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Nowhere man
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Si me preguntaran, "¿que canción le hubiera gustado componer, señor Wolffo?", yo ahuecaría la voz, carraspearía un poco, pondría cara como de estar repasando el repertorio de Charles Aznavour y diría, "fíjese, capullete, Nowhere man, de John Winston Lennon". Y es que este me parece una canción perfecta. La letra es maravillosa, la melodía es perfecta, las armonías vocales, de locura, las guitarras, preciosas, tiene ritmo, una línea de bajo melódica... y encima es buena. Lo que más me gusta de la canción es la frase "¿no es un poco como tú y como yo?" Ahora que la escucho, se me ha colado una distorsión al final del solo de guitarra, tapando un armónico precioso, qué putada. Bueno, disfrútala porque pocas veces se oyen cosas así, incluso cantadas por mí. Esta me gustaría dedicársela a Crispulain que, como yo, es realmente de ninguna y de todas partes, se sienta en su tierra de ninguna parte y hace un montón de mapas de ningún sitio para nadie. Cris, escucha, no sabes lo que te estás perdiendo, el mundo está a tus órdenes. Un beso enorme.
Mi padre, de Barcelona, hijo de José y Emilia, padre, abogado, militar y cocinero, creo que por ese orden; de hermosas y largas manos, siempre dando palmotazos suaves al aire mientras habla, ojos grises de expresión un poco triste, chepilla, piernas largas y delgadas y un despiste existencial fantástico. Su objetivo en la vida: salvar de la basura unas horrendas sandalias de cuero dedosfuera.
Mi madre, canaria, de Las Palmas, bajita, rellenita, guapísima y cantarina, siempre al loro, de movimientos rápidos, de beso y lágrima fácil, excesiva en el amor, la queja, la alegría y la reprimenda. Su misión en la vida: tirar las sandalias de su marido, que la avergüenza en verano poniéndoselas a todas horas. Sostiene que la razón no es estética, sino funcional: las sandalias le quedan pequeñas y los largos dedos de los pies, como platanillos, de mi padre, asoman al exterior cual si fueran gusanos rebosantes.
Yo fui a nacer en medio de ninguna parte, aquí, en Madrid, y eso tiene gracia. ¿No os habéis fijado que cuando los madrileños salimos en un programa de la tele o de la radio y nos preguntan “¿desde dónde llamas?” siempre decimos “de aquí, de Madrid”? Ese aquí es muy chuleta, muy madrileño. Guardo recuerdos, míos y coleccionados de amigos y conocidos, de Barcelona, Las Palmas, Vilassar de Mar, Jerez de
He querido ser, tras visitar esos sitios, así, que recuerde, de Barcelona, Tarragona, de Zaragoza, de San Sebastián y de una docena de pueblos pesqueros vascos, Santanderino de la ciudá o de Suances, de Asturias entera, las Rías Altas gallegas, de León, Salamanca, Ávila y Segovia; de Cáceres, de muchos rincones de Extremadura, de Toledo, Soria, Albacete, el Puerto de Santa María, Granada, Almería, Cartagena, Alicante, Mallorca, Menorca y de cualquiera de las Islas Canarias. En todos estos sitios, y en más que ahora no recuerdo, he llegado a pensar… sería cojonudo vivir aquí… y lo he pensado con el corazón durante gran parte del tiempo que he estado ahí, trazando planes para el traslado a ese lugar.
Pero, indefectiblemente, al volver a Madrid y acercarme a la ciudad por cualquiera de sus carreteras, tras una colina, tras una curva, al descubrir el gigante de hormigón que domina el horizonte, he sentido un pellizco en el corazón que me indicaba que estaba volviendo a casa. Que ese lugar enorme y hermoso, hostil y acogedor a un tiempo, es el lugar al que pertenezco, donde todas las células de este cuerpo maltrecho se posan en su sitio y me dejan descansar.
Porque yo, al igual que muchos millones, soy un hombre de ninguna parte, o tal vez de todas las que no son esta parte del mundo. Soy de aquí y de allá y todas vuestras casas me parecen maravillosas. Pero qué quieres, es en estas tierras donde se explican mis ires y venires, mís síes y mis noes mis alegrías y mis llantos. Cada día quiero más el terruño, y cada día estoy más despegado y ya sabes, no hay mayor satisfacción que oír a alguien con acento forastero decir que es de Madrid.
Hoy va de eso. Soy de ninguna parte.
Soy de aquí, de Madrid.