dos realmente en el grupo) envía sendos centros de flores cuando se produce el feliz natalicio.

Nunca las regué, ninguno de los dos.
¿Se me olvidó? Creo que no porque los veía todos los días en el recibidor.

Cuando se habían secado por completo y tenían un aspecto bastante lamentable, mi mujer se dio cuenta y los tiró a la basura.

Ahora, con mi segunda hija, estoy tratando de cuidar uno de ellos. Lo riego cada 3 ó 4 días y aún no ha cogido ningún color extraño.
El otro es otra historia. No tengo claro si se trata de flores secas, si las estoy dejando secar y o si, simplemente, debería haber quitado el celofán que las envuelve.

Bueno, veremos.

Respecto a las mandarinas, me gustan. Lo que no soporto es el olor que te dejan en las manos cuando las comes. Sólo comparable a la mancha de diesel que me cayó el otro día en el traje cuando iba a trabajar y paré en la gasolinera de Alberto Aguilera.

Pero eso es otra historia.

No hay forma de que suene la canción. Cuando lo consiga te digo algo.

Un abrazo gran criador de campeones.

Anónimo dijo...

A mí me regalaron, en una diminuta latita de guisantes, un pequeñísimo pinsapo, que es una especie de abeto que sólo se da naturalmente en un pueblo de la provincia de Cádiz (Grazalema) y en los Urales. Me lo llevé a Cádiz y lo cuidé durante años. Nadie confiaba en que aquello saliera adelante, porque necesita unas condiciones especialísimas para sobrevivir. Pero mi pinsapo lo consiguió. Cuando ya tenía un tamaño enorme y estaba en un macetón que no podía mover ni arrastrando, pensé que el pobre pinsapo se merecía algo mejor que un patio gaditano, así que se lo regalé a un catedrático de arqueología muy conocido que lo llevó a su chalet de la sierra en Madrid que no se podía creer la suerte que había tenido porque es imposible conseguir un pinsapo de ese tamaño. Ahora mismo debe ser un árbol respetable.

Por eso comprendo perfectamente el cariño que le tendrás a tus mandarinos.

En cuanto a los Wolfferinos, quiero uno, quiero unoooooo. Te he contado el caso del pinsapo para que estés seguro de que lo cuidaré bien. No pases cuidado por ese motivo.

Anónimo dijo...

Se me pasaba comentar la música. Wolffo y sus muchachos están en racha. Últimamente cada canción que pones me gusta más que la anterior. Será que me estás educando el oído, jejeje.

P.D. Pásate por mi blog para escribir la carta a los Reyes.

Morgana dijo...

No soy amante de las plantas, y de las flores, algunas. Soy una persona desnaturalizada, lo sé.
Dicho esto, mejor no te pido un mandarino... seguro que la palma rápido.

Los bogavantes se me dan mejor... ;)

p.d. no puedo oir la canción...

Anónimo dijo...

Voy a ser pedante...

Kotinussa, tienes parte de razón, el pinsapo(abies pinsapo) es un abeto único porque sólo vive en España en estado natural (sierra de Grazalema) pero no en los Urales, el de los Urales es un abeto llamado Abies nordmanniana, muy parecido al pinsapo pero no igual.

Lo sé porque además de ser extremadamente pedante en estos temas que son mi fuerte, tengo un Abies nordmanniana de más de 15m en mi jardín, plantado por mí hace bastantes años.

Resumiendo, el pinsapo es una reliquia del pasado, en Madrid podemos ver unos impresionantes y gigantescos pinsapos en el Parque del Oeste.

Anónimo dijo...

Ararat, muchas gracias por la aclaración. Siempre había oído que los de los Urales también eran abies pinsapo.

¿Has estado alguna vez en El Pinsapar, en Grazalema? Es una experiencia única, sobre todo si hay nieve. Si te animas, acércate aquí y te acompaño en el paseo.

Wolffo dijo...

Ararat
después de semejante arsenal de conocimientos, solo me atrevo a decirte que tienes razón y que mis mandarinitos darán mandarinas incomestibles, sí, pero no serán injertados bajo ningún concepto.
Yo en el jardín tengo un mandarino, un naranjo y un limonero, pero no progresan. Para no tener que cubrirlos con plástico (sé que se me olvidaría año tras año) los planté bajo la protección de la generosa copa de unas encinas, pero abiertos al sol de poniente.
El resultado es desalentador. las encinas los protegen de las heladas, sí, pero también del sol y el suave sol poniente no es suficiente alimento para estos frutales ávidos, sobre todo, de sol. De modo que no se mueren, no, pero tampoco crecen demasiado.
Un abrazo, amigo.

UnFos
jajajaja, se te dan bien las plantas, ¿eh? No creas a mí no se me dan especialmente bien. Más bien se me dan mal, pero estos mandarinos has salido extrañamente fuertes.
Las mandarinas a mí me vuelven loco. UnFos. Me encanta su olor, yo lo que no soporto es el olor de la colonia. En mí, claro, porque si no lo soportara en los demás, lo tendría claro. ¡Los humanos os ponéis muchísima colonia!
¿El gas-oil mancha malamente, entonces? No tenía ni idea, pero no intentaré lipiar una mancha de tomate con gas-oil, ahora que lo sé.
En cuanto a la canción, que yo sepa, hoy va bien el divShare. Lo que es siempre aconsejable es dejar que la página se cargue copletamente, lo cual puede suponer unos minutillos, y luego darle al asunto. Suele rular. Y si no, el recargue no da malos resultados.
Abrazo a vos, criador de humanos.

KotiMari
Ostrás, pinsapo, si no fuera por la disertación de ararat, pensaría que me estás tomando el pelo. ¿Pinsapo? es como Joey Tribbiani preguntándose si Bélgica es un país verdadero, o un sitio ficticio inventado para referirse al sitio donde se reúnen los burócratas europeos.
Puedo regalarte un mandarino, seguro que los aires de Cádiz le sientan mejor que los madrileños. Avisa si vienes a Madrid y te endoso uno.
Con gusto te confiaba una cosecha entera de wolffarinos, seguro que los sacabas a todos adelante hermosos y gordezuelos.
En cuanto a eso que dices de la música... te has ganado un beso apretao, KotiMari. Muchas gracias, cielo, eres muy amable.
Voy!

Anónimo dijo...

Pues no tengo claro si el gasoil mancha malamente o si fue fruto de la comunión "traje color beige + gasoil + puta manguera que decide soltar un chorro con vida própia".

Eso sí, la del tinte de al lado de casa está encantada conmigo.

Anónimo dijo...

Kotinussa, sí, hace tiempo fui por Grazalema, fue una ruta por los pueblos blancos hasta llegar a Ronda, es una zona preciosa de la que guardo muy buenos recuerdos.
Acepto esa invitación encantado!

Anónimo dijo...

Dicho sea con todo el respeto, últimamente estás con una postorrrea que es difícil dar abasto para comentar (máxime teniendo en cuenta que mis comentarios suelen ir por los cerros de Úbeda). Pero eso está bien.

No quiero dejar pasar lo de Kerouac. Lo que a mí me gusta de él es la comunión vida-literatura. ¿Que quizá esté sobrevalorado?, ¿que «On the Road no es para tanto? Pues no lo sé, quizá de su obra me quede antes con «Los Subterráneos», mucho más intimista pero con igual o más fuerza. Y en cualquier caso, lo importante, como de cualquier otra obra, es lo que suponga para ti. Me gustan los beats, y aunque Kerouac parezca la figura más emblemática, lo cierto es que acabó sus días bastante mal, defendiendo posturas casi reaccionarias y, en fin, palmándola de una hemorragia digestiva supongo que por unas varices esofágicas tan típicas de alcohólico. Allen Ginsberg fue desde luego alguien mucho más comprometido con sus ideas y, ya puestos, Neal Cassady, sin ninguna trascendencia literaria (salvo «El Primer Tercio», una incompleta y prescindible novela), el ejemplo vivo de aquella generación.

Tampoco creo eso del “pedo en movimiento”; que sí, que el viejo Jack bebía mucho, pero también Hemingway era un alcohólico, o Truman Capote, por poner otro ejemplo. Y bueno, Sir Arthur Conan Doyle se metía coca —igual que Sigmund Freud— y Aldous Huxley fue el gran gurú del LSD. A lo que voy: que me da exactamente igual que sean alcohólicos (o borrachos, como tú dices), que tampoco creo que Capote escribiera, no sé, «Desayuno en Tiffany’s» con un colocón del siete (y si así fuera, ¡bendito colocón!), que allá cada cual con sus hábitos tóxicos, y que por ellos no hay que adorar ni demonizar a ningún artista (ni a nadie). Supongo que es más fácil contactar con la gente joven si compartes actitudes transgresoras y eres politoxicómano (dicho sea en general), pero nadie pasa a la historia por estar todo el día mamado y balbuceando detrás de una barra, buscando pelea cada noche. No sé si me explico.

Y Bukowski. Bien, vale, otro viejo borrachuzo. Tiene el mérito de ser el padre del «Realismo Sucio» que podrá gustarte o no (personalmente a veces me divierte y a veces me da arcadas), pero es una fuente de la que han bebido incontables creadores desde entonces.

De pedos varios y músicos de rock mejor ni hablamos, porque más que citar algún ejemplo, lo difícil va a ser citar una excepción. Y por poner un caso, si Lou Reed en su día era capaz de sacar algún lirismo de ser un yonqui… Aunque, fíjate, hace ya años que se niega a tocar «Heroin» en directo (¡paparruchas!, total la última vez que yo le vi se quedó tan pichi cantando «Waiting for my man», que total…).

Me gusta «Detrás», sobre todo cuando empiezas a cantar. Me gusta que incluyas la cita «ángel exterminador». Me hace pensar en Buñuel. Y en Carlos Berlanga. Y me gusta. Ummm… ¿no te habrás tomado una cañita antes de escribirla, eh? Que no me entere yo…

Anónimo dijo...

Wolff, lo mejor es plantarlos cerca de un muro orientado al sur, yo los tengo así.
Yo les echo un abono especial para cítricos de la marca Compo y crecen de una manera salvaje, prueba con eso, estas plantas son muy caprichosas con el abono.

el_Vania dijo...

Joder, como ha desvariado el relato hacia el final, ¿no?.
A ver si en cantidad industrial van a ser alucinógenas... igual eres mandarinómano...!
Jejeje...
Salud/OS!

rolo ridder dijo...

Wolffo, he descubierto tu casa, tus peroratas y tus manadarinas. Todo tan a bocajarro, cínico e hilarante. Por favor, dilo a tus cipotes wolffianos que dejen alguna vagina o que simbren lo glorioso con precaución porque avasallando pueden encontrase con muchas podridas!
Felicidades!
Otra cosa: las pepitas están para controlar nuestra ansiedad.

Anónimo dijo...

Hablando como hemos hablado de programas antiguos de televisión últimamente, este post y sus comentarios me ha recordado al programa del padre Mundina, aquel cura que hablaba de plantas ¿te acuerdas?

Ararat, la zona de Grazalema y los pueblos de alrededor es una maravilla. Yo pasaba todos los veranos una quincena en Grazalema y la conozco bien. Pero si no has estado en el Pinsapar en un día nevado, tienes que ir alguna vez.

Anónimo dijo...

Ufff... yo solo quiero un Wolffarino si al darle un lametón saben más a Wolffo que a mandarino.

Es tarde, pero mañana prometo bailar con mis leonas y tus múltiples guitarras.

Besos de una maia.

Wolffo dijo...

UnFos
Ay, las mangueras independientes... De todas formas, eso te pasa por ir por ahí con traje beige.
Y tú... ¿estás contento con la del tinte? ¿Te plancha bien?

Fantie, amigo,
bueno, bueno, ¿cómo que si me tomado una cañita...!? JAJAJAJAJAJAAAAA, me lo tengo merecido, sí señor.
Vamos a ver, no me gustaría parecer una vieja puritana. Efectivamente, grandes obras debidas a grandes pedos jalonan la historia del arte en general, y la del rock en particular. Hasta yo he escrito beodo alguna vez, y tocado alguna vez en un escenario convencido de que estaba tocando en una plataforma petrolífera en medio del mar del norte, rodeado de atunes salvajes y truculentos. Tal vez he sido un poco exagerado, Fantie, pero es sólo por darle un poco de sal al debate.
Ciertamente "On the road" es un buen libro, pero cuando lo leí esta primavera, para pasárselo a mi hija, no me pareció tan bestial como al leerlo a los 16, a los 20 o a los 30 años. Hasta a mí me ha influido en mi forma de escribir, a veces, estoy seguro.
A lo que voy es a que si vas a cualquier sitio donde reseñen su vida, estoy seguro de que sale la palabra borracho antes que cualquier otra definición de su estilo. Es decir, él no tiene la culpa, pero se hace bandera de lo anecdótico y se difumina lo esencial, como ocurre muchísimas veces. Bukowski, ese sí, me da por culo muchísimo, pero creo que es otra historia. Y el realismo sucio me parece una idiotez del 14. Pero Kerouac es algo más, creo, que sus pedos, a eso voy. Y algo menos que su leyenda en mi, sinceramente, humilde opinión.
De todas formas, no creo que la obra de Hemingway se deba a su alcoholismo, ni que A sangre fría se escribiera en plena merluza... lo que yo digo, Fantie, es que eso, el alcoholismo (digo borracho, porque suele decirse así para presumir de ello, no porque sea un problema. No sé si es verdad una de las frases promocionales de la peli Capote, en la que decía algo del tipo "soy maricón, borracho y comunista: soy u genio") no es lo relevante de un artista, sino su obra. Es ella la que hablará del artista. Y en esas, On nthe road me parece que sufre el paso del tiempo con una mala manera de envejecer. Creo que al final, estamos defendiendo cosas parecidas, pero desde trincheras diferentes.
Me alegra que te guste la canción, Fantie, en serio. Y sí, es homenaje a la peli de Buñuel, porque el concepto escénico de esa peli me tiene loco. Es la obra de un genio, desde luego, pero luego Buñuel me aburre mortalmente en tantas otras... En fin. Lo que me había tomado al escribirla es un divorcio en vena, que te coloca más que cualquier otro psicotrópico, te lo juro. Eso sí que es un trago, un chute de pura realidad.
Un abrazo, amigo. Y no te canses de mi "postorrea" (eso es genial, macho), que yo no me canso de discutir contigo.

Ararat
Creca de un muro orientado al sur... chungo lo tengo en casa... Al sur está la única parte solada de mi parcela. Lo que voy a buscar es el abono ese. Gracias por el keo, amigo. Abrazos, tío.

Vanitas
Un pedo de mandarinas...una sobredosis cítrica, un coma mandarinotrópico... no suena mal. Será eso, será...

rolocine
Pues sea usted bienvenido, amigo. Aquí tienes tu casa pa lo que quieras. Les daré a los cipotillos tu recado, a ver si se aguantan las ganas, pero, lo veo chungo, amigo.
Las pepitas están para joder, seamos francos.
Un abrazo y muchas gracias, rolo.

KotiMari
Cómo no recordarlo, pero ese ya es de la tele en color... Con ese tremendo acento catalanazo tan gracioso. Alguinos consejos he seguido suyos, no creas... me gustaba ver a es curilla de campo. Estoy un poco celoso, quiero que me invites a mí también a pasear...
Un beso, KotiMari.

Wen
Ay, mi maia, querida... ¡qué cosas me dices,malandrina!
Jo, deberías grabar esas sesiones de baile para que pudiera verlas...
Dinero daría. Besos maia, muchos besos.

Anónimo dijo...

¡¡Hala, jod, me cago en!. Me lo tenía que haber olido. ¿Por qué a un asesino de plantas como yo, se le cría rebosante de salud Elman? ¿Por qué supera una cruda crisis, refloreciendo como un ave fénix? ¿Por qué? Porque eres tú, en realidad. Así, que después de todo El hecho de que ELman se haya criado en mi seno, y haya sobrevivido, no es mérito mío, es porque pertencece a tu estirpe diabólica...

Quisiera aprovechar para comentar que en la puerta del ascensor de mi casa está puesto este cartel: "MARTA, HABER SI CUANDO BAJES LA BASURA NO GOTEAS". Y , bueno, pasando por encima del incorrecto "HABER", me llamó la atención que MARTA gotease al bajar la basura. ¡Que carga hormonal! ¿Quieres opinar?
BEsos.

Anónimo dijo...

No me hagas hablar..., no me hagas hablar. En fin, si te empeñas, hablaré. No tienes vergüenza, encelarte de Ararat. ¿En qué musarañas estabas pensando cuando, cara a cara, te he invitado a Cádiz? Eso quiere decir que no me estabas prestando atención. Ni siquiera Ararat puede decir que haya ido personalmente, lo que se dice de cuerpo presente, a invitarlo. En fin, tú lo has querido. Ahora todo el mundo sabe de nuestros encuentros clandestinos.

Binche dijo...

Vamos por partes:

La música: debido a mi lamentable estado de adsl (ha llovido, y va y viene la luz, adsl incluido) la dejo para más adelante, y seguro que me gustará, como siempre.

Las uvas de nochevieja: aunque lleve 27 años viviendo aquí, nunca le he visto la gracia de empezar el año nuevo atragantándote de uvas. Por eso casi nunca los tomo con las 12 campanadas. Hago trampas, y me los como antes, con tranquilidad y sosiego, y disfruto viendo como los demás miembros de la familia, ellos apegados a la tradición, se atragantan con las uvas.

Los mandarinos: se me ha adelantado Ararat, pero yo también iba a decir que hay que injertarlos para que den frutos.
Yo tengo un hermoso limonero en mi casa que da muchísimos kilos de limones en invierno. En realidad teníamos dos limoneros, pero uno de ellos ha muerto de forma extraña en poquísimo tiempo, una lástima. Los árboles tendrán sus 20 años, y hace dos inviernos tuvimos una cosecha de unos 500 kg, y no exagero! Repartimos los limones entre toda la familia, am igos y vecindad, y lo que sobró(un montón) lo vendimos a un chiringuito cercano a 0.50 kg. (sacamos 25 leuritos!!!) ;)

Besoss

Anónimo dijo...

Las semillas me las dio mi hermano y al parecer a él se las había pasado un colega que las trajo de Ámsterdam. El caso es que las planté y pronto tuve unas hermosas plantas de Marihuana. Yo pensaba que el vecindario no se iba a enterar, así que al principio las puse en una maceta a la que se podía acceder desde fuera de casa. Pronto tuve la certeza de dos cosas: mis vecinos no eran tan tolilis como yo pensaba, y o retiraba de allí a mis criaturas o la poda sistemática acabaría con ellas.

Al final las transplanté, crecieron, y dieron una cosecha que hizo que las fiestas en mi casa gozaran de gran popularidad. Desgraciadamente no sobrevivieron al crudo invierno madrileño. Aún tuve semillas para un par de temporadas más, pero luego se me acabaron y con ellas mi actividad clandestina de cosechador ilegal. Algún tiempo después me traje unas semillas de un viaje a Berlín, aunque lo cierto es que no llegué a plantarlas. Lo dicho: estaba acabado como jardinero underground.

Dispuesto a redimir mis penas y a ser un buen ejemplo para la sociedad, decidí plantar un árbol (un poco por aquello de plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro) y escogí un Pruno. Lo malo fue que al poco de plantarlo descubrí que Warhol —mi gata— se afilaba las uñas en su tronco con auténtica fruición. No me arredré y le fabriqué un corsé (al árbol, no a la gata) a base de cañitas de bambú. Y debo decir con orgullo que el árbol crece feliz en mi jardín.

Anónimo dijo...

En referencia a lo que dice Fantasma. La gente no sabe diferenciar una petunia de un jazmín, ahora, la marihuana la conoce to´dios!
En 6º de EGB iba a un colegio que era un nido comunistas, y mis amistades más que dudosas, pues uno de ellos que hace años me enteré que estaba en la cárcel, pues este chaval tenía la terraza cerrada llena de marihuana, recuerdo a su madre cuando me decía lo aficionado a la botánica que era su hijo, la pobre madre no sabía lo que su criatura cuidaba con esmero...

Bigmaud dijo...

Estoy de acuerdo, cómo joden las semillas (pepitas), en cualquier fruta, sobretodo en las sandías. Con las mandarinas yo empleo una técnica para quitarle las semillas:

Con mis dos dientes frontales, cual roedor jalo sin quitar la cáscara protectora de cada gajo las semillas y luego las escupo uno o dos metros, al final de la jornada queda una montañita muy bonita en el suelo.


Muy bonita la canción y vi que por ahí tienes una versión de Paul Weller, The Jam es una de mis bandas favoritas, eran fantásticos. A ver que día haces una versión de English Rose, creo que iría muy bien con tu voz.


Saludos.

Wolffo dijo...

Buch
Estoy en tu casa, Buch, estoy dentro y ahora poco puedes hacer...
Me gusta muchísimo la nota del ascensor de tu casa. Yo creo que en la escuela de conserjes, porteros y encargados de fincas urbanas en general, hay una asignatura que es "cartelas" y en la que les enseñan a escribir como auténticos borricos, preferentemente en mayúsculas. Seguro que recuerdas alguna de Benjie o, yo mismo, de Paul Wheels. Oh...

KotiMari
Estaba pensando en las musarañas serranas, que son más graciosas y chiquititas que las de la llanura. Lo que no sabía es que nuestro encuentro había sido clandestino. Si es así, ¡me has descubierto, maldición! (fíjate que si fuera el portero de Buch habría escrito "¡Meas descubierto, maldición!" con lo que el sentido de la frase cambia radicalmente. Por cierto, ¿tú no mearás descubierta, verdad? Yo, el sombrero, sólo me lo quuito para dormir...)

Binche
Últimamente da problemillas el reproductor, no sé lo que pasa... intenta bajártela, a ver qué tal.
en lo de las uvas, yo estoy (casi) contigo, es una absurda tradición... pero me encanta que los demás la sigan. Como casi todas las tradiciones,imagino que me gusta ver que no mueren, pero soy demasiado tonto como para seguirlas yo mismo.
Los mandies; vamos a ver, a ver si os enteráis Ararat y tú misma de que ya están injertados, nada manos que con ADN humano de primera calidad (el mío). No obstante si deverdad pensáis que es muy importante, estoy dispuesto a acostarme con todos mis mandarinos e injertarles mi savia esencial con brutales pero amorosas embestidas. Uno de los mandarinos tiene un tronquito de lo más seductor. Y otro, por el color de sus hojas y su carnosidad... me pone a mil, así que no me será difícil follarme a los mandarinos, pero hubiera preferido no decir esto en voz alta, Tuli, que luego la gente piensa que soy un obseso, cuando sólo soy un obsexo (un gordo sexual, podríamos decir).
Aunque si la producción es tan bestial, estoy por tirarme a un limonero, a ver qué pasa. Muchos besos, BinchiMari.

Phantom
Hm... siembra clandestina... tráfico ilegal, fiestas licenciosas... Interesante juventud la tuya, muchacho marginal.
La elección del pruno es afortunada, sin duda, como la del nombre de tu gata, porque a mí Warhol me cae como el culo y no me fío de los gatos nada de nada. Siempre que pienso que vamos a coincidir en algo, ¡zas! uno de los dos la caga. ¿Gatos? ¿Warhol...? ¿Un jardín...?¿Qué clase de fantasma pequeñoburgués estás hecho, Paradís? Intolerable, lo sepas...

Ararat
jajajajajajajaaaa eso de "nido de comunistas" es graciosísimo, tío, jajajajajaaaaa... Es verdad, los imagino como las serpientes en el foso de la peli de Indiana Jones, juntos y revueltos, planificando el golpe a la sociedad capitalista... dios, qué imagen.
Es verdad, lo de la marihuana no se le escapa a nadie, tienes razón. Nido de comunistas, qué cosas tienes, tío...

Joyrider
Bueno, en las sandías ya es la polla, en serio, intolerable. El caso es que los inventos tipo sandía sin pepitas (seguramente injertadas, impuras, violadas en su naturaleza primigenia) no funcionan. No saben igual.
Se nota, no obstante, que no eres ama de casa, como yo. Porque si no, no te atreverías a escupir en el suelo, ¡cochino! ¿Es que está una todo el santo día limpiando para que tú escupas en el suelo...?
Ay, señor, señor...

Anónimo dijo...

Que conste que yo nunca he tenido ni por asomo ideas comunistas, pero chico, era mi colegio.
Fíjate, con las famosas manifestaciones de: Bases no OTAN fuera, era el único de la clase que veía con buenos ojos la presencia de las bases en España.
Otro motivo más por el que siempre he sido el raro.
Buen finde!

Wolffo dijo...

Ararat,
vamos, vamos, ya sabemos de qué cojeas, Ararat, eres un progre descarriado que haces caceroladas anti-Reagan y quemas monigotes del Tío Sam y dices yankees go home en cuanto te dan media oportunidad. Eres de grinpís, feminista radical, antiglobalización, okupa y además, en realidad Ararat no es más que un psaudónimo, y voy a descubrirte. Sí, amigo, máscaras fuera, dile a todo el mundo quién eres realmente, Ramoncín.

Buen domingo, colegui.

Anónimo dijo...

No, no era obra del portero, que no existe sino en su versión automática. Era obra de un vecino concernido, que trataba con toda fdamiliaridad a la tal Marta, a la que por una vez en mi vida tengo que decir que conozco, y que es majísima, y que a mi no me importa nada que gotee.
Pero volvamos a las mandarinas, Wolffo, sinceramente te digo, no ya desde el afecto, sino desde un hondo cariño, que las mandarinas no son para tanto, ni mucho menos. Siempre, desde tiempos ancestrales se les ha concedido mucha más importancia de la que tienen, así que en eso se parecen a la tortilla de patatas y a los resfriados de J.Marías, y sin embarog, en eso difieren de los goles de Raúl, a los que nunca se ha concedido el valor del tiempo. Y que conste que yo soy del Ajax de MArina...

Guiss dijo...

Yo, mediando pepitas o no, sólo las comería de buen grado si me las dejasen probar antes y me asegurase de que la que elijo es dulce y no parece estropajo, y no tuviera que pelarla yo porque no se va el olor en muuuuuuucho tiempo; como no me dejan hacer la porquería de ir probando una por una hasta que encuentre la que está a mi gusto, no suelo comerlas. Claro que mi ingesta sería de un par (de mandarinas, no de gajos). Con lo de las uvas y fin de año, en cambio, tengo que confesarte aún a riesgo de que dejes de quererme para siempre, que media hora antes de que den las campanadas, entre copa y cigarrito, me pringo las manos a base de quitar hollejo y pepitas, como ya expliqué públicamente cuando tú y yo no nos conocíamos :P Todo esto agravado porque soy del tipo de gente que dice follar, salvo en muy poquitos casos y todos referidos a mí... y además, lo de ceñirse a las reglas nunca deja de parecerme una cochinada.
Con toda esta confesión previa, supongo que es normal que yo no posea un Wolffarino, claro; por eso y porque parir un arbolito tiene que ser sacrificado, ¿tendrán astillas, no?... Sin embargo, y a pesar de no ser una de las agraciadas, espero ayudarte en tus propósitos, aunque sólo sea porque no vuelva a gafar a nuestra selección de ningún deporte.
Bueno, ya corto, ya pongo los besos, no te impacientes.

Anónimo dijo...

Entonces niño me confirmas una segunda legislatura de Zapatero¿¿?? jajajja. Tu estrategia me ha llegado hasta el corazón, lo que llegamos a hacer los humanos por evitar que determinadas personas ganen las elecciones. Sí, porque antes estábamos dispuestos a ir a votar para que saliera de presidente el candidato de nuestra elección, pero ahora, mucho más español eso sí, estamos dispuesto a todo para que no salga el candidato odiado. Yo le votaré a Zapatero hasta que no pongan a Gallardón como líder del PP (es que los demás no me gustan). Y tú plantas y distribuyes mandarinos.

Vamos con esto no he querido decir que votaré a Gallardón en caso de ponerlo de candidato a la presidencia, sino que volveré a mi condición ácrata de que lo mismo me da pp que psoe, que se molesten otros.

Wolffo dijo...

Buch,
eres un mentiroso, Un cochino y jodido mentiroso que no dice más que mentiras. Malas mentiras. No es majísima, sino que estás loco por ella. Y su goteo es, en realidad, tu babeo de macho desesperado. Lo sé, no intentes ahora defenderte o desmentir tal extremo.
Las mandarinas y la tortilla de patatas son extraordinarias, a pesar de tus descabelladas teorías.
¿"J. Marías" es Julián, el padre, o Javier, el hijo?
Y el Ajax de Marina, salvo Jordi, Michel, Javi Rubio y Javi Moreno y un poco Mariano, en la última época, ya sabes, tampoco era un equipo tan bueno...

Wolffo dijo...

Guiss,
mientras contestaba este comentario tuyo, que me ha llegado, a su vez, mientras contestaba al zoquete de Buch, se ha ido la luz. Pero no creas, me alegro, porque creo que me estaba saliendo una porquería de oomentario aunque, eso sí lo llevaba muy avanzado y eso siempre jode.
En Valdemorillo se va luz en cuantis que hay una tormenta. Hoy n hay tormenta, que la hubo, y gorda, ayer, pero todavía duran los efectos.
En fin, te contesto, princesa.
Tú tendrías que estar a mi lado, para el menester de lo que se viene llamando zampar mandarinas.
Porque te elegiría las buenas, buenas (las que saben a mirinda) y te las pelaría. Al contrario que la mayoría de la gente, adoro el olor de las mandarinas en las manos, como el del ajo en el aliento, el de la coliflor en la cocina y el de las sardinas del vecino en mi terraza. No soporto, sin embargo, el aliento a alcohol, especialmente el que deja el whisky, o como se escriba.
No me parece mal que prepares tus uvas a priori, Guiss, siempre que luego no presumas de "haberlo conseguido", pues no es justo. Espera, ¿has dicho "hollejo"? O sea que, a parte del cultismo, no solo les quitas esos pequeños clítoris que son las pipas, sino que, además, las pelas. Hay mejores cosas que pelar, Guisantilla, de verdad.
Es verdad que tú dices follar, yo no soy de esos, sin embargo, aunque a veces lo escribo, y cuando digo follar siempre me refiero a mí y suelo decírselo a quien va a tener el gusto, podríamos decir (joder, cómo ha quedado esta frase...). Lo de ceñirse a las reglas es, efectivamente una cochinada, pero no tan previsible, salvo tal vez en la menopausia, como decir que las reglas están para cumplirlas.
Parir Wolffarinos no es doloroso. No sé si tú has visto, de peque, La invasión de los ladrones de cuerpos. Bueno es algo parecido, rollo vaina y tal. En cuanto al sentido (y sensibilidad) de tu ayuda, pensaba escribir a cerca de ello en tono prosopopéyico, en el próximo post.
Y que sepas que lo que menos me gusta de tus escritos (llamarlos comentarios es insultar) es que se acaben. Tú sí que sabes, príncipa.

Miles de besos.

Marymantix
no, por dios, digo una eventual tercera, porque me parece que o nos ponemos a ello, o nadie nos libra de una segunda... pero no confirmo nada, es una pesadilla.
Si este fuera un post político te diría que me parece muy pintoresco tu razonamiento, pero como no lo es, no te lo digo.
Y bueno, que esa visión de lo ácrata es muy tentadora. Me apuntaría si no fuera porque los ácratas son como los bichitos de las almohadas, los ácaros. Todos dicen que existen, pero nunca he conocido a ninguno.
Y yo seré de esos "otros" que se molestan, porque te juro que no me da igual.
Besos, Mantyx.

Anónimo dijo...

"¿J Marías es Julián, padre o Javier, hijo?" No te voy a contestar yo, te va a contestar Ramón trecet "¿Los jugadores de la NBA vuelan? ¡¡Sí, vuelan, vuelan si tu quieres que vuelen!!

Y MArta "Goteras" me parece majísima como amiga.

Wolffo dijo...

Lo que tú digas, pero el año que el Valencia bajó a segunda yo no fui tan cabronzuelo como tú el año que el Madrid quedó noveno.

Que me acuerdo perfectamente.

Históricamente, ¿crees que el Valencia se sobrepuso alguna vez a la marcha de Kempes?

Anónimo dijo...

No, de hecho no. Recuerda que ficharon a una serie de inútiles que durante años coparon las contraportadas del MARCA de Agosto diciendo aquello de : "No me lo pienso dos veces a la hora de chutar" y "Pienso ganar títulos para el Valencia", y también "Solo puedo prometer ilusión y trabajo". Pero eso sí, te puedo decir que Kempes aun tuvo peor suerte, ya que llegó a ser seleccionador de Albania, que recuerda que siempre llevaba camisetas pasadas de moda.
¿Mi MArta Goteras te cae bien?

Wolffo dijo...

Sin duda, me cae bien. Alguien capaz de sacar de sus casillas a un vecino así de cretino tiene que ser alguien divertido.

¿Qué me dices de los defensas que declaran "o pasa el palón o el jugador, los dos, nunca"?

Anónimo dijo...

Voy con muchísimo retraso, y la lectura se me duplica. Después de leer los comentarios y tus respuestas casi ni me acuerdo del post.
A lo que voy: tengo mala mano para las plantas, y me ha gustado muuucho la peli del extraño de la ficción: ES GENIAL
Mañana atacaré otro, y en esta semana me pongo al día. besos a tí y a tu mandarino

Wolffo dijo...

Es que, Mahomalilla, la peli extraña es genial.
Tranquilíssate, tronqui, que no voy a quitar los postes, puedes leerlos a tu ritmillo.
¿Qué te parece la canción? ¿Eh, eh...?

Anónimo dijo...

la canción me gusta mucho, es de las que ya me sabía pq me la bajé al mp3. La canto muy rebien

Wolffo dijo...

vale, vale, si yo no digo nada...

Wolffo dijo...

Ostrás había leído mal... ¿que tú la cantas muy rebien? Quiero escucharla ya!!!