lunes, mayo 01, 2006

El mito se desinfla (de 115 a 109)

Subo las escaleras de dos en dos. Él, el mítico piriodista, vive en el tercero, y no quiero usar el ascensor, porque sufro de orinascensorofobia: me hago pis en los ascensores. Es entrar y empezar a retorcerme de ganas de mear. Subo andando, digo, o más bien, botando como un cangurillo irredento. Entre piso y piso y piso hay tres tramos de escaleras, dos de ocho escalones y uno de cinco; me fastidian los tramos de escaleras impares porque me rompren el ritmo, me hacen dar un pasito más corto al principio o al final, lo que supone un contrapunto no deseado a mi elegante zancada en el ascenso. Para bajar, pienso, no me va aimportar, porque no bajaré a ritmo, sino con desgana, dejándome llevar, casi con toda seguridad.

Tercer piso, letra A. La puerta tiene aldaba, lo cual mola. Me abre la puerta un hombre a dieta, obesete, digamos, pero en el buen camino y antes de hablar, se le abre la boca y surge, de los adentros infames del abridor eventual de puertas, un eructo cavernoso:

- Brooouuuuacccc... – el regüeldo, tiene, no obsatnte, una musicalidad latente.

- Buenos días, ¿me permite unos minutos musicales?

Ante su asentimiento, me echo hacia atrás, me destoco y me abro de brazos y piernas sosteniendo, en mi mano derecha, el sombrero de copa y, en la mano izquierda, un bastón de negra madera.Mi apertura de piernas es grácil y bella, a pesar de que mis testículos, hermosísimos, protestan ante el tacto de la franela negra (vale, llevo calzones, pero con tanta escalera, los meloncillos se me han escapao)

- ¡Hops! –digo y, a continuación, entono - good morning!, good morning!, how are you this morning?

El mítico piriodista sonríe con sonrisa sonriente y, con una expresión ovina en su cara de lechuguino, empieza a llevar el ritmillo chasqueando sus dedos, en un acto que mi hija me asegura que ahora, tooodo el mundo, llama hacer pitos. Por favor, si alguien llama hacer pitos a chasquear los dedos que lo diga ahora o calle para siempre.

- Muy bien, muy bien – dice el piriodista -, pase, pase – y se hace a un lado amablemente para que yo traspase el umbral, cosa que hago con gracia natural. En cuanto entro, lo noto: un intenso olor a coliflor que todo lo invade. Ante mi cambio de expresión, el piriodista apunta: – Es para disimular los peos.

Estoy dentro. Al fin, en el sancta sanctorum del mítico tribulete, observo con atención los detalles que han hecho a Wolffinger un piriodista singular. De hecho, creo que esa será mi primera pregunta. Al cuello.

- Querido Wolffinger – digo retorciendo el gesto, como dándome importancia por la profundidad de mi pregunta-, ¿cuál cree que es la razón, el detalle, que ha hecho de usted un piriodista singular?

Me echo hacia atrás en mi silla tras soltar esa pregunta, como quien se la liberado de un gran peso y observo cómo mi entrevistado encaja la pregunta. Su ceja se levanta, saca un mando a distancia que guardaba en el bolsillo de la camisa, sube el volumen de la música (un infecto disco de José Vélez) hasta un nivel dañino, levanta la pierna izquierda, ladea su cuerpo, pone cara de dolor y, entre el torturador volumen de la “musica” creo distinguir un ruido tipo metralleta, pero no estoy seguro. Relaja el gesto, baja la música de nuevo y se dispone a contestar mientras yo me pregunto, asombrado, si es posible que haya hecho todo eso para ocultar un cuesco. Pero su descaro natural me impide preguntar.

- Verá, amigo… es interesante su pregunta. Voy a contestarle. Yo creo que el detalle, la razón que me hace ser singular es, sin duda, el hecho de ser uno. Si en vez de ser uno, fuera dos personas, seguro que sería plural.

Tengo que reconocer que cuando alguien me hace un razonamiento de este tipo, me descoloca absolutamente. Ya no recordaba nada de lo que tenía preparado para la interviú. Todo había sido sustituido por una sensación de irrealidad obtusa de la que me sacó una pregunta idiota:

- ¿Le apetece un poquito de zanahoria?

Miré al piriodista. Y lo supe: estaba a régimen.

Llevaba dos semanas a régimen.

La cosa empezó porque los 178 centímetros que levantaba del suelo y que, en condiciones normales le podrían haber proporcionado una apostura notable, combinados con los tres kilómetros y medio de contorno de abdomen, le conferían un aspecto botijil inmenso.

Supe que se asustó cuando dijo un día, en casa ajena, donde jugaba a las cartas y después de una mano singularmente mala fue a echar un pisecito, a ver cuánto peso… y se subió en una báscula que le contestó que 115,1 kg.

Supe que esto le sumió en una depresión regularcilla y que decidió que tenía que cuidarse y empezó a cuidarse un poco.

Supe que el día de su santo, una rana le regaló una báscula digital que a él le gustó muchísimo.

Supe que el lunes siguiente, a primera hora de la mañana, se había pesado y la báscula le comunicó la noticia: pesas 112, 4 kg, y que se puso a régimen digamos, en serio.

Y supe que esta misma mañana, una semana después de empezar, la misma báscula, a la misma hora, decía que el mismo cuerpo pesaba ahora 109,1 Kg.

Todo eso supe cuando le miré.

¡Ojs…!

Y todo eso sabéis ahora de mí.

Se me han escpado 6, pero aún me quedan 19.

Seguiremos informando.

¡hey!, se me olvidaba la canción. Ahí va una que no tiene nada que ver con el tema de hoy.


Teach your children
(para Arturo)


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Voces, voces y más voces, es en lo que pienso cuando alguien nombra a Crosby, Stills, Nash & Young un grupo que, pese a su ligera tendencia a sermonear, me parece fantástico. Esta canción es mi homenaje a Arturo, que me la mostró muchos años ha. Arturo Marugán es mi maestro de profesión, de música y de muchas más cosas, además de un músico imprescindible. Toca maravillosamente la guitarra y el bajo, pero donde se sale de verdad es con la Steel Guitar y con el Dobro. Arturo Marugán ha formado parte de diversas bandas, pero yo le he conocido colaborando con Los Secretos, y sobre todo como integrante de Foie-Grass, un grupo imprescindible en el Blue-Grass Español, y siendo el alma de Johnnie y los BeGoodíes, una divertidísima banda de rock and roll que todos los jueves ameniza las noches de Segundo Jazz. A ti, Artie, con mis disculpas por los fallos y todo mi agradecimiento.

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Que ilu, soy la primera en comentar!! :)

Y ahora vayamos por partes:

No, no conozco el chasquear los dedos como "hacer pitos", pero me he informado en San Google, y tu hija va a tener razón, porque he encontrado esta explicación en una página: el hacer pitos consiste en friccionar el dedo medio contra el pulgar de forma que el primero choque contra la palma de la mano y el segundo contra el índice produciendo un chasquido característico. De hecho unas pequeñas castañuelas que se colocan en el dedo medio con objeto de potenciar ésta acción se denominan igualmente pitos. Aclarado queda pues.

El casposo me ha dejado oir tu estupenda versión del teach your children, me ha encantado, lo has clavado!!

Y ahora solo me queda darte ánimos con tu dieta, que seguro que vas a conseguir ese objetivo de los 25 kg (oño, es una pila de kilos!!!). Verás el tipín que vas a lucir este verano en la playa, las mujeres caeremos rendidas a tus pies con una sola mirada de esas irresistiblemente azules tuya.

Ays.

Besos y mucho ánimo!!

Anónimo dijo...

=D
Dejo saludos y beso.

Anónimo dijo...

Me has hecho reir mucho, incluso con esos pequeños detalles de las escaleras ya que me pasa igual, siempre los subo de 2 en 2 hasta que toca un número impar. Los que hacen las escaleras lo deben hacer para tocar las pelotas.


Y me solidarizo, yo también tengo que bajar unos kilos, estoy justamente en ese punto donde nadie te llama gordo pero te miran raro pensando en que últimamente estás más "cachetón" que de costumbre.



Saludos Wolffo

Anónimo dijo...

Las escaleras impares se cogen de a 3 escalones con síncopa dominante en Be menor ;D qué pasa, cada uno tiene sus manías jejeje

Que me alegro de golver a leerte, que me he puesto al día y que mis más sonoras noragüenas por esa lucha contra el kilo implacable que se que vencerás con la inestimable ayuda de tu compañera, aupa¡¡

Muchos besicos Wolfferas¡

LuNegra dijo...

Uf, la lucha contra los kilos, que me vas a contar, cuando no estoy a régimen, estoy a régimen. Soy de esas personas que por la constitución dirían que eres de constitución "fuerte" cosa que nunca he entendido, ya que fueza con volumen o peso... como que no le veo yo la similitud. Siempre he tenido que ir controlando un poco la comida por no "engullir" demasiadas grasas.. cosa que desde que me dió por poner el blog de cocina como que lo llevo muy mal... de hecho hace unos 5 días decidír regalarme algún trapito para lucir y cuando ví que tuve que pendir la talla 48 para una camisa casi me desmayo en el probador de la tienda ;-((( ¡aughhhhhhhhhh! Asín que yo me solidarizo contigo ;-) ánimo que lo consigues ya dentro de poco aunque si ya nos resultabas atractivo tendrás que ir por la calle apartándonos las manos ;-))))

Uf, como me he "enrollau". Un besote Wolfferas y que tengas/áis una buena semana...por cierto.... ¿quedan puentes? ;-P

Anónimo dijo...

Yo también tengo que ponerme a bajar algo de peso. Con 8 o 9 kilos estaría contento.

Por ciert, no se meta con José Velez, que su media sangre canaria va a hervir :) No es que me guste, pero es un buen tipo, y es ideal para verbenas populares del Inserso :)

A cuidarse!!

Wolffo dijo...

MariÇÇbinchi's
a mí también me hace ilu ver tu nombre en todo lo alto. Joé, me dejas de piedra con lo de los pitos, pero te digo una cosa, tuli. San Google puede decir misa. ¿A ti no te parece que una cosa tan onomatopéyica nunca puede tener un nombre como hacer pitos? De ninguna manera, vamos... Y la dieta... ahí vamos. Me encanta que te guste mi desvarío vocal del tema de CSN&Y, un día me voy a tu tierra y te la canto. Un beso

Mari--
pues los recojo y los agradezco. Y te los doy yo a ti también, redoblados.

jopageri
a mí me gusta confesar esas manías, siempre hay alguien que hace lo mismo y eso me reconcilia conla raza humana. ahora sé que allende los mares un humanoide hay parecido a mí, que adora a los Beatles y que detesta los tramos impares de escaleras. el mundo me gusta más que antes de saberlo. Un abrazo.

Malaperzona
dile a mis ciento y pico que brinquen de 3 en 3... verás lo que te contestan... Yo me alegro de que vuelvas, de verdad, me gusta mucho que me leas, en serio. Un beso muy gordo.

LunaNegra
constitución fuerte... menudo eufemismo, ya sé lo que dices. Mi problema es que como comida sufiente como para toda mi familia, y eso lo repito 3 o 4 veces al día. Así que... ¡a perdeeeeer...! Gracias por tu apoyo, bonita, pero que sepas una cosa: las mujeres estásis mejor un pelín gorditas, mucho mejor, que me lo ha dicho un piriodista. Un beso enorme, Lunilla.

Wolffo dijo...

AviaDro,
si no me meto con él, sino con el que pone sus discos a un nivel dañino (en su caso, cualquier nivel por encima de 0,001db.). Ojalá yo pudiera conformarme con 8 o 9 kilillos... Anyway, ánimo con ello, amigo, que pudiendo ver la playita a diario las cosas son más llevaderas. Un abrazo.

Anónimo dijo...

juer!! enhorabuena!!!!

entre lo q pierdes tu y lo que he perdido yo... creo que nos da pa hacer un ser humano completo!!

se le echa de menos lo sepa

Feanor dijo...

De acuerdo contigo Wolffo. Las chicas están mas guapas cuanto mas naturales. Es su desenvoltura y naturalidad en sus movimientos lo que nos puede enamorar. Un espíritu libre ayuda a sentirse mejor con uno mismo, y quizá un poco de ¡¡¡Ejercicioooooooooooo!!! ¿no?. Ánimo.

Wolffo dijo...

MariGildi's
pero jamía, ¡tú no puedes perder peso! Si eres un bomboncito y un encanto con todos tus gramitos bien puestos... Bueno, haz una cosa: no pierdas peso, quítatelo y me lo mandas por correo certificado, ¿hace? Un beso mu gordo.

Feanor
caray, qué razón tienes... Lo malo es lo de adaptarse a eso del ejercicio... me cuesta un huevo (tanto que no hago nada), pero gracias por los ánimos. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hace un par de días me atreví a subirme en la báscula. (Había comprado una electrónica muy molona hace algún tiempo). Y descubrí sin ninguna sorpresa que he engordado 10 kilos. He pasado de unos magníficos 71kg (que midiendo casi 1'80 no está mal) a unos grasosos 81kg...

Mi chica dice que estoy mejor así, pero no quiero arriesgarme a seguir creciendo a lo ancho.

Por cierto, alguien dijo lo del ejercicio, pero si te tomas unos dobles de cerveza al finalizar un partidillo de tenis... no debe ayudar mucho ¿no?.
Y ese es mi caso, amigo.

Suerte con esa rebaja. Abrazos.

Anónimo dijo...

No me lo puedo creerrrr!!!!
Pero si yo creía que eras el tío más weno de la blogosfera!!!!
Te pensaba de unochenta y setentaicinco (altura-peso), con unos músculos en su sitio, con un cuerpo danone...
En fin, que me da lo mismo los kilos de mas que los de menos, que me sigues pareciendo un tío güenorro donde los haya, con una marcha en el cuerpo de traca y una mente provocadora.
Tú sigue comiendo lo que quieras; yo desde aquí te seguiré viendo perfectito!!!
Mmmmmmm!
Jajajajaja, besos

Anónimo dijo...

Wolffo, estás siguiendo la dieta esa que alguien había recomendado en un en un comentario hace tiempo?
Parecía muy práctica...
O.o
=D

Anónimo dijo...

Ayer interrumpí mi silencio para comentarte pero blogger no parecía dispuesto a permitirmelo, lo reintento hoy solidarizandome con tu dieta y observo que tus numeros actuales son peores que los míos, algún día tendré que imitarte pero me da pereza. Un fuerte abrazo barrigón (el abrazo no tú). A ver cuando consigus bajar de 100.
Vuelvo a mi cenobio.

Wolffo dijo...

UnFos
perdona amigo, pero estás hecho una sífilis, como decía aquél, joer, 81 kilos con esa altura... Te diré una cosa, yo, levantando como levanto 178 centímetros del suelo, si pesara 71 kilos parecería enfermo, muy enfermo, de verdad. Con 81 estaría felicísimo, pero me conformo con 91. Yo no tengo barriga cervecera porque ni eso ni copas tomo, lo mío es producto de ingestas desproporcionadas de todo tipo de alimentos, sanos e insanos, pero siempre en proporciones bíblicas. Estoy en ello (hoy voy ya por 107.6, y estos números me animan). Un abrazo, fos.

T.
no se equivoque usted, señorita, bueno, lo que se dice buenorro, lo estoy, soy un queso de los buenos. Lo que me pesa es ése organo que todas las mujeres adoran: sí, sí, justo ése, el cerebro. Eso y que tengo unos huevazos como sandías, pero sobre todo el cerebro. Muchos besos, T., y disculpa mi franqueza, querida, pero tenía que dicil'lo.

Mari--
la de hacer poco de una cosa y mucho de otra. ¿La dieta del trucho, o algo así? Siempre me falla lo de comer, porque lo otro da hambre. Muuucha hambre. Cuando la haces solo a medias, créeme, pierde toda su practicidad, pero nada, nada de su encanto. Un beso, golfilla.

Fray!!
ya sabes que soy de los que luzco el flotador con naturalidad hiriente para el mundo moderno; que considero el deporte como una práctica perjudicial a partir de cierta edad (los 12 años) y que, en general, la vida sana me parece un horror. Pero el caso es que no me ponía las John Smith por no agacharme a abrochármelas, y todos los días me calzaba las camperas. Es decir, no es estético, es que ya mi tripa es incómoda. En un mes, si la cosa no va mal, habré bajado de los 100. Eso espero. Un placer leerte, siempre, amigo. Un abrazo fuerte.

Big dijo...

Pero tú no habías dejado de escribir? Me tendré que poner al día? Qué de zufrí! xxxxxxxxxxx

Anónimo dijo...

Joer, tenés razón, algunas actividades físicas dan hambre voraz.
Hay monjes gordos?

Wolffo dijo...

Big
qué weno reencontrarte... En todo caso, amenacé con dejar de publicar, nunca de escribir. Un besote.

mari--
hay una canción que cantan los de Gomaespuma cuyo estribillo dice:
"Si los curas comieran chinas del río
no estarían tan gordos los tíos jodíos..."

Anónimo dijo...

Oye, yo conozco a Arturo. Es un verdadero crack:)). LO digo con todo mi cariño, de verdad. He tenido clases con el, pero no en musica, sino en comunicacion política.

Wolffo dijo...

Arturo es una bestia.
De marketing político es un número uno.
Y musicalmente, también.

Un crack, es cierto.