jueves, septiembre 07, 2006

Nada más


(si hay suerte, prueba con Castpost que da más problemas, es verdad, pero la calidad del sonido es muy superior)


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Esta canción de Mamá es extraordinaria en su sencillez. Cuatro acordes, un ritmo que te hace mover los pinrelillos y una melodía pop irresistible y estamos en el ajo. Mamá era un gran candidato a supergrupo, pero se quedó en eso, en candidato promesa. Tenía un compositor y cantante carismático y con talento, José María Granados, y un directo potentísimo. Para mi gusto, abusaban del saxo en directo y adolecían de falta de profesionalidad, o al menos esa es la sensación que me daba a mí. No parecían necesitar la música para respirar y eso les mató. Dejaron un puñado de grandes canciones y, en concreto, esta siempre me ha encantado, con sus dos primeros versos magníficos: Yo no sé qué careta va a servir; si me miras, sólo pienso en huir... Busca el original porque, de verdad, es magnífica.


El Pondio intenta explicarnos la diferencia entre esto y aquello, dice que todo en la vida es física y química, y escribe fórmulas raras en la pizarra, pero a mí, Óscula, ya lo sabes, me da igual. Sólo pienso en el momento en que suene el timbre y en hacerme el encontradizo contigo en el camino de vuelta a casa. Nada más. Y mientras tanto, me gusta mirarte y verte atenta con cara de entenderlo todo, aunque yo sé que no es verdad, que no es que no entiendas, es que estás en otro mundo, como yo, aunque tu mundo no es el mío, tú piensas en tus cosas, que son otras cosas, ojalá las cosas en las que tú piensas fueran cosas buenas como yo marcando un gol en la final contra los mayores de COU, o yo cantando en la fiesta de fin de curso, con mi guitarra y mi grupo las canciones que sólo tú sabrías que son para ti...

Ahora el Pondio te mira a ti, como si le estuvieras haciendo caso, pero yo sé que toda tu atención está puesta en no reírte, mientras tu amiga Réplica, con el pie desnudo, hurga en tu costado por debajo del jersey. Es increíble que no te rías, que no hagas un solo gesto, cuando yo sé las cosquillas que tienes. No sólo le miras y asientes, de vez en cuando, sino que, además, tienes la jeta de poner cara de eso último no lo he entendido y haces que el Pondio se pare y repita lo último sólo para ti, porque el Pondio será doctor en Física, sí, pero entre las piernas le cuelga lo mismo que a mí, y entre las orejas tiene lo mismo que yo, así que cuando te mira, Óscula, ve lo mismo que veo yo: un bombón, y no puede evitar sentir más simpatía por tu poca instrucción que por la mía. No le culpo, no creas, pero jode...

Te das la vuelta y me dices, susurrando, que si juego a paella. Vale, te digo, me pido la gamba, no, la gamba soy yo, me dices, y yo que imagino que el langostino es el que se tira a la gamba y digo, vale, yo el langostino y tú apuntas Wolffo flecha langostino justo debajo de Óscula flechita gamba y de los nombres flechita los ingredientes que son los demás. Y mientras el Pondio habla del par de fuerzas, uno de sus temas favoritos, tú, que eres la jefa, dices ¡arroz! y se levanta Lunilla y cuando el Pondio la mira por si quería algo, ella se lleva la mano a la boca, en gesto de no sé si lo entiendo, y señala la última fórmula y el Pondio dice no lo has pillado, ¿eh?, no te preocupes y repite lo acaba de decir, y todos admiramos la forma en que Lunilla ha salvado la situación, porque en el auténtico juego de la paella, hay que levantarse y no decir nada, aunque el profesor te pregunte y Lunilla lo ha hecho muy bien. Espero que digan langostino antes de decir paella, porque el profesor suele mosquearse cuando a la voz de ¡paella! todos los que juegan se levantan sin motivo aparente y le miran.

Pero hoy no es mi día de suerte. Cuando Hípico, que era el pimiento morrón, con su cara alargada y su voz relinchante dijo ¡gamba! Tú te levantaste y el Pondio te miró, te limitaste a estirar tu jersey el Pondio simplemente se masturbó mentalmente mirándote y vas y te sientas y dices, mirando al Pondio a los ojos, ¡paella! y él no sé si pensaba que le estabas invitando a comer o qué, pero no dice nada, y todos los que estamos jugando, que somos 15, nos levantamos y nos ponemos de pie, sin decir nada, parados junto a nuestro pupitre. El Pondio se confunde y mira el reloj y nos pregunta que qué hacemos, que aún quedan 20 minutos y nos dice que nos sentemos y todos contamos 10 y nos sentamos; entonces, tú, que eras la jefa, vas y dices ¡langostino! y yo no sé qué hacer, y me levanto y el Pondio no hace como contigo, que te mira embobado, pero sigue hablando del par de fuerzas o de lo que sea, cuando me mira a mí, no se emboba, se cabrea y se calla y se ve en su cara que está pensando un sarcasmo hiriente y yo que no sé qué hacer, empiezo a meterme la camisa por los pantalones, nerviosísimo, y aprovecho para colocarme el paquete y sonrío y el Pondio que dice cuando Wolffo acabe de vestirse a lo mejor nos explica porqué ha confundido esta clase con el vestuario y yo sonrío, a pesar de que el sarcasmo es malísimo y no tiene ni puta gracia, pero muerto de miedo, porque si sigue por ese camino le voy a dar una patada de 100 kilopondios en sus tristes huevos, pero al fin me siento y digo ¡guisante! y se levanta mi amiga Augusta Nítida, que tiene las piernas bonitas y un coco privilegiado y sé que ella sabe salir de estas situaciones airosa, y en fin, el Pondio que está más salido que el quicio de una ventana, mira a Nítida y me deja en paz.

Al salir de clase, mientras yo te espero escondido detrás del taller de Juan para que coincidamos en el camino, veo que vienes y entro en el taller de Juan y le robo un par de flores de plástico que son preciosas, porque no parecen flores de verdad, sino esos floripondios que pintan los niños pequeños, y yo sé que este tipo de cosas te tienen que gustar, porque tú eres como yo, un poco de otro mundo, ¿a que sí?

Me siento, con las flores en la mano, en la cuneta del camino que lleva a tu casa y te veo venir, la sonrisa en la cara y dos cretinos imbatibles a tu lado, uno en cada flanco. Te acompañan el Zapas y el Ánsar y yo no sé cómo les soportas, Óscula, si son dos idiotas de primera. Quiero verte, de todos modos así que me siento en el otro bordillo, entre dos coches, para que no me veáis.

Soy un patético muchachote con tres floripondios de plástico escondido tras el viejo 124 de Juan y una furgoneta de reparto, enamorado de ti hasta las cachas, casi tanto como lo que tú me ignoras. Porque somos vecinos desde siempre, porque nuestras madres son las mejores amigas, porque tú estás acostumbrada a mi presencia a tu lado, pero nunca me has mirado de esa manera...

Soy el fin de los días, Óscula querida, el fin de los días bonitos, el que te espera, te vigila y te quiere, el que tiene las flores, los besos y las historias para ti. Cuando pasáis a mi lado, sin verme, veo que los dos memos te llevan menos amigablemente de lo que yo creía. El Zapas tiene una navaja apoyada en tu costado y el Ánsar va tocándote el culo.

¿Ves como soy patético? No sé cuánto tiempo llevan estos idiotas acosándote y no me he dado cuenta: siempre pensé que te molaba ir con los macarras del pueblo. Así que salgo de mi escondite y te llamo a voces ¡Óscula, Óscula...! Y los tres os dáis la vuelta y entonces veo lágrimas en tus ojos, niña. Traigo estas flores para ti, pensé que te gustarían, te digo, sin hacer caso a los dos memos que te escoltan, son graciosas, ¿verdad? me recuerdan a las que pintabas tú, de niña, te digo, y tus ojos enormes y preciosos se llenan de lágrimas y no sabes qué decir, pero no estamos jugando a paella y podrías hablar, y Zapas me dice que porqué no me largo y Ánsar, que es bobo, no sabe qué hacer, quizá porque es un poco menos bobo que Zapas y calibra mejor la situación. No quiero irme sin ella, les digo, es mi amiga y hoy pensaba pedirle que sea mi novia, que salga conmigo, así que si no os importa... os largáis, les digo como si hablara de fútbol o de algo así, sin importancia. Así que podéis marcharos, chicos, podéis guardar la navaja y marcharos, que ya no hay peligro, ya me ocupo yo de acompañarla...

No sé cómo fue, es todo muy borroso, pero me acuerdo de la cara asustada de Zapas, perlada de gotitas de sudor justo delante de mí, un dolor punzante en un costado y una especie de mareo terrible que me hizo caer.

Y estaba sin fuerzas para mantenerme en pie y tú, tan niña y tan mamá, me apoyabas en tu costado y llorabas muchísimo y yo, todo lo contrario, en la misma gloria, abrazado por mi amor, pero tú llorabas y gritabas pidiendo ayuda. Y yo, que me costaba un huevo hablar te preguntaba si querías salir conmigo, pero no me oías, sólo gritabas como una loca, como una verdadera loca, y yo, al fin, supe que no podías salir conmigo, porque yo estaba saliendo de un mundo en el que tú, de momento, estabas atrapada, y entonces yo salí de mí y me ví allí abajo, sostenido en tus brazos y en tus gritos y vi como se acercaba la gente corriendo y alguien pedía una ambulancia y vi a Juan llegar corriendo y extrañarse de ver sus floripondios de plástico en el suelo y manchados de sangre; y se agachó y los recogió y miró al cielo, como buscándome, y yo le sonreía y le decía hola con la mano, pero me parece que no, que ya no podéis verme ya más.

Te lo di todo, Óscula, y ya no tengo nada más para ti.

Nada, nada más.

41 comentarios:

Anónimo dijo...

Bello. Redondo. Optimista.
Plas, plas, plas!

Si usara sombrero me lo sacaría, Señor Wolffo

Anónimo dijo...

(Optimista: saluda con la mano y le veo la sonrisa mientras sube como un globo hacia el cielo)

Wolffo dijo...

MariRayas
Sonando: Cricket - Kinks
No te expliques, coraçao, que se me saltan las costuras que me sujetan el corazón al pecho. Un beso muy gordo y mil gracias, gauchita mía (ahora es cuando dices que eso de que los españoles te llamemos gaucha te sienta como una patada en mitad de la nariz...)

LuNegra dijo...

"wenos dias" por la mañana ;-).

Triste final para una gran historia de amor, pero por desgracia a veces pasa. Estar enamorado hasta más arriba de la entrepierna y creer ser invisible para la otra persona es difícil de llevar pero... como leí en un texto el otro día en la oficina aunque la respuesta fuera no hay que decidirse a hablar, decirlo, saber y actuar en consecuencia. Es una pena que el personaje acabara ahí y no conociera lo bueno de sentir a la/el amada/o en brazos.

"Juer" que rollo he soltado, por cierto buena visión de la paella ;-P

Más besotes.

Morgana dijo...

Vaya final más triste Wolffo...
Esos amores no correspondidos...
Buff,,, sniff,,,

Besos de viernes

Wolffo dijo...

Lunoide
Sonando: In my life - Beatles
El final, cuando es final, suele ser, por definición, triste. Una técnica para evitar el final triste es cortar antes de que la cosa acabe de verdad y decir, bueno, se acaba cuando se besan. Pero... ¿y después? Asín es... Un besote gordo, Moon.

Morgana
Sonando: Nothingman - Pearl Jam
Besos de viernes pa ti también, Morganilla y en fin, yo me he limitado a escribirlo, el verdadero autor de la historia es un tío que se llama Jorge, que me regala sus ideas a cambio de bocadillos calientes. Ea. Más besos.

Anónimo dijo...

Yo esperando un final de sexo indecente y termina así...

¿Cómo es eso del juego de la paella? ¿y lo de me pido gamba?

Wolffo dijo...

Ararat
Sonando: El viaje - Wolffo
¿Nunca jugaste a la paella en el cole? Era un juego que ponía nervioso a todos los profesores, porque no entendían lo que estaba pasando. Les desconcertaba. Consiste en que cada uno se pide un ingrediente de la paella. Cuando dicen el ingrediente que tú eres, se dice en voz baja, claro, debes levantarte y permanecer de pie 10 o quince segundos sin decir esta boca es mía, aunque el profesor te pregunte. Cuando alguien dice ¡paella! deben levantarse todos los que están jugando. Es muy desconcertante para el profesor. Y bueno, yo me divertía mucho jugando con según qué prefesores. Tiene más gracia cuanto más cabroncete sea el profe, claro. Mira que no conocer el juego de paella...

Anónimo dijo...

Wolff, mis padres se dejaron los cuartos para que yo estudiase en colegios públicos y yo en justa compensación era un alumno modelo... vale, un modelo a no imitar pero modelo.

Anónimo dijo...

Pues yo como Ararat... el jueguecito de la paella no lo conocía. Nos pilla un poco tarde, no? ja ja ja

Gustazo leerte, aunque sea sin "final feliz"

Besitos J.

Anónimo dijo...

Jooooooo, qué bueno. Que suavecita la pendiente del tobogán desde la comedia cachonda con trazas de melancolía a la melancolía con trazas de comedia cachonda. Y el juego es divertidísimo. Más divertido como lo cuantas que luego, en sí. POrque luego en sí, peláez no se lavantaba nunca.Me ha gustado mucho. NO me saco el sombrero por envidia, pero no por que el relato no lo merezca. Aunque me consuelo pensando que tu ya no aguantas bien unas mallas ajustadas verdes, y, yo, sin embargo, si.

Anónimo dijo...

O.O
Lo que hay que leer... No, no me molesta lo de gaucha, no.
=)
(El juego de la paella está buenísimo. Acá podríamos hacerlo con el asado...)

Wolffo dijo...

Ararat
Sonando: Todos los negritos - Glutamato Ye-yé
Los míos, Ararat, sin embargo se desentendieron de mí, me engendraron y acto seguido me lanzaron al mundo desamparado para que me buscara la vida. Una de mis fuentes de ingresos necesarios para sostener mi vida estudiantil era inventar juegos y cobrar por dejar jugar a los hijos de padres ricos... ¿Te lo crees?

Beatriz
Sonando: I'm stepping out - John Lennon
Bueno, a lo mejor estaba menos extendido de lo que yo pensaba el jueguecito, pero era divertido con algunos profes. pero Buch tiene razón: Peláez no se levantaba, Cabrera hablaba y muchos jugadores eran jugadores fraudulentos. Los finales felices, si lo piensas, no existen en este mundo finito. Un beso gordo. O diez.

Buch
Sonando: Para tocar el cielo - Tontxu
Vaya análisis guay que has hecho, Buch, salvo la frase final que, aparte de tener su gracia, es mentira de la cruz a la raya. Mis muslos son célebres a ambos lados del Atlántico (Mari puede decirte cómo circulan en el cono sur las fotos de mis muslos) por su volumen, tu tersura, su firmeza y el firme pero suave dibujo de sus sugerentes curvas. por no hablar de mis pantorrillas...

MariRayas
Sonando: Ride my see-saw - Moody Blues
Gauchita mía, gracias. Dile a Buch lo mucho que a las mujeres argentinas les gustan mis muslos. Se morirá de envidia. Por segunda vez en este post. Sirve cualquier plato para el juego, que es divertidísimo salvo que seas el profe, como en tu caso, creo recordar... así, que bueno, tampoco es tan divertido, no creas... es una bobada en realidad...

Anónimo dijo...

Vaya flashback a mi niñez, Los Mamá!!!

linmer dijo...

Lo reconozco: envidio la fluidez de tu narrativa.

¿Es cierto lo de los bocadillos calientes? Porque sería una gran historia para contarla con fondo lluvioso y saxo llorón...


linmer

P.S.: Gracias por tu visita del otro día :)

Anónimo dijo...

Ok, ok, le digo:
Buch, lo mucho que a las mujeres argentinas les gustan sus muslos (los de Wolffo)
Yo no sé, tengo una amiga a la que le gusta mucho un tal Marcos alias "el gato" por lo que escribe, lo de los muslos lo aprendí hoy.
Buch, te morís de envidia? No te mueras que tenés que seguir la historia de la mula y el vaquero!

PD: Hoy tengo que escribir "rulad" para que el comentario entre, así que... rulad!

Anónimo dijo...

Yo tampoco conocía ese juego de la Paella, debe ser exclusivo de España (bueno, seguro) y bueno, al principio me hiciste recordar mis días en la secundaria en los cuales me divertía mucho más que ahora en la prepa.

Gran historia que al final revisé y me di cuenta que era un post largo y no lo ha´bía notado por que me gustó y lo disfruté mucho leyendo.



Un fuerte abrazo Wolffo, últimamente no me he podido conectar tanto internet precisamente por la escuela, pero bueno. Cda que me conecté revisaré tu blog.

Anónimo dijo...

Mamá¡¡ ooooohhhhh plof¡ (me he desmayao)

La historia que cuentas es más que preciosa... y llevas muy bien el pasar de las risas al drama, muy bien contada, señorito, casi me haces de llorá... Me trae recuerdos, me emociona... no se puede pedir más...

Wolffo dijo...

Lautreamont
Sonando: I'll be back - Beatles
Esa canción estaba en el famoso EP Chicas de colegio; completaban el disco Ya no volverás y Regresas a casa a las diez que, tarde o temprano, caerán también.

Linmer
Sonando: Shangri-la - Kinks
Vaya... yo reconozco que envidio tu sinceridad. Ahora que releo lo que acabo de escribir, eso "Envidio tu sinceridad" es una melonada, ¿no? en fin, lo siento. Lo de losbocadillos es cierto al 100%, le tengo agarrado por ahí, justo donde le cuelga. No me des las gracias, por esas cosas, ¿vale? Un abrazo.

Mari¿Por?
Sonando: Carrie Ann - The Hollies
Rulemos, rulemos, si ese es tu deseo. No vuelvo a decirte que le digas nada a Buch, MariRayas, lo has hecho con poquísimo convencimiento. Rulemos, rulemos...

jopageri
Sonando: Ráfagas - Bólidos
En México será Enchilada o algo así; pero seguro que alguien lo juega por ahí. La prepa debe ser preparatoria, ¿no? Y eso, cuenta, colega, ¿es un paso previo a los estudios universitarios? ¿Y qué vas a estudiar? Cuanta, cuenta, que me interesa. No te preocupes por no venir a veces, jopa, yo agradezco muchísimo cada visita que me haces, porque vienes de lejísimos, así que comprendo que no se puede estar todo el día al loro a ver si Wolffo ha parido o no. Ven cuando quieras, siempre eres bien recibido. Un abrazo enorme y transatlántico, amigo.

Malaperzona
Sonando: Sweet Lady Genevieve - Kinks
plas, plas, plas... despierta, despierta.. oh, no reacciona, tendré que hacerle el boca a boca y aplicar masaje pectoral a dos manos, pero con cuidado, que me han dicho que las chicas malas son muy sensibles... Un beso muy fuerte, malamala, que te quiero bucho y gracias siempre por venir.

Anónimo dijo...

Muy buena la mamà, me refiero a la cancion, jejeje.
la historia , pos la contàs de una manera que hace trabajar la imaginaciòn, perece que vi una pelicula.
Saludos

Anónimo dijo...

Wolffo, no ves que es para disimular que lo puse así poco convincente?
Hacete el distraído!!!

Y es "Mari Por"

Un saludo al gato robacanciones, de paso.

=)

VICTOR ALFARO dijo...

Zapas con navaja? Ánsar tocando culos? jejejejeje, que crack! qué buenos recuerdos en el instituto jugando a "Paella"...que juego más tonto, pero qué emocionante. Bonita historia, Wolffo...bonita?? no, como siempre, jodida historia, con final tristón, pero genial historia...
Abrazos!
pd: "nada más" impresionante canción. Y qué decir de Jose María Granados... he hablado con el en un par de ocasiones. Es muy humilde, y ha sacado un último disco que me gusta mucho. Por cierto, Wolffo, dentro de poco se reúnen de nuevo Mamá para cantar dos o tres canciones. Si buscas por mi blog encontrarás la información. Entre otras cantarán "Chicas de colegio"

Wolffo dijo...

GatoChori
Sonando: Hapinness is a warm gun - Beatles
Hombre muchacho, dejémonos de historias, lo que has hecho no se llama robar: se llama echarle a una mano a un músico desamparado, así que, gracias. Me alegra que, además, te haya gustado la historia. O que digas que ha gustado, aunque sea mentira. Gracias, otra vez.

Mari Por
Sonando: Who'll stop the rain - Wolffo
sueno mientras te cotesto, jeje...
No pillo lo de Mari Por, colega, me lo expliques. Y tampoco me convencen tus explicaciones, así que a ver qué hacemos. Y gracias a ti por la parte que te toca con respecto al GatoChori. Besos a paletadas.

Alfarus
Sonando: Pure and easy - The Who
No me digas que no habías oído la vieja leyenda según la cual Zapas y Ánsar eran dos quinquis coleguitas que aterrorizaban a las niñas; luego lo de aterrorizar a las niñas se les quedó pequeño y decidieron aterrorizar a todo un país. Nada más es una gran canción. A mí que Mamá se junten, no sé, esas cosas no me suelen molar, pero si vuelven a dar un concierto iría, por supuesto. ¿Sabes? de JM Granados siempre he pensado que si nos hubiéramos conocido, hubiéramos tocado juntos, con toda seguridad. Yo le admiro mucho como compositor, como cantante y como taxista, pero hay una cosa que difícilmente le perdonaré: haber escrito "Chicas de colegio". La carpeta en el pechoooo, protegiendo su pudooooor, fotos de su idolóooo... En fin hay cosas que hablan por sí solas. Un abrazo muy fuerte Alfie. Voy a ver tu bloff.

Anónimo dijo...

Pues sí, estoy en el último año de la preparatoria, y si te soy sincero no sé qué diablos voy a estudiar.


No sé , se me figura que tomaré la decisión 10 minutos antes te tener que hacerlo. Pero bueno, la verdad es que no hay una carrera que me convenza al 100%, sólo sé que quiero algo lejos de las ciencias exactas como las matématicas, química etc. Quiero algo más relacionado con el arte, mis sueño es ser escritor o estrella del Rock, pero como no sé tocar la guitarra me inclino más por la primera.


Muchas gracias por tus palabras, y seguiré entrando a tu blog siempre que pueda. Un fuerte abrazo Wolffo!

Anónimo dijo...

Ay, ay

pijomad dijo...

Uff. qué recuerdos.. qué envidia.. después de tantos años...

Peggy dijo...

Aquellos maravillosos años de los ochenta .....en los que todo era nuevo , sorprendente , en los que vivias intensamente :) kiss

Anónimo dijo...

Madre mía, que tristísimo, yo que andaba con mi vena maternal a flor de piel viendo a ese wolffopan patético y con esa sonrisa facil que siempre me sacas, y se me ha helado en la cara. Qué cruel eres, wolffales, anda, consuélame, que me has dejado hecha polvo, ven aqui, anda...

Wolffo dijo...

jopageri
Sonando: 7 bridges song - Eagles
Ese despiste me parece de lo más ano para un chaval de tu proyección. ¿Sabes? me recuerdas al prota de casi famosos, ¿la viste? Si no la has visto, debes ir corriendo a por ella y verla porque te va a gustar. Un abrazo fuerte, amigo.

MariRayas
Sonando: You really got a hold on me - Beatles
eh, ¿no me vas a contar qué es lo de MariPor? No insisto más para que no te des cuenta del perfecto idiota que soy, pero, ¿me vas a dejar en ascuas? Venga...

Andaya
Sonando: Squeeze box - The Who
Eh, recibe un besito de esos especiales, que eres tú quien me ha puesto una sonrisa bobalicona en la boca...

pijomad
Sonando: El último bar - Mamá
Lo de los recuerdos, vale, pero ¿envidia? ¿Por la paella? Explíquese caballero.

Peggy
Todavía sonando: El último bar - Mamá
Yo pienso como tú, Peggy, pero, ¿no crees que los que son jóvenes estarán hartos de la monserga de los 80 y la creatividad y todo eso? Desde luego, si yo tuviera 20 años, cualquier referencia a los 80 me haría vomitar, porque recuerdo lo cretinín que era yo con 20 castañas... pero a mí me parecieron geniales, que conste. Un besote, comisaria.

Totín
Sonando: Sitting on my sofa - Kinks
Vaya, parece que he pillado a más de uno con este relatillo, eh? ¿El consuelo es como le llaman en tu tierra a esa parte de mi? Estoy hablando de mi cerebro, por supuesto. Voy, voy, déjate, ¿sí...?

Anónimo dijo...

Lo de Mari Por es un invento de Buch, y ya te dije que soy muy obediente!!!

Wolffo dijo...

Ya eres mayorcita, mari, pero obedecer a Buch... En fin, tú sabrás.
Acabarás enamorándote de él y él... en fin, no puedo contarte lo que hace Buch con las mujeres desesperadas...

Anónimo dijo...

Es que no solo son los muslos, amigo, las mallas verdes dejan en evidencia el tamaño real del morcillo. Las azules lo agigantan y las rojas lo disminuyen. Y ahí está el asunto.
El tema Mari Por, es que yo le pregunte rpo algo de su nombre, algo como ¿A ti como te llaman en tu casa, y ella contestó MAri ,¿Por?...ja,ja,ja

Wolffo dijo...

He oído explicaciones mejores, te advierto...

Anónimo dijo...

Wolffo... ¿qué hace Buch con las mujeres desesperadas?

Acá entre nosotros... ¿lo exportamos a algún lado (tipo USA, no sé) como arma biológica?

(ánde andará el mail de MariPor)

Wolffo dijo...

Mari
Sonando: Fuego en mi oficina - 091
te repito que no puedo decírtelo, Mari. No es una forma de hablar, es que no puedo decirte lo que hace con las mujeres desesperadas, porque nunca le he visto en tal trance. En cuanto a exportarlo, francamente, prefiero quedármelo. Nadie, ni siquiera Gillermo Portales tiene el dinero suficiente para pagar tan impagable presencia. Bexos, colegui.

Laura Escuela dijo...

ay por amor de dios wolffo, con lo que me reí al principio con el juego de paella y con tus descripciones del pondio más salido quel quicio de una ventana, y vas y me matas al prota, por favor hombre, esto no se hace!
Bueno, fuera todo, muy bueno, muy triste, joe, me ha encantado.
Un besaso

Wolffo dijo...

Veletita
Sonando: Honky tonk women - Rolling Stones
Lo siento, de verdad... lo siento.

Lau
Sonando: Duelo al sol - La Frontera
No lo maté yo, Lau, potita, te juro que fue el Zapas, que él sí que es malo. A mí también me ha dao un huevo de pena. Un beso gordo para ti, a ver si saco rato para ir a leerte, que estoy con un concurso que no me deja tiempo más que para contestar de mala manera. Un beso enorme.

Guiss dijo...

Nosotras jugábamos a la paella en clase de filosofía, y hubo un día en el que "la madre" gritó "paella!!!", nos levantamos todas menos una, y el cura castigó a la que estaba sentada, justamente, supongo que porque fue la que le pareció que se salía del rebaño. Total, que entre toda la clase, y con bolis y letras distintos, escribimos mil veces "en clase hay que estar sentada" para que ella se lo entregase al día siguiente...
Wolffo, una preguntita ¿los guisantes sí los toleras en la paella? :P
Las flores de plástico, por otro lado, sólo son tolerables cuando no intentan imitar a las verdaderas con realismo, como las que ponen en los cementerios y en las casas de las abuelas.
Pero todo este bla, bla, bla no quiero que me despiste: me ha gustado muchísimo la historia, aunque sea triste. O por eso. Me gusta que me haya encontrado el pinchazo tan desprevenida como a ti. Claro que eso sólo me gusta leyendo...

Wolffo dijo...

Guiss
Sonando: High & Dry - Radiohead (cortesía de Yambra)
Buen cura era ese, vive dios, que supo distinguir a la Judasa del conjunto, pero, una duda: ¿ella estaba jugando o no? Porque no podía ser traidora si no participaba de vuestras chanzas y en ese caso el cura era el gilipollas que clásico que siempre castiga al más débil. Los guisantes los tolero como argumento estético: quedan muy monos en ese arroz amarillo, pero he desarrollado una habilidad asombrosa para, con la puntita de las púas del tenedor, separar de un certero golpecito el guisante sin arrocillos pegados, incluso en algunos arroces pasados. Cuando acabo mi paella suele haber, junto a las cabezas de gamba y conchas de chirlas y mejillones, y el ocasional huesecillo de pollo, una colección verde y brillante de guisantes despreciados pero no maltratados, que felices, comentan la jugada creyendo que se han salvado hasta que caen al cubo de residuos orgánicos. Las flores eran preciosas, a ti te hubieran gustado, seguro, porque parecían floripondios de niña de 6 años y eso es precioso. Pues si lo de los pinchazos sólo te gusta leyendo, abandono la esperanza de... bueno, mejor no confieso eso en público. Un beso, Guisantilla, sabes que me molas, ¿no?

Guiss dijo...

Jugábamos todas, lo que ocurre es que ella se despistó, y luego el pobre Don Jesús, que era un pedazo de pan, aplicó lo de castigar a la que no estaba como todas, o sea, la que destacó en ese momento.
Esas flores me encantan, sí, exactamente, las que parecen dibujos de preescolares, no las que parecen el fruto del trabajo de una solterona de los años 30 en las tardes de invierno.
No, no me gustan los pinchazos nada de nada, los de navajas los imagino, y los de jeringuillas tengo un leve recuerdo de cuando era pequeña, porque de mayor no me he dejado inyectar nunca, entro en el médico diciendo ¡pero nada de inyecciones! Sin embargo, nada de eso nos concierne porque para jugar a médicos uno puede pararse en los de vía oral y uso tópico ¿no? :P
Más besos todavía.

Wolffo dijo...

Guiss
Sonando: While my guitar gently weeps - Beatles
Don Jesús era un capullete, permíteme decirte, nada de el pobre etc.
sobre las flores, hemos llegado a un punto de consenso, lo cual celebro, y sobre lo de los pinchazos, te juro que no soy capaz de pensar en nada que iguale en ingenio al final de tu comentario sobre lo de jugar a médicos. Touché, nunca mejor escrito, aunque seguro que no se escribe así, y felicitaciones, Guiss. Eres la número 1.