martes, abril 10, 2007

Tula

Sujetando nada
Sube el volumen y baila. Es mejor.


Aquí puede verse en grande y enlazarlo y todo eso

Esta es una canción que escribí para una amiga muy especial. Eso queda entre ella y yo. Es una canción sobre eso que que es tan poco moderno, pero tan hermoso que es el instinto maternal. Esa necesidad de sus hijos que tienen las mujeres que es, creedme, mucho mayor que la que sus hijos tienen de sus madres. Es un homenaje, en definitiva, a todas esas mujeres que, teniendo pareja o no, teniendo dinero o no, han de ocuparse ellas solas de la educación de los hijos. Es una especie de petición de que de vez en cuando, intenten disfrutar la maternidad, en lugar de sufrirla, por difícil que os lo pongamos, a veces.

Musicalmente, me encanta, pero qué voy a decir yo. Es muy guitarrera, tiene guitarrazos por todas partes y muchísimo ritmo. Es una canción optimista en la música, en la letra y en el espíritu y el día que tenga dinero la grabaré con una sección de viento como dios manda. Me gusta mucho el riff de guitarra, el solo de guitarra y el soplido salvaje de la armónica y ese final apoteósico de coros y viento. Aunque, como casi siempre, pienso que le falta, un nosequé, para pillarle el verdadero sonido. A ver qué os parece.




Mira qué guapa está Tula. Si yo os contara...

Tula es del Atleti, pero nadie lo sabe. La verdad es que tampoco le importa demasiado, pero los lunes, al ver las noticias, al escucharlas en la radio, al hojear un periódico, busca con disimulo los resultados de la liga y, secretamente, sonríe siempre. Si han ganado, porque una inexplicable ola agradecida le recorre el cuerpo, como si aquello le reportara algo, y si han empatado o perdido, porque recuerda a Nico, su amigo de la infancia y la adolescencia, que era un indio irreprimible, que cada vez que su atleti empataba y perdía (o sea, casi siempre), la miraba y después, mirando al cielo (o al techo si estaban en casa, pero mirando hacia arriba, que le habían dicho que esa expresión era su mejor vista), le decía:

- Puede que este año ya no, pero el año que viene... ¡ya te digo!

Tula tiene 53 años. Es una mujer guapa, pero no despampanante, y se le notan cada uno de los 53 años que tiene. Eso sí, se le notan de maravilla. Se le notan en las patas de gallo y el pecho caído, sí, pero también tranquilidad de su mirada, la suavidad de su piel, en la sabiduría de sus palabras, en lo acogedor de su abrazo y en su asombrosa destreza sexual. Tula es la mujer que yo quiero.

Yo tengo 58 años. Soy Fiscal de Menores en Barcelona, y conocí a Tula de la manera más normal, dado mi trabajo. Cuando su expediente llegó a mi despacho, no le di más importancia que a otros. Era un caso normal. Simplificando mucho la cosa, Tula vivía en la costa de Alicante con los tres hijos fruto de su matrimonio, que acabó de forma desastrosa. Aprovechando el régimen de visitas, su ex marido se llevó un fin de semana a los niños y no los devolvió, sino que los trajo a Barcelona, donde vivía él entonces con su nueva pareja.

Cuando Tula vino a mi despacho, en los días previos a la vista, me dijo:

- Oiga, será mejor que me devuelvan a mis hijos y le prohíban a ese volver a verlos, porque si no, todos ustedes se van a arrepentir.

Cuando eres fiscal en un sitio como Barcelona, no estás acostumbrado a que la gente te amenace de esa manera, sino todo lo contrario. A todo el mundo le tiembla la voz y se dirigen a ti como si fueras una especie de juez divino y supremo, un trasunto de dios sobre la tierra. De modo que, aunque me ofendí, como exigía mi papel en aquella situación, Tula entró en mi vida no llamando a la puerta con educación, sino con el estruendo de un tsunami y sus efectos en mi corazón, que yo creía vacunado de espantos, fueron devastadores.

Esa misma noche, y todas las demás, hasta que el juicio se celebró, Tula se presentaba en mis sueños exactamente igual que lo hizo en mi despacho: como si tirara la puerta de una patada. Entraba en mis sueños y los poseía del todo, y yo, acababa masturbándome para conjurar mis miedos y caer en brazos de un sueño reparador.

Ganó, claro. El juicio, digo.

Ya me encargué yo de presentar el caso de forma inapelable, de que no fuera este uno de esos casos que han dado fama a algunos jueces de Barcelona, que dictan sentencias absurdas e incomprensibles. Los niños, con su madre, y su padre, que por otra parte, parecía estar a miles de kilómetros en la sala, renunció a verlos y a cualquier decisión sobre sus vidas.

Tula vino a verme al día siguiente, antes de volver a casa, con los niños, a darme las gracias, con un aromático bizcocho recién horneado.

- No, señora, por dios, esto es irregular... me limité a cumplir con mi trabajo.

- Vamos... ha sido usted un ángel – me dijo – es sólo un bizcocho... además, si no lo acepta, esos señores de ahí se van a enfadar con usted...

Suárez, Estadella y Perinat me miraban, efectivamente, con cara de o pillas el bizcocho o mueres, así que acepté. Todos sabemos que en una oficina un bizcocho casero es tan importante como un día de vacaciones.

- De acuerdo, pero, si tienen tiempo, déjenme invitarles a un desayuno tan rico que sólo podrán tomarlo en Barcelona...

-.-

Esa fue la primera vez que, en presencia de sus hijos, hicimos el amor. No se trata de sexo, claro, sino de hacer el amor. Cada uno a un lado de la mesa. Con tres críos alborotando alrededor y medio centenar de clientes habituales de la cafetería ignorándonos olímpicamente.

Fui poco ético. Me inventé un seguimiento procesal que me obligaba a estar en contacto con la familia y a visitar su ciudad a no mucho tardar, para comprobar que todo iba bien.

Cada 15 días, viajaba a Alicante y pasaba un fin de semana con Tula y sus hijos. Las primeras veces, disimulaba y hacía como que llevaba un cuestionario y le preguntaba cosas, pero, poco a poco, fui olvidando la excusa y sencillamente, disfrutaba de esa familia. Tula me dijo un día, mientras veíamos la tele en su casa y yo masajeaba sus pies desnudos en mi regazo:

- Esto ya no es trabajo, ¿verdad?

Miré a Tula. Luego a sus pies. Luego a Tula otra vez. Y nos besamos durante, aproximadamente, una hora. Y luego, durante las horas siguientes de esa noche, no paramos de besarnos, acariciarnos y hacer el amor, esta vez, sí, con sexo, hasta que el amanecer nos sorprendió en un abrazo exhausto y entregado.

- No has parado de acariciarme en toda la noche, cariño - me dijo ella- ¿dormimos un poquito?

Y dormí, por primera vez en mi vida, sin soltar el abrazo enamorado que mantenía a mi amada pegada a mí.

Tula vivía por sus hijos. Y me quería, pero sus hijos eran lo primero. Estaba dispuesta a todo por mí, pero debo reconocer que si alguien falló, fui yo.

Me dejó cuando le mandé una invitación para mi boda. Sólo a mí se ocurre. Qué tonta fui.

Me casaba en Barcelona, claro, de donde era la familia de mi novio. Yo, una mujer respetada profesional y socialmente, estaba, desde hacía años, prometida con un abogado experto en fusiones y adquisiciones, que tenía más pasta de la que yo podría contar.

Durante años, mantuve el contacto con Tula, y digo bien, mantuve, yo, el contacto, porque la escribía largos mails, largas cartas, insistentes sms’s... pero ella, sencillamente, no me contestó. No creáis que la culpo, sencillamente, me olvidó y es lo mejor que pudo hacer.

Hoy, 15 años después de aquello, con el ceporro del experto en fusiones aquí al lado, hurgándose la nariz en el carísimo sofá de enfrente, a millones de años luz de distancia, veo en la gigantesca tele que preside mi casa con horterez, cómo entrevistan a Tula Robledales, Premio Nacional de Poesía, y siento un escalofrío que recorre entera. Siento, ¿sabéis? Rabia, mucha rabia por no haber sido valiente.

Pero también siento placer. Quince años después, mi cuerpo aún se estremece al pensar que una vez, la mejor poeta del mundo, lloró de placer en mis brazos. Y eso, creo. que no puede decirlo nadie más que yo.

Mirad qué guapa está Tula. Pero qué guapa que es...

¿No es adorable?

21 comentarios:

el_Vania dijo...

PRIME!!
Parezco el Dream Team!!

Macho, me has dejado "flipao" con el vídeo... has subido el listón... y de qué manera. Menudo Sergei Bubka!!

Me ha encantado la canción. Guitarras a tutiplén, riff pegadizo... y las imágenes acompañan a la letra. Encima en plan karaoke... Echo de menos ver tu cara... veo que rasgueas bien y sigues el playback... pero macho, parece que tus tomas sean una alegoría a tu Epiphone y a tu paquete, "bomba sexual"! (trata de explicar o rebatir eso, pirata!)

Me ha gustado mucho, en serio.

Y en cuanto a Tula... jejeje... me ha parecido entrañable el relato... y la escena de la cafetería, muy "cuando Harry encontró a Sally"...

Un gran abrazo desde orillas del Ebro, Wolf!

y por supuesto, Salud/OS!

Anónimo dijo...

Hoy llevo un día completo. Acabo de ver la ecografía en 4-D de mi segunda hija (la esperamos para agosto) y luego una historia espléndida. Con esto de ser padre cada día valoro más a las mujeres y lo que les supone la maternidad.

Increible giro el que has dado cuando todo apuntaba a un serio fiscal de menores, con su bigote y todo... Y la canción me ha sorprendido, me gusta mucho el riff de guitarra.

Te has superado!!!

Un fuerte abrazo.

linmer dijo...

¡PLAP, PLAP, PLAP!

Bravo, maestro.

Mira, a estas alturas ya debes haber descubierto que de música sé lo mismo que los pingüinos del desierto. Pero tu vídeo me parece magistral.

Para empezar el sonido de youtube es muchísimo más limpio que el de evoca y se puede apreciar que no era culpa tuya (aún no lo teníamos del todo claro :P).

Y las fotos de tantas familias... realmente querías enternecernos ¿eh? Eso sí, de las imágenes pienso parecido a nuestro amigo Nodrizo: la guitarra la tocas bien, lo sabemos, pero puedes enfocar a la cara también, hombre ;)

Lo dicho, genial, me ha encantado. Un abrazo amigo.

Anónimo dijo...

Gracias por el tema, gracias por el post... me hacía falta, ahora que ando liada de demandas, buscando un abogado medio decente y dándome cuenta de que soy madre y necesito a mis hijas.

Por cierto, ¿hace visitas a domicilio ese fiscal de menores? ¡¡lo necesito!!

Besos de una maia.

Wolffo dijo...

Vanitas...
Sonando: Strawberry fields forever - Beatles
Estás abonado al primer puesto de mis comentaristas, txaball, qué fiera. Me encanta que te guste la canción, aunque me temo que es una onda demasiado sencilla para tu gusto, ¿no?. Lo del karaoke tiene una explicación: hace que la gente se quede mejor la letra y que aguanten hasta el final, a ver si pone algo más. Mi epiphone es muchísimo más guapa y agradable de ver que yo; así, sin cantar, soy feo, pero, cantando, pongo una cara de gilipollas que espantaría a cualquiera. Y mi paquete, legendario donde los haya, es una concesión al numeroso público que sueña con él. Sé que todos me agradecéis esos primeros planos y que, secretamente, envidiáis a Dotty, mi guitarra, por la cercanía. Un abrazo a ti, colega. Y gracias por no faltar.

¡UnFos!
Sonando: Bring it on home to me - Sam Cooke & Lou Rawls
¡Felicidades, campeón! Pero explícame, por favor, cuál es la cuarta dimensión. ¿No era el tiempo? Cómo sale el tiempo en una ecografía? Explícamelo, plis, que no sé que es eso...
Me gusta que te guste la historia, y que te guste la (con perdón) tesis. Y la canción... vas a hacer que sea un día redondo para mí también.
Un abrazo y felicidades, amigo.

linmer
Sonando: The bitterest pill - Jam
Peasso tema, el que suena...
Gracias, gracias, amigo, por tus palabras, estas y las que tú ya sabes. Eres todo un caballero.
Es verdad eso que dices del sonido, y me hace replantear la forma de colgar las canciones. A lo mejor merece la pena colgarlas con YouTube, aunque sea con tres fotitos, en chiquitajo, solo para que se oiga mejor. Es una idea interesante.
En lo que no transijo, es en lo de enseñar la jeta, que de verdad que soy penoso cantando, pongo una inmutable expresión de memo en apuros que no es tolerable a mi edad.
Muchas gracias por tus palabras, amigo, de verdad.
Un abrazo enorme.

Wen...
Sonando: Carrie Anne - Hollies
Nena... No, nena, no hace visitas. Pero sólo se me ocurre desearte toda la suerte del mundo y pedirte, por favor, que no desfallezcas. Tus hijas te necesitan fuerte, tienes que mostrarte como la Trekkie (¿se escribe así?) demoledora que eres. Un beso muy, muy fuerte y muchas gracias, Wen. Y fuerte, maia, sé fuerte.

Anónimo dijo...

Efectivamente, la cuarta dimensión es el tiempo. Llaman ecografía en 4D a las que tienen también movimiento (asumen que representa el tiempo).

Y es impresionante te lo puedo asegurar. Hemos flipado esta mañana.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Sigues teniendo los ojos más bonitos que haya visto en mi vida.
Taramay

Wolffo dijo...

UnFos
Sonando: Agua - Jarabe de Palo
Ostrás... me encantaría ser amigo tuyo de verdad para que me dejaras ver eso... tiene que ser alucinante de verdad.
Un abrazo y felicidades de nuevo.

Taramay
Sigue sonando: agua
Pues esta canción que sigue sonando es de cuando tú veías mis ojos y yo te comía enterita con ellos. De todas formas, si piensas eso es que seguramente no te has mirado con atención suficiente en el espejo. Aunque algo me dice que no te refieres físicamente, a los ojos, ¿verdad?

Anónimo dijo...

Wolffo, dejo la canción, dejo la música. Eso para vos y los demás, que lo mío son las letras.

Yo no sé qué pasó adentro y afuera en el tiempo en que estuviste ausente, pero se nota crecimiento en tus escritos.

Este en particular... maestro, permítame decirle que es admirable, bellísimo, muy tierno, sensible, justo, preciso...
Y se me terminan las palabras, o más bien me explotan y no las entiendo...

Besazo

Wolffo dijo...

Rayitas
Sonando: Tatoo - The Who
Bueno, Rayitas, pero seguro que no te cuesta nada decir, por ejemplo, que el fotograma final, en el que salgo yo con mi hija casi recién nacida, es una monada.
¿Tú crees de verdad lo que dices? Porque es un elogio muy embarazoso de contestar y que te agradezco con todo el alma. Hay una persona que sabe lo que me pasó, porque yo ni siquiera lo tengo muy claro, pero es verdad que algo ha cambiado. Eres un solete al ser tan deliciosamente amable conmigo, Rayitas, porque no merezco tanta atención. Aun así, aun inmerecidamente, ¡qué bien me sientan tus palabras!
Un beso muy grande y oye la canción, anda, y me dices algo. siempre que sea bueno, claro, porque si oyes la canción y te parece horrible, no seas muy sincera, ¿vale?
Un beso enorme y muchas gracias, amiga.

Anónimo dijo...

Hola, ¿es aquí lo del karaoke?

Cuando éramos pequeños y jugábamos en la calle frecuentábamos un entretenimiento al que denominábamos Tula. Y no, a pesar de lo que pudiera sospecharse por lo pedorro de mi expresión, no hay que buscar resonancias unamunianas en mis batallas infantiles: el origen del nombre Tula hay que buscarlo en una economía de voz que ya no practico y en la inocente aceleración de un niño que siente que el lenguaje es suyo.

Tula era nuestra manera de decir "Tú la llevas" cuando jugábamos a pillar. Alcanzamos el colmo del virtuosismo en el momento en que, negando su origen, creamos variedades del juego (aunque en esencia todas eran idénticas) como la reptiliana y viperina Tula venenosa.

El vídeo está de puta madre, eres un genio, y me gusta el toque CRAG que tiene la canción. Lo único que desentona es ese julay que aparece marcando paquete mientras toca una guitarra.

Sé que te vas a pasar por el forro la sugerencia, pero escucha Jet de Paul McCartney después de leer este comentario.

Un abrazo, mejor.

Morgana dijo...

Magnífico relato, Wolffo... me ha encantado.

Enternecedor... bellísimo.

Besitos y abrazos Wolfferas!!

Wolffo dijo...

Yambroid!
Sonando: Moonlight Serenade - Sinatra
Aquí es, sí señora, pasusté y pille el micro, pero no grite, que el micrófono sirve pa eso, pa no gritar y que tescuchen.
Siempre lo pillas. Yo también jugaba a Tula, casi siempre en la variedad Tula en alto, en el que si te subías a un banco, a una piedra o la chepa de alguien eras inmune. Luego, también nosotros, hicimos variantes, de las que recuerdo con especial desapego la llamada Tula jodes, que era lo mismo, pero a lo bestia, pues no bastaba con tocar al otro, se trataba de derribarle y hacerle daño, dentro de ciertos límites.
Lo del julay que marca paquete era por poner algo bonito en un video tan deprimente. Siempre me han dicho lo hermosos que son mis cojones y que la belleza de mi medio metro no es comparable con ninguna otra cosa en el mundo. En el próximo, prometo tocar la guitarra en pelotas, para que estos atributos se adviertan más y dejéis de ser tan envidiosos.
Jet, ¿eh? la conozco, pero tengo que bajarla, que no la recuerdo bien. pero no pienso pasar de ti, envidiosillo.
Un abrazo, pero sin que nos arrimemos mucho, que si no te pones tontito, seguro.

Morganilla
Sonando: Aunque tú no lo sepas - Enrique Urquijo
Me encanta que te encante, MariMorgan, de verdad. Un beso muy grande y bracias, pesiosa.

Anónimo dijo...

Wolffo.
Sí vi el video. Con calma, solita, mientras miro que se viene a estos pagos una tormentota: la abuela de las tormentas. =)

No sé qué letras me impactaron más, si las del escrito o las de la canción. Ya sabés que esos ritmos me encantan, son "los míos", "los que me gustan", esa es una de las razones por las que me siento tan cómoda con vos.

Las imágenes me han pegado y sí, son una ternura.

Y las letras... De verdad te dije lo que te dije y lo creo así. Y lo repito ahora después de la letra de la canción.

Ya, parece mucho, pero no es mucho. Es simple: en este poste pusiste el corazón, las tripas y los cojones. Y eso se nota. Además yo estoy especialmente sensible en estos días. ¿Cómo no darme cuenta?

Lo que te haya pasado es bueno (aunque doliera) y te ha hecho muy bien.

Me puse seria, vamos a quitar pelín de hierro que nos está entrando arena en los ojitos: ¡Estás más lindo que antes, jodido! =)

GRACIAS por la canción, es... un mensaje de dios (ya conocés mis peos místicos)

BESOS

Wolffo dijo...

Rayas
Sonando: Escenas de guerra - 091
Querida MariRayas, vas a hacer que me sienta realmente bien, y eso no está bien, últimamente no estoy acostumbrado a eso. Un beso muy, muy grande, muy apretado y muy sentido, cielo. Sigue queriéndome cuando me ponga torpe, ¿vale? Porque, créeme,me pondré torpe. Muy torpe.

Anónimo dijo...

Joder, de verdad, te venía a poner a caldo por tu lamentable comentario de tocacojones en mi blog, y voy y me encuentro una historia encantadora contada de puta madre. No me hagas esto, canalla. El vídeo aun no lo he vosto porque yo con estos adelantos soy idiota. Me ha gustado mucho, este post es um besito, con su final cabroncete y todo.
Muy chulo, tío.

Wolffo dijo...

Buch,
no digas tacos, hombre. El video no lo he visto, el video no lo he visto... Me pones enfermo. di que no, hombre, pero sé que no lo has visto porque odias que sea mi paquete, y no el tuyo, el prota. ¿A que sí?

Anónimo dijo...

No sé qué pasa que últimamente por donde paso siempre me encuentro con vosotros dos refunfuñando. Qué ternura...

Bueno, yo sólo quería decir, aquí también, que cada día escribes mejor. Ya sé que me repito y mucho, pero es que estas cosas no me las puedo callar. En realidad ahora que lo pienso, eres un tío la mar de completo: escribes de puta madre, haces buena música (no sé cómo va tu movimiento de caderas), cocinas más o menos, y eres una máquina sexual. Un hombre del renacimiento. Un buen partido, vamos.
¿Quién es la última?

Wolffo dijo...

Cris
Sonando: Death of a clown - Kinks
No va por vez, hay que coger número, señora, pero si quiere, pasusté con disimulo a la trastienda y le enseño el género, que lo tengo fresco...
En cuanto a Buch, ya sabes, acabo de pasar la tarde con él trabajando un rock'n'roll que ha escrito él que, en cuantis lo tengamos medio bien grabado, lo colgamos, ya verás qué marchote.
Un beso enorme, Cris.

pijomad dijo...

Bonita canción... triste historia... pero qué real ¿no?

Wolffo dijo...

Bonito, triste y real, como la vida misma.
Un abrazo, pijomad.